Cádiz y Sevilla Atlético se vieron las caras en el Carranza el último domingo del invierno. Un partido para seguir consolidando el liderado, que acabó como nadie podía imaginar: derrota, la primera en casa de la temporada, por 0-2, que hace tener los pies en el suelo. Un marcador condicionado, eso sí, por dos acciones consecutivas en la primera mitad: el gol inesperado del filial en su primer acercamiento y la expulsión de Airam, que dejaba a los de casa con diez hombres durante 70 minutos. Demasiados. Se intentó la igualada pero no fue el día de los de Barragán.
Cádiz y Sevilla Atlético se vieron las caras en el Ramón de Carranza el último domingo del invierno, de nuevo en controvertido horario matinal y en esta ocasión televisado por Canal Sur. Un partido para seguir mostrándose fuerte y consolidado en el liderado. Con un once con Jona, ya recuperado, en el banquillo, y Villar, Kike Márquez, Fran Machado y Airam, en posiciones ofensivas, y Mantecón y Juanma Espinosa en el medio del campo.
Unas 11.000 personas en las gradas vieron un inicio de encuentro muy parecido al de jornadas precedentes: el conjunto de Claudio Barragán, dueño y señor de la pelota, controlando la situación y llegando ocasionalmente a portería. Nada nuevo. Pero en un abrir y cerrar de ojos, el guión dio un giro inesperado. En el minuto 20, Juan Muñoz se recorría medio campo solo y probaba el disparo desde fuera del área, sorprendiendo a un Aulestia frío (y a todos), que no alcanzaba la pelota, y se colaba dentro de la portería ajustada al palo. 0-1 el marcador, y nada más sacarse de centro, el árbitro ni lo dudaba y expulsaba con roja directa a Airam Cabrera en un encontronazo con un jugador del filial.
Con un hombre menos, la afición muy caldeada y un rival extra motivado, tocaba centrarse en enmendar esta situación adversa, a la que Carranza está últimamente muy poco acostumbrado. Y el partido, que siguieron dominando los de amarillo, se volvió feo y bronco. Tomás y Kike Márquez tuvieron sus tímidas oportunidades de empatar antes del descanso, pero poco más. A confiar en la segunda mitad.
Un segundo tiempo que, como era de esperar, se desarrolló desde el inició con los de casa volcados sobre la portería de David Soria, y un Sevilla B bien colocado y metido en su área, confiado en dar la puntilla en alguna contra. Villar gozó de la primera oportunidad clara, antes de la entrada en el campo de Jona. No obstante, el panorama se ponía todavía más gris en el minuto 24, cuando, de nuevo Juan Muñoz, hacía de cabeza el 0-2, rematando una falta lateral. Y se hizo el silencio en el estadio.
De aquí al final el choque se convirtió en un quiero y no puedo desesperado y desesperante, con el equipo y la grada poco convencidos ya de poder como mínimo igualar el marcador. Una derrota, la primera en casa de la campaña, para recordar a todos que ni este tramo final de liga regular –nueve finales…-, ni lo que vendrá luego, los play off, serán un camino de rosas, pese al potencial que venía demostrando el equipo en las últimas jornadas. Sin duda, Canal Sur es gafe… la excusa fácil para explicar este tropezón insospechado. Pese a todo, la afición despidió a los suyos con aplausos. Hay que seguir confiando igual que ayer. El UCAM sí hizo sus deberes, ganó, y se pone de nuevo a tres puntos del líder… DIARIO Bahía de Cádiz