El Cádiz de Cervera ha dejado de ser el Cádiz de Cervera. Si el partido ante el Oviedo fue malo, la visita ‘festiva’ a Vallecas de esta jornada, ha sido horrible, confirmando que este equipo ha dejado de creer en lo que mejor sabía hacer, y en lo mínimo que se le pide a un recién ascendido: competir, y, ganando, empatando o perdiendo, dando sensaciones de seriedad y de pundonor. El contundente 3-0 encajado ante el Rayo, y pudieron ser más, supone un duro baño de realidad.
El Cádiz de Cervera ha dejado de ser el Cádiz de Cervera. Si el partido ante el Real Oviedo del pasado domingo fue malo, la visita a Vallecas de esta jornada, ha sido horrible, confirmando que este equipo, incomprensiblemente, ha dejado de creer en lo que mejor sabía hacer, y en lo mínimo que se le pide a un recién ascendido: competir, dejándose la piel en el campo y, ganando, empatando o perdiendo, dando sensaciones de seriedad y de pundonor.
El contundente 3-0 encajado ante el Rayo, y pudieron ser más, supone un duro baño de realidad, evidencia sobre todo una debilidad defensiva alarmante, al tiempo que arriba se ha perdido la sorpresa y efectividad del inicio de campaña. ¿Desidia? ¿Falta de intensidad? En definitiva, los gaditanos terminaron haciendo mucho el ‘primo’ en el reencuentro con un equipo ‘hermano’, en un choque precedido por el buen ambiente entre aficiones, y muchas, muchas camisetas amarillas en el estadio del ex Primera.
Con su segunda equipación rayada, los de la Tacita afrontaban esta visita madrileña, pensando en un deseable primer triunfo a domicilio en la presente temporada, con un once formado por: Cifuentes; Carpio, Servando, Aridane, Brian Oliván, en defensa; Mantecón, Abdullah en el centro del campo; Eddy Silvestre algo más adelantado, Nico Hidalgo (por la derecha) y Salvi (por la izquierda) en las bandas y Alfredo Ortuño como referencia arriba. Garrido, lesionado, no pudo llegar en condiciones, y para reemplazarlo se optaba por Matecón.
El choque comenzaba mal, pero al mismo tiempo bien: en el minuto 7 se le pitaba un penalti en contra al Cádiz, de Servando a Manucho, y Trashorras mandaban el balón fuera. Lo que pudo suponer un mazazo anímico para el Rayo y un balón de oxígeno para los de Álvaro Cervera, apenas tuvo trascendencia en el desarrollo posterior, ya que desde bien pronto los gaditanos dieron muestras de no andar finos, y los madrileños, a poco que lo intentaban, imponían su superioridad.
Y cinco minutos después, se veía venir, marcaba Embarba aprovechando el rechace de Cifuentes en una buena jugada con centro de Lass. A partir de ahí, se sucedieron las oportunidades rayistas. La más peligrosa, al borde del descanso, un tiro cruzado de Lass que pegaba en el palo. Por parte de un desnortado y desdibujadoo rival, apenas se contabilizó como peligro un centro de Nico Hidalgo para Ortuño a la media hora, y su disparo dentro del área pegado al palo.
Pese a lo ajustado del marcador, pocos podían apostar por una reacción amarilla en la segunda mitad. De hecho, los de Sandoval continuaron mostrándose muy superiores ante un Cádiz muy inferior, ¿de Segunda B?, y sin convicción alguna, y eso es lo verdaderamente preocupante.
Y en el 17, en el primer balón que tocaba el recién salido al verde, Miku, asistía a Álex Moreno para establecer el 2-0, con la ayuda de un Alberto Cifuentes que hasta ese momento estaba salvando al equipo de la goleada. Y el mismo Miku, en el 30, marcaba el tercero, a saque de córner y en el segundo palo. Un tanto calcado al encajado hace una semana en Carranza…
Lo único resaltable de este tiempo, el debut de José Mari sustituyendo al cuestionado Eddy Silvestre, pero poco se le vio, engullido por la ridícula actuación del conjunto, sin sangre, sin alma, sin nada de lo que hizo que este Cádiz bordara la pasada liguilla de ascenso a la división de Plata. No hay que ponerse nervioso, queda un mundo de competición. Y la próxima jornada toca recibir al Girona y volver a ser un equipo que sepa a qué quiere jugar, con plan A y si puede ser, también B.
“Estamos fastidiados, en el fútbol se puede ganar o peder, pero hay maneras de perder y hoy no ha sido la mejor manera, porque hemos perdido totalmente la identidad”, reconocía Cervera en la rueda de prensa post-partido, añadiendo que “puede haber sido un borrón o que el Rayo ha sido tan buen equipo que nos ha llevado a cometer esos errores”. “O jugamos a lo que mejor nos va o tendremos problemas”, apostillaba. DIARIO Bahía de Cádiz
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