CRÓNICA J-9. Con la urgencia de reaccionar, y sobre todo de ganar como fuera tras siete jornadas consecutivas sin hacerlo (de ocho disputadas), el Cádiz visitaba en la tarde de este viernes festivo un ambientado Francisco de la Hera de un recién ascendido a Segunda, el Extremadura, colista a estas alturas.
Nadie podía adivinar qué equipo amarillo se vería sobre el verde extremeño, si el ramplón de casi toda la presente campaña, fallón atrás y sin ideas ni pólvora arriba, o el conjunto con hechuras de bloque infranqueable y eléctrico a la hora de atacar que caracterizó en global a los hombres de Cervera en sus dos primeras campañas en LaLiga 123.
Y con la pretensión de recuperar de una vez esa identidad perdida, los gaditanos recurrían en su once a un Garrido inédito en lo que va de curso, y a incluir en la convocatoria a Peter, del filial, dejando a Salvi en casa. Así, salieron de inicio: Cifuentes; Rober Correa, Matos, Kecojevic y Edu Ramos, en defensa; Garrido, José Mari y Álex Fernández, en el centro del campo; Manu Vallejo y Salvador Agra, de extremos, y Lekic en la delantera.
La primera mitad deparó igualdad e intensidad, más que juego. Aunque parecía que los hombres de Juan Sebas dominaban y se mostraban más cómodos con el balón, no se concretaban ocasiones ni en una ni otra área.
Pasados los primeros veinte minutos, el Extremadura sí asustó por partida doble: con un disparo, tras rechace, de Enric Gallego que se iba pegada al palo y sobre todo con un mano a mano de Chuli, que salvaba Matos desviándola a córner. Sin embargo, cuando más peligrosos se sentían los de casa, marcaba Kecojevic, en el minuto 28, cabeceando en parábola un balón de Álex a saque de falta lejana.
El conjunto extremeño se resintió tras ese gol, y se vivieron los mejores minutos de los amarillos. Y Vallejo falló el 0-2 en el segundo palo casi a placer, asistido por Matos.
Superado el descanso, los de Cervera salieron más enchufados y si alguien parecía poder marcar, eran los visitantes… Y ocurrió todo lo contrario. En el 55, el Extremadura se aprovechó de una contra y un centro genial de Álex Díez lo remataba sin piedad Gallego. Y todavía con el subidón de la igualada, tres minutos después, Cifu salvaba una falta frontal, pero en el rechace Gio Zarfino le daba la vuelta al marcador, el 2-1, para hundir anímicamente a unos jugadores ya tocados.
Jairo y Aketxe se incorporaron a la partida por Agra y Correa para tratar de enmendar la adversa situación, aunque la reacción no se veía por ningún lado, y menos aún la claridad de ideas ni las ocasiones, ni de rebote, todo ello oculto tras precipitación, ansiedad y mucho desorden. Y como último recurso, acercándose el minuto 80, salía al campo Carrillo por Matos. Aunque no fue hasta el tiempo de descuento cuando entre la desesperación y tanganas, ese al menos insuficiente empate pudo llegar en algún fallo local, más que en un acierto.
Este Cádiz continúa así su penosa racha, pese a que hasta el primer gol extremeño se estaba ganando el aprobado holgado, y suma su octava jornada sin lograr una victoria. Una dinámica más que preocupante que deja a los gaditanos en zona de descenso a Segunda B. Y el debate sobre la oportunidad de cesar ya, o esperar, al entrenador, crece entre los aficionados. DIARIO Bahía de Cádiz