Tarde de sábado pre-semana santa y fútbol en Cádiz. El Ramón de Carranza todavía con el recuerdo fresco del primer tropezón en casa ante otro filial, el del Sevilla, recibía la visita de un fuerte Almería B, situado en puestos de liguilla. Y no fue un gran partido, aunque el marcador final, 3-0, diga lo contrario. Es lo que diferencia a este equipo líder, solvente y confiado. Los goles de Villar, Márquez y Jona siguen dejando a los de amarillo con al menos seis puntos (o hasta nueve) de ventaja sobre el UCAM. Y una jornada menos por disputarse.
Tarde de sábado pre-semana santa y fútbol en Cádiz. El Ramón de Carranza, con unas 10.000 personas en las gradas –y una docena de aficionados visitantes- recibía al Almería B, aún con el recuerdo fresco de la primera derrota en casa ante otro filial, el del Sevilla. Con todo, los seis puntos de diferencia con el inmediato perseguidor –los de amarillo volvían a ganar la pasada jornada a domicilio y los murcianos perdían- hacían que se viviera el choque con cierta tranquilidad y confianza: la que da verse líder destacado y fuerte a ocho jornadas de que se cierre la temporada regular. Y además, acaba de decir adiós de forma oficial al concurso de acreedores al que se acogió en 2010.
Inicio de partido frío y silencioso: durante los primeros diez minutos las Brigadas Amarillas en fondo sur, fundamentalmente, protestaron -sentados y sin animar- por los cacheos a los que últimamente se ve sometida la afición al acceder al estadio. Y se notó, vaya si se notó, su ‘ausencia’.
Sobre el terreno de juego, Claudio Barragán recurrió una vez más a sacar de entrada a Jona y Airam en la delantera, mientras que el centro del campo era para Navarrete y Mantecón. Y, sin avalanchas, es verdad, pero prácticamente desde el minuto 1, el partido fue de los de amarillo, mirando siempre a la portería de Gianfranco. Aunque apenas se tiraba a puerta… hasta que en el minuto 25, cuando el encuentro se volvía denso, en una jugada aislada, Villar se encontraba el balón en el área chica sólo para empujarlo. Había que estar ahí. Y subía al marcador el 1-0. Y poco más ofreció esta primera mitad.
Tras el descanso, el Cádiz no salió nada despierto de vestuario y el Almería B, más motivado, llevó el peso de la situación demasiados minutos, sin acercamientos peligrosos, pero embotellando a los locales en su campo. No obstante, le bastó un contragolpe bien llevado para que en el minuto 17 Kike Márquez llevara la tranquilidad a Carranza, haciendo el segundo de la tarde.
Con el marcador ampliado y el paso de los minutos, el filial, bien plantado casi siempre, fue bajando los brazos y los de Barragán, fueron retomando el control, sin prisas. Y sin prisa subía el 3-0, en el minuto 33, obra de Jona, tras una dejada de Márquez desde el suelo.
Y la grada cantando “¡Claudio Barragán, Claudio Barragán!”, y haciendo la ‘olita’. Tres puntos más, liderato consolidado –si este domingo pierde el UCAM, serán ya nueve puntos de diferencia-, y una semana menos para finalizar, con los deberes cumplidos salvo desastre en las siete jornadas que restan, el ‘trámite’ de la liga regular. DIARIO Bahía de Cádiz