Tarde desapacible la del sábado en el Carranza para disfrutar, con el chaquetón y bajo el paraguas, del último partido del Cádiz en casa del año 2014. Un choque ante el Córdoba B, de nuevo disputado con ganas, para confirmar la buena racha de resultados y de imagen y actitud del equipo, desde que llegara Barragán. Y otra victoria, por 3-0. Tres de tres en esta etapa post-Calderón. Otra ocasión para recortarle distancia, si es posible, al líder, el UCAM de Murcia.
Tarde más que desapacible la del sábado en el Ramón de Carranza –con el césped en aparentes condiciones, pese al agua caída durante la jornada- para presenciar el último partido del Cádiz en casa del año 2014. Un choque ante el Córdoba B para confirmar la buena racha de resultados y sobre todo de imagen y actitud del equipo, desde que está en el banquillo de Claudio Barragán. Otra ocasión para recortarle distancia, si es posible, al líder, el UCAM de Murcia, que se otea ya a cuatro puntos; además de ganar un poco más de confianza de cara a la vuelta de la Copa del Rey entre semana, en el Madrigal del Villarreal. No todo está decidido, pese al 1-2 de la ida.
Ante el riesgo de mucha lluvia, la entidad tuvo el detalle y el acierto de abrir la grada de Tribuna a todos los abonados. Unas 9.000 personas en las gradas recibieron a los suyos con una cerrada ovación, reconociendo el meritorio triunfo del pasado domingo en Cartagena. En esta ocasión, en el once titular, sin titubeos: Jona y Airam arriba, Kike Márquez y Villar en los extremos., Juanma Espinosa y Garrido en el medio del campo, y Mantecón, Andrés Sanchéz, Servando y Arregui en la defensa.
La presión inicial de los amarillos, no tan descarada como en partidos precedentes, fue poco a poco metiendo al rival en su área, y la primera oportunidad clara de gol la firmaba Jona, estrellando la pelota en el palo en el 8. Dos minutos después aprovechaba el pase de Villar tras recorrer toda la banda para hacer el 1-0. Este Cádiz, cuando se pone, da gusto.
A raíz del tanto, el encuentro entró en una fase sosa, en la que bajó algo la intensidad. Paralelamente, los Brigadas Amarillas llevaban a cabo su particular protesta, de actualidad, abandonando su sector habitual en fondo sur, al cántico de “somos ultras, no delincuentes”. Encima, comenzaba a llover, también en Tribuna.
Por el filial cordobés, Dani Hernández tímidamente, y poco después Juanfra, con peligro, avisaban… y en respuesta, Airam fallaba casi bajo palos. Y Márquez, una vaselina en la siguiente jugada… y Juan Villar unos minutos después. Se animaba de nuevo el tramo final de la primera mitad, con toque, mucho toque. Y se caldeaba, después de que el árbitro obviara un agarrón de Fran Serrano al canario, cuando se colaba solo camino del área, en una clarísima ocasión de peligro. El justo remate de este periodo, tenía que llegar: el segundo del hispano-hondureño, de nuevo con asistencia de Villar.
El mismo Villar era el primero en probar a Villanueva tras el descanso, tras un pase generoso de Airam. Una segunda parte más pausada, con un control casi absoluto de la pelota de los de casa y un Córdoba B bien posicionado, intentando no dejar pensar a los jugadores de Barragán.
Y poco a poco –con los Brigadas y sus habituales cánticos, ausentes- fueron consumiéndose los minutos sin cambios en el marcador, pese a que el onubense gozaba incluso de un mano a mano con el portero. Hasta que rondando la media hora Migue García, ya en el terreno de juego sustituyendo a un aplaudido Jona, certificaba la goleada, el 3-0. Y festival de villancicos en la abarrotada Tribuna, mientras se seguía buscando el cuarto. La ambición, que no falte. Airam Cabrera tuvo el cuarto muy cerca ya en el descuento, pero no pudo marcar su golito.
Tercera victoria liguera consecutiva del Cádiz –nueve puntos de nueve y nueve goles, aunque han podido ser el doble, o más…-, que le mete presión al UCAM de Murcia, que juega el domingo su partido. Y el miércoles, a intentar la machada copera en Villarreal. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway