JORNADA 11. Un Villarreal de Champions que no ha empezado la temporada liguera todo lo bien que quisiera recibía en la noche del martes en el Estadio de la Cerámica a un Cádiz tocado tras la derrota en casa ante el Alavés, muy fresca, y con el miedo en el cuerpo de caer a posiciones de descenso.
“Tenemos que ganar rápido porque hay equipos abajo que van a salir de ahí. Hay que sumar rápido”, apuntaba Álvaro Cervera en la previa del choque, incidiendo en que “el grupo no está acostumbrado a esta situación”. Y es que en los últimos años los cadistas se han malacostumbrado a no sufrir (del todo) en la zona baja de la tabla.
Los amarillos, estrenando su segunda equipación, salían de inicio con varias novedades curiosas: el canterano Chapela en el ala derecha, y Choco por la izquierda, y el danés Jonsson presionando arriba junto a Sobrino. Por atrás en el centro del campo quedaba la dupla Fali y Álex Fernández, como capitán. Y en la defensa, Haroyan, Chust, Pacha Espino e Iza.
Igualado y competido comenzaba el partido, sin dominador claro, y un Cádiz que con el paso de los minutos mostraba su mejor cara: orden y seriedad atrás y frescura a la hora de hacer daño arriba. En el 8 avisaba Pacha con un disparo lejano, y en el 15, una pérdida de balón en la media la aprovechaba Álex para avanzar y asistir de gran categoría a Choco Lozano que entraba por la izquierda, para hacer el primero de la noche.
La primera media hora se desarrollaba con los visitantes sin dejar opciones al rival, nada fino; aunque entrándose en ese último cuarto de hora, los de Cervera se desenchufaban, y el Villarreal aprovechaba, casi por inercia, para empatar, tras dos goles consecutivos anulados en el 34 y 36: a Danjuma por fuera de juego por centímetros y a Alcácer por ayudarse con la mano. Y a la tercera, en un saque de córner, un Pau Torres muy solo igualaba en el minuto 42, sin oposición,
La sonrisa cadista comenzaba a desaparecer, sin embargo se volvía a dibujar en el descuento, en una falta al borde del área: un avispado Fali cogía dormida a la defensa de los de Unai Emery y de nuevo el delantero hondureño batía a Asenjo.
Con el 1-2 en el marcador se iniciaba el segundo periodo con el Villarreal dando miedo, volcado sobre el área cadista, y Conan Ledesma en modo salvador, desesperando a Danjuma. Iba a ser complicado resistir mucho tiempo el arreón, sin embargo llegó pronto una contra letal y en el 52 Choco acertaba para hacer 1-3, marcándose un hat-trick.
A partir de ahí, Cervera movía el banquillo y daba entrada a Akapo y Alejo por Jonsson y Chapela. Y los castellonenses, más desesperados, seguían merodeando los dominios gaditanos aunque ahora sin generar ocasiones, salvo la de Chukweze, al larguero. Ya cumplido el 63 entraba Salvi por Iza Carcelén.
En el 69, Choco Lozano, de nuevo, tenía el cuarto en sus botas, en un mano a mano que ganaba el portero local. En la siguiente acción salía del campo por Andone, y Fali dejaba su sitio a Tomi Alarcón.
El Villarreal empezaba a diluirse ante un Cádiz que parecía tener controlado los tiempos. Sin embargo, en el minuto 80 en una acción puntual, Boulaye Dia marcaba el 2-3, y los de Emeri volvían a meterse en el encuentro. Tocaba sufrir, y mucho, y seis de tiempo extra, además. Los hoy de amarillo empujaban y embotellaban, pero no encontraban huecos. En el 94 Salvi estaba a punto de sentenciar, y en la siguiente, con un pelotazo largo (¿dónde estaba la defensa?) empataban los de casa, tanto de Danjuma.
Un punto que el cadismo firmaba antes de jugar, pero que visto el gran partido ejecutado en la mayoría de las fases, deja a todos con cara de circunstancias por dos puntitos que se pierden en el último suspiro. Y lo peor, la sensación de derrota cuando más necesaria era una inyección de moral.
“Cuando hemos dudado, nos han empatado. Después de cómo ha ido el partido, este punto es malo, perdemos dos puntos. Tantos goles en contra… este no es el camino. Va a ser muy complicado, tengo una sensación muy mala”, manifestaba Cervera en el postpartido. DIARIO Bahía de Cádiz