El 22 de diciembre de 1994 se ponía en marcha la primera Cámara Oscura del Estado español. Y no era ni en Madrid, ni Barcelona ni Sevilla. Era en Cádiz, en la Torre Tavira, una de las más de centenar de torres miradores/vigías (y la más alta) que poblaron la ciudad en el siglo XVIII, cuando el puerto gaditano tuvo el monopolio de todas las mercancías procedentes de América.
El proyecto, hace tres décadas, fue impulsado por la emprendedora gaditana Belén González Dorao, tras conocer la Cámara Oscura en Edimburgo (Escocia), poniendo en valor esta atalaya que se encontraba en desuso, y que con el paso de los años se ha convertido en un referente turístico y cultural de primer orden.
Y para celebrar el 30 aniversario de aquella inauguración, la firma que gestiona la Torre Tavira ha celebrado una fiesta junto a amigos y colaboradores en el patio del recuperado Palacio de los Marqueses de Recaño, en la misma finca, reconvertido por el Ayuntamiento desde la primavera de 2023 en la Casa del Carnaval de Cádiz. Acto en el que se hizo repaso al pasado, a la puesta en marcha de la idea y su evolución, pero también se miró al mañana.
“¿Cómo vemos el futuro desde nuestros catalejos en Torre Tavira? Unidos, siendo creativos e innovadores y lleno de responsabilidad, sostenibilidad y compromiso con, por y para Cádiz”, apuntó Belén González.
Una velada de “encuentro y celebración” en la que, destacan sus organizadores, “reinó la nostalgia, la ilusión ante lo que está por venir, la alegría y el buen ambiente”.
“MUCHO MÁS QUE UNA EMPRESA”
“Hoy en día, la Torre Tavira es mucho más que un edificio, mucho más que una empresa, es casi una institución, una seña de identidad de la ciudad, con un equipo que empezó con apenas cinco personas y que hoy cuenta con 18 profesionales, enamorados y comprometidos con Cádiz que disfrutan orgullosos de poder enseñar Cádiz desde el cielo, en 360 grados, a todos los que nos visitan”, se subraya en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz; remarcando que es “algo de lo que todos los gaditanos podemos sentirnos muy orgullosos”.
Es más, se añade que “aunque parezca mentira todavía hay muchos gaditanos que no nos conocen todavía. Todo el mundo sale fascinado de la Cámara Oscura. Es increíble como algo tan sencillo que funciona con dos lentes, un espejo y la luz tan bonita de Cádiz, puede mostrar una imagen tan nítida y tan precisa de nuestra ciudad y como se puede ver Cádiz en 360 grados sin moverse de una habitación”.
Además, lo largo 2024 se ha estado celebrando este aniversario con otras acciones, como la exposición de Cecilio Chaves ‘Cádiz en 360’, o acogiendo el homenaje de los cien años de la primera emisión de la (hoy) cadena Ser.
“HA VISTO PASAR (PARTE DE) LA HISTORIA DE CÁDIZ”
Tras la instalación de la primera Cámara Oscura en Cádiz allá por 1994, esta empresa gaditana ha exportado además su conocimiento y experiencia al mundo entero, instalando este instrumento óptico en lugares como Jerez, Sevilla, Jaén, Salamanca, Santander, Tudela, Teruel o La Habana (Cuba) y Lisboa (Portugal), “convirtiéndose en un referente mundial”.
Además, Torre Tavira se enorgullece de ser algo más que una referencia turística; así, presta sus instalaciones, después de cerrar a los turistas, para hacer actividades culturales (proyecciones, conciertos, presentaciones de libros…), lo que con el tiempo se ha consolidado bajo el nombre de ‘Eventos de Altura en la Torre Tavira’.
Igualmente, a largo de estas tres décadas, Torre Tavira ha trabajado en varios proyectos, como el de la puesta en valor de las torres miradores, publicando una guía en 2012 y un libro que verá la luz en breve, hasta su pelea por la inclusividad y accesibilidad, luchando desde hace más de 20 años (y todavía no se ha logrado) por poder instalar un ascensor.
La Torre Tavira fue designada como torre vigía oficial del puerto de Cádiz en 1778 por ser la cota más alta de la ciudad y controlar todo el comercio marítimo (a 45 metros sobre el nivel del mar y en el centro del casco antiguo). Su nombre le fue dado por el teniente de fragata Antonio Tavira. Desde entonces, esta atalaya “ha visto pasar la historia de Cádiz, desde los grandes barcos cargados con mercancías del nuevo mundo, hasta la construcción del nuevo puente”.