Segundo partido liguero con Barragán en el banquillo de Cádiz y segunda victoria. Tres puntos muy importantes los sumados en la mañana del domingo en Cartagena que dejan un poco más tocado a un rival directo y que acercan al objetivo, al liderado del Grupo IV: el UCAM Murcia sigue su racha de empates y los de amarillos se aproximan ya a cuatro puntos. En el marcador un 1-3, que certifica el efecto revulsivo del nuevo entrenador y la ambición de la que ha dotado al equipo.
Dos de dos. Segundo partido liguero con Claudio Barragán en el banquillo de Cádiz y segunda victoria. Tres puntos muy importantes los sumados en la mañana del domingo en Cartagena que dejan un poco más tocado a un rival directo y que acercan al objetivo, al liderado del Grupo IV: el UCAM Murcia sigue su racha de empates y los de amarillos se aproximan ya a cuatro puntos. En el marcador un 1-3, que certifica el efecto revulsivo del nuevo entrenador.
Aulestia, Mantecón, Arregui, Servando, Andrés Sánchez, Garrido, Espinosa, Villar, Kike Márquez, Fran Machado y Jona formaron el once inicial de los visitantes, que tardaron en entrar en un choque en el que los albinegros llevaron en principio la iniciativa.
Superada la media hora –y después de que Servando salvara el 1-0 en línea de gol- el Cádiz hacía el 0-1 gracias a Jona, aunque fue mérito de casi toda la parcela ofensiva. Juan Villar entró por la derecha y llegó a línea de fondo para centrar al segundo palo, donde Kike Márquez la puso en boca de gol para que el hispano-hondureño entrando desde atrás anotase, dejando fría, un poco más, a la grada del Cartagonova, unas 3.000 personas, aburridas la presente temporada de, sobre todo, ver empatar a los suyos.
Con el tanto a favor, los de casa se hundían y el Cádiz tomaba el control de la situación, dominaba, tocaba y disponía de ocasiones. Panorama que se prolongaba en el segundo tiempo. No se había consumido ni un cuarto de hora, y el Cartagena se quedaba con diez hombres por expulsión de Germán, al hacer penalti, transformado por Jona. Su segundo gol de la mañana. Y dos minutos después era Villar el que sentenciaba culminando una rápida contra.
Como en el partido del Lucena del pasado domingo, o ante el Villarreal el jueves en el choque liguero, abundaron las ocasiones de gol, lo intentaron Jona, Navarrete e incluso Kike Márquez estrelló un balón en el palo… pero no hubo suerte, mientras un herido e impotente Cartagena marcaba el tanto del honor al filo del pitido final, obra de Ribas de falta directa.
Un 1-3 que aúpa a los cadistas a la segunda plaza de la clasificación y ya ven al UCAM Murcia a cuatro puntos. Victoria, y de nuevo, la ambición, esa otra actitud, hacen creer en este equipo. A seguir. El siguiente rival, el Córdoba B el sábado por la tarde en el Carranza. DIARIO Bahía de Cádiz