DÍA 21 (4ª CUARTOS DE FINAL)
Activada la cuenta atrás de los cuartos de final del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2024). Pisamos la cuarta noche de esta fase ¿sobrante?, y por delante quedarán tres sesiones, ¡tres!… y ¡¡descansamos!!
Un lunes de Falla con un cierre soberbio, a cargo de la comparsa de Manolo Cornejo ‘La alegría de Cádiz’; una apertura considerable, la del coro de los estudiantes ‘La fiesta de los locos’; y entre medias, el chirigotón ‘Carnaval, me cago en tus muertos’.
Última hora: mañana, o sea, este martes, se vota en el Congreso la manoseada ley de amnistía. Estarán muy pendientes esos poetas de Cádi a los que tantos repertorios les está salvando. Juan, ¿tú estás a favor o en contra?… ¡lo que diga mi mujé! Maripili, tira de la palanca, y que crezca este cronicón sin fimosis, sano y fuerte, pero tampoco un armario empotrao como esos que van a los gimnasios a exhibirse a través de los espejos, ehh… Ahh, ¡Yuntamiento de Cádi!, ¡gracias por la mortadela!
‘La fiesta de los locos’, bocabajo
Las 20.03 horas. Arriba telón. El bufón vuelve a reinar por un rato, al menos mientras canta el coro de los estudiantes, ‘La fiesta de los locos’…, “a nadie lo quiero ver con la cara agachá… declaro el día, de todo al revés… palabra de rey, palabra de loco”. Amordazando el estilo más musical, fresco y creativo que ha caracterizado siempre al grupo de Antonio Bayón y Rubén Cao. Frente a los localismos catetos y apelando a aquello de la unión hace la fuerza, en el primer tango provincial…, “el día que nos demos cuenta… ya sé que Jerez no es Cádiz, ya sé que son muy distintas, que ese odio acomplejao no hace grande a una provincia… que Cádiz no es solo carnaval, que también le viene a asomar el duende flamenco del cante de los gitanos… que no hay gloria en esta guerra entre gaditanos, seguiremos siendo el culo de España para el que viene sólo en verano”. La otra letrilla, con rabia, hace una defensa de la mujer, algo más de un culo y unas tetas, replicando al cuplé rancio del capitán Procopio, mentando a las tres concejalas de Fiestas citadas, a María, a Lola y a Bea… “no son cuerpos pa una orgía, que a mis compañeras se las respeta, se las respeta”. Custodia compartida para el aceite y la freidora; y la palmera caída, túyajabe, en la tandita de cupleses, de saldo. Si no es verdad que estoy loco, completamente loco, me falta poco, me falta poco. “Harto de disimular la mentira cochina que se esconde detrás de esta farsa de vida, de las apariencias y del qué dirán… hoy soy yo quien verá a través del antifaz, hoy seré, nada más, que el que cuenta su verdad… quiero desnudar la razón, siendo políticamente incorrecto, pero al menos siendo yo…”, y por ahí parte un interesante popurrí con moralina, llamando a vivir sin caretas; pero como todo, la fiesta también tiene fin…, “y cuando acabe (el mundo) que nos salve el humor, el bufón de sus cenizas puede resucitar… renaceré por febrero en carnaval”. Juan, saques otra vez al jorobado de Notre Dame, que vas a quemar el VHS.
‘No hay verano sin besos’, la seat es mu carmona
We are the champions. Vuelven a celebrar la copa del mundo mundial la furbolistas del Cascana, junto al calvo del Rubiales. ‘No hay verano sin besos’, no no. Con sus camisetas de la marca Acedías y Willy y Paquito el del Mentidero muy presentes. Para empezar, la metáfora más futbolera de Cádi para denunciar que los autores-entrenadores, no escriben con cohones…, “el delantero turismo no para de meter goles, de la liga de la industria nos han echado… árbitro dónde estás que yo no te veo, que nos dan codazos patadas y nos dejan por los suelos…”. El segundo pasodoble parte de los cayetanos-fachas protestando contra el Gobierno central, para acabar mirando al sur, a su suerte dependiendo del turismo y hostelería…, “que tiemble España cuando salgamos y nos rebelemos, la gente de Andalucía”. Los cuplés ni rozan el palo, con alusiones otra vez al Puigdemont marcándole un gol al Perro Sánchez, por atrás; y un cameo de un amago del Orozco tras comerse a dos o tres. Echaron al presidente por pegarnos un besito… ¡¡Vizcaíno, dame un piquito!! El popurrí se construye basándose en hechos reales, en todo lo conocido tras el beso no consentido del presidente de la federación de fútbol, adobado con el particular estilo de esta chirigota mamarrachera inclusiva, algunos golpes que no terminan de explotar, la inexcusable cuarteta hablada del Popo de Carmona, y el remate pancartero, hasta tres reivindicaciones-denuncias antes de caer el telón. “¿Qué habéis ganao el Mundial? Po yo no me he enterao… Para estrellas ya tengo todas las del cielo de mi Caleta… mi Caleta, mi tesoro con más estrellas, que Alemania, que Argentina, que Brasil”. ¿Te has enterao, Juan?
‘Agüita tapá’, con agüilla
“Yo soy el señor del viento, soy el rey del mar, y no sé cómo lo hago que siempre acabo en aguatapá”. Con sus tridentes al aire ya está en posición descalza la comparsita portuense ‘Agüita tapá’, de Miguel Zampaña y David Ganaza. Repasito a músicos punteros del carnaval en la primera letra…, “y sueno a todos los Vivaldis gaditanos que han parido su compás… pa que Cádiz suene a Cádiz como debe de sonar… que Cádiz revienta un redoble y suena a sus nombres y sus apellidos”. Ambiente burgalés en patiobutaca. Juan, saca la mantita. El otro pasodoble nace en las manifestaciones fachas a las puertas de la sede del PSOE en Ferraz y muere metiendo al Juarmaloharía en el mismo saco, y a todos sus votantes…, “sacando el odio despiadado que se acumula en sus entrañas, para pedir sobresaltados que vuelva a haber golpe de estado para la gloria de su España… la misma que un día votamos y está gobernando en Andalucía”. ¡Ha picao, ha picao! Pescando esos dos cuplés de comparsa, con Podemos desapareciendo del Congreso, “donde Echenique han enchufao la cafetera”. Emmm. Y el nabo no podía faltar, no. Juan, el Falla es un huerto cada febrero. Qué tendrá tu orillita, que hasta el agua se vuelve bendita, me cachi en la mar. Sencillo popurrí húmedo sin pretensiones que te presta, si tú quieres, “el mar, su furia y sus mareas” para defender a Cádi de los maremotos. ¡¡Qué viene el tsunami, eehhh ehhh!!
‘Carnaval, me cago en tus muertos’, ¡famélica!, ¡famélicaaaa!
“A mí dejarme tranquilo, que yo no me meto en ná, que solamente pretendo barrer la mierda del carnaval”. Esencia del holaquéhay de la chirigota barrendera sin medida ‘Carnaval, me cago en tus muertos’. Y yo, y yo. Y Juan, y Juan. Dejando clarinete que nunca se unirían a la orgía del Procopio. Recadito al respetable en ese primer pasodoble crítico con los irracionales fanatismos familiares.., “qué pasa ahora en el Falla, que la gente está fatal, esto no tiene remedio, publico de Juanymedio, aunque parece que un medio se habéis comido tos… me estoy quedando flipao, el número del camello me lo tenéis que pasar… al concurso se viene a disfrutar y respetar… chillar como catetos se está quedando obsoleto y eso aquí no vale ná… y me voy a cagar en los muertos, si termina el pasodoble, y no me gritáis campeones”. Dicho y hecho, ¡campeones, campeones! El patiobutaca se retrata solito, Y bastinazo todavía más gordo en la otra letra capillita-sexuá…, “qué pasa en semana santa, que se están follando tos… el cura de San Lorenzo, que a los nabos es propenso, ha cogío dos o tres pichas, cayendo de un escalón… el de Oración en el Huerto, diciendo yo no soy gay, tocó pene por los nervios… se ha perdido el respeto, los valores, en Cádiz las iglesias son la isla de las tentaciones… y yo con esta carita que tengo, que no me como un caraho… he llamao a mi amigo Juanma para cargar el Ecce Homo, a ver si me como algo”, jejej. No bajan el piñón en los cuplés, respondiendo a los mosqueaos del Luis Rivero, “la primera vez que se enfada conmigo un cartuchito de ortiguillas”; y a quienes los tachan de drogadictos, “al menos hay dos que no se meten”. ¿Dónde quedó el amor propio, Cádiz qué coño te pasa?, a ver si barremos pa casa. El popurrí entra sin vaselina, a pelo, barriendo por diferentes rincones en carnaval, con momentazo en la carpa, “dónde está ese pokemon cabrón, que lo mato”, y homenaje en el remate, “y ahora Cádiz es menos Cádiz, desde que Paquito no recorre la ciudad…”. Con propina surrealista acompañando la caída del telón… “no ha pasado el Hum, no ha pasado el Hum, la comparsa Hum, no ha pasado el Hum, no ha pasado el Hum, la comparsa Hum…”. Te podrá gustar o no, pero esto es carnavá, de Cádi. Y los tuyos, por si acaso.
‘Los amuletos’, si ya tengo mi carrera musical…
Andy y Lucas, sin el Lucas, ya camina camina camina camina camina camina, caminante, con ‘Los amuletos’, su comparsa caza-pokemons…, “que antes que llegue el final, encontrarás tus propios amuletos”. La idea de la propuesta se mantiene tan difusa como en clasificatorias. Juan, no les mires a los ojos, ¡¡no!! Quejoso con los plumillas el primer pasodoble en el que el Andy, sin el Lucas, habla en primera persona…, “hay periodistas que desconocen el cariño que te tengo, y me preguntan para qué diablos vengo si ya tengo mi carrera musical… antes que nada yo me debo a mis paisanos, en febrero mi corazón es pa Cádiz ná más… grande, esto es algo tan grande, es la herencia bendita de los que aquí nacimos… si cuando llega febrero, antes de ser artista, siempre seré comparsista”. Y otra letra contra Humberto, el presidente de la asociación de comparsistas…, “yo no podría evaluar una pintura de Picasso… arte, cuando se habla de arte, se habla de un sentimiento tan grande que hay que tener conocimiento para poder juzgarte… tú no eres mi presidente”. Ahh. Con los ojos vueltos en los cuplés, pa darles con la herradura… Gozándolo como tú, Juan. No sé pa qué busco amuletos, si la suerte está de mi lao, que mi mare me parió en Cádi, mira tú qué afortunao. Gastando suela en el popu, que no quiere acabar con tópicos, en el cementerio de La Caleta, donde todos los poetas paletos van a morir, o argo asín sueltan en la cuarteta chimpón. A veces la miro y lloro y lloro, pensando que pudo y no fue al final, ver a las nubes, tapar las estrellas, estrellas que sólo te quieren mirar… Juan, ¡yaaaaa!
‘El niño de Isabelita 2’, y ¿la herencia?
Han tenido que buscar una imprenta de guardia para la gracia telonera de la presentación, con el Paquirrín incrustado en el cartel recién desvelado de la semana santa de Sevilla, no apto para mojigatos. Exigiendo el antifaz de oro, que los copleros en el Falla llevan cuarenta años recurriendo a hijo de la Pantoja en sus repertorios. Con el auto-tune on ya suena ‘El niño de Isabelita 2’, desde Rota para el mundo, el mundo que sigue Telecinco y sucedáneos. Una guiri en patiobutaca, liándola con sus gritos a lo María la Yerbabuena, de Arizona. “Cuando hablas de censura, lo que más gracia me hace, es que este templo es un ejemplo en el que mirarse”, subraya el primer pasodoble contra el humor rancio y arcaico. La otra letra, de consumo interno, se la cantan a uno de los componentes, Antoñito Molina, para emoshionarlo en público, en plan Isabel Gemio, sorpresa sorpresa. Sí, este Antoñito es el cantante roteño que lo está petando, pero “cambiaría un Grammy Latino por seguir en el Falla”. Aro aro. “Venirse en barco desde Sevilla es un trabajaso”, apunta uno de los cuplés señalando al Bizcocho. Juan no lo pilla, no. Sevilla tiene puerto y un Guadalquivir navegable hasta su desembocadura, tuerces un poco y atracas en el muelle de Cádi. Listo, ya está el Titanic en el teatro. Lo he ganao to por la cara, y me lo he gastao por la nariz. “Por más conciertos que yo haga, no hay ná como escuchar tus palmas, al llegar los carnavales”. Ahí queda ese popu folclórico. ¿Habrá tercera parte?
‘La alegría de Cádiz’, importancia a lo importante
Y plegando las velas de la función, una comparsa de Cádi, para Cádi, por Cádi. Manolo Cornejo nos regala ‘La alegría de Cádiz’. “Nací gaditano, en la orilla de la playa, una ola vino y tuve el primer resbalón, y aprendí de niño que en el juego de la vida, levantarse si te caes, era la única opción… y aunque roto por dentro, me visto de alegría, pa demostrarle al mundo, mire usted, lo bonita que es la vida… no existe mejor consuelo que colorear con una risa tu peor momento, y de eso sabe mi tierra que es noble y guerrera, valiente y experta, en el divino arte de sobrevivir… ahí va la alegría de Cádiz”. Cogerlo ahí. El grito de la juventud que persigue independencia en un primer pasodoble que reniega de subvenciones…, “hiere mi orgullo rondar los treinta, y comprobar que lo que avanza es sólo el tiempo… lo que los jóvenes reclamamos es ver la luz detrás de tanta sombra, no quiero ayudas para alquilar, quiero un trabajo que me dé la independencia, quiero ser útil y ser capaz, no me des peces, deja que aprenda a pescar… tengo dos manos, un millón de sueños, fuerza y ganas para construir mi vida, y poder el día de mañana al que critique gritarle, que igualito que mi padre, a mí no me regalaron nada”. Acertado. Y sigue pasando el tiempo en el segundo pasodoble miedica: “el miedo importa cuando lo has de luchar, pero es sencillo cuando es de los demás, el miedo puede cambiar tu vida, creando heridas que hacen que vivas a medias… no es cosa de cobardes, porque también viven en los valientes, quiere que te equivoques, es esa angustia de cada noche que no te quiere ver sacar los dientes… y quién no sintió miedo al ver el paso del tiempo, por ver que he de asimilar algo inevitable… por eso antes de que el miedo me pare, quiero cantarte… que en las canas de tu pelo, es esconde mi mayor miedo, cuando me falte mi mare”. Vaya girito, pa tocar la patata, Juan. Bien bien esa tandita de cuplés conectada: una pareja viajera, con la nevera llena de imanes de medio mundo…, “y yo que soy un tieso, con el dinero que estoy ganando, ahora mismo en mi nevera hay dos imanes, del Río San Pedro y de San Fernando”; y un colega que ha ido a conciertos de artistas de renombre también por medio mundo…, “y yo que soy un tieso, con el dinero que estoy ganando, he ido a dos actuaciones del Ramoni, en el Río San Pedro y en San Fernando”. Jeje. No sé lo que tienes, sentrañas mías, pero me alegras la vía. Este personaje va entregándose, repartiendo trocitos de su corazón en un pupurrí colorista, también el negro, ocultando sus propias congojas, pidiendo ayuda en silencio, vaciándose… hasta que la misma Cádi le llena ese vacío para volver a salir a la calle mañana a compartir su reír por no llorar. Con versos de gran categoría y profundidad entre esas cuartetas: “Que la vida pa nadie nunca se detiene, las cosas vienen como vienen y tienes que resistir… pero no pienses que por ser de Cádiz, tomo a cachondeo lo que es relevante, aunque una cosa tengo clara ¿eh?, importancia a lo importante… aquí se lucha y sólo una vez al año, se echa rabia por la boca… No te quejes tanto, no te enfades por tonterías, que la vida es corta y aquí vamos a estar dos días… Aparta de tu mente ese runrún de cada noche, ¿tiene solución?, sí, pues ya está oe, ¿tiene solución?, no, pues entonces… Te entrego una sonrisa y me traigo un problema, y mi cabeza combate siempre con la misma lucha, quién alegra al que te alegra, quién escucha al que escucha… Aunque este roto, emborracharte de alegría, eso, la vida es eso, que nadie nos asegura un nuevo día… Y aunque a mi gente di todo lo que tenía, Cádiz siempre tiene un hueco pa devolverme la vida… Tacita, que cuanto más te voy queriendo, más me duelen tus penitas…”. Un popurrí para bañarse y retozar en él. Juan, tráeme el champú.
Las 00.09 horas. Baja el telón. Ha ido con bulla la función, Juan. Ahora, ¿a vé cómo engordamos y justificamos las horas extras ante el jefe? Inteligencia Artificial, enciéndete y ponle un sincero hastaluego a este cronicón que huele a lunes, ¡¡¡lunes!!!, con una de tus frases célebres precocinadas: “La alegría no está en las cosas, está en nosotros”, dicen que dijo Johann Wolfgang von Goethe. Dany Rodway
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