“Sé valiente y convoca a las urnas, que el linaje de tu cuna ya me suena medieval”

DÍA 18 (3ª CUARTOS DE FINAL)

Y en Canalsú, hombres pelo-en-pecho debatiendo, en serio, sobre si las mujeres deben llevar sujetador o no: ¿violencia o decoro? La vuestra, cada día más vuestra y más rancia, Las cositas del Juarma y de su sonrisa ultramoderada mientras canta rancheras a dúo con Bertín. Dejarse de chorradas fachas, y que el Falla saque pecho ya, con los pezones tiesos señalando hacia la tercera jornada de cuartos de final del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2023): “no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas…”.

Un miércoles surtidito, sobresaliendo el cuarteto gladiador del Gago, el coro de los estudiantes mejor-hoy-que-mañana, la chirigota de botones del Barrio, y las comparsas ‘Las musas’ y ‘Cádiz de mi alma’, ambas coincidiendo en demandar a la presunta futura reina un referéndum sobre monarquía o república. ¿Ya toca, no?

Oye, que casi una década después regresa a los escenarios Melocos. Juan, refréscame algún temazo de los portuenses… ah, no, po no. Maripili, tira de la palanca y que este cronicón con piedras en la mochila no dé muchos tropezones. Y quien quiera pagar la convía, cheques al portador, porfavó.

‘Los que siempre la empatan’, y todavía, no se ha secao

¡Esa cantera! Para poner en valor el trabajo de los flamantes primeros premios de infantiles de este COAC 2023, como teloneros de varias de las funciones, cortitas, de cuartos aprendemos un ratillo con los chavalines. Hoy presenta una muestra de su repertorio el cuarteto number one ‘Los que siempre la empatan’. Pescando en el Campo del Sur, y no falta el cangrejo “miau miau”, la gaviota loca por “las cañas de chocolate” y el erizo, con pena, “que nadie me da un abrazo”. Con mensaje ecologista subyacente, que “todavía estamos a tiempo de salvar el planeta”, blam blam. Con la cestita y con la cañita, a juí. ¡Cuarteto cuarteto!

‘Aquí no se rinde nadie’, dientes dientes

Las 21.04 horas. Arriba telón, ahora sí. Juan, enciende esas luces estereoscópicas. Mix fenicio, romano, musulmán y cristiano: saluda el coro de los niños, de Nandi Migueles, ‘Aquí no se rinde nadie’…, “canto para que a mi ciudad no le quiten nada más… yo soy tu ADN, tu tradición, es Cádiz mi ambición… los niños ya están aquí, que no hay nadie en toíto Cádiz que ahora mismito sea más feliz”. Alegría moderada. Irrebatible remate el del primer tango: “no existe dinero en el mundo que eduque a un cabrón”. ¿Algo más que añadir? El colectivo de colegios privados-concertados ya estará ultimando su comunicado-indignado, Juan. La orquesta “habla” en la segunda letra envenenada, señalando a quienes quieren enterrar a la modalidad, que no es negocio como otras…, “que el coro y el tango de Cádiz jamás se vendió”. Un cuplé buscándole rincones de Cádi a carnavaleros, y a Quiñones, como no, la tapia del cementerio; y en el otro, radiando un golazo del Cádi… “jugando al Fifa”. “Porque nadie va a robarme nuestros besos y tu puesta de sol”. Y un popurrí, mirando a la Bahía como solución, con cuartetas más conseguidas que otras…, “cuida tus raíces que yo te voy a vigilar, tú nunca pongas en venta nuestro pellizco y compás… Mi tipo ya ves, no es un disfraz, es historia y mucho más”. Más o menos.

‘Cádiz de mi alma’, ¿mi arma?, naah

“Cuando nace un gaditano, da comienzo mi camino, me meto en las entrañas de su cuerpo y por mucho que pase el tiempo, voy dictando su camino… soy quien te ata aquí de pies y manos aunque te tengas que marchar… por mí, pa ti tú tierra es lo primero…”. Coqueta presentación esclarecedora de ‘Cádiz de mi alma’, peaso de comparsita de Manuel Cornejo. De nieto a nieto la primera letrilla, dirigida a la infanta heredera…, “ya son varias las generaciones, manteniendo a todos los borbones… sé valiente y convoca a las urnas, que el linaje de tu cuna ya me suena medieval… noble, sé noble de carácter, deja que el populacho hable del futuro, no obligues a mis hijos y a mis nietos, a que sean esclavos pa mantener a los tuyos”. Aunque en ese soñado referéndum ganaría la monarquía, ¿qué no?, vaticina Juan. Y mediando entre Tino y Quiñones, visto desde el punto de vista de Cádi como madre…, “con lo que yo aprendí, viendo vuestras comparsas… una guerra por qué, no sé lo que ganáis… pensad en la afición y no la dividáis… Cádiz quiere que dos hermanos sólo peleen con coplas y repertorios… que luego llega el arrepentimiento cuando por desgracia hay que ir al tanatorio”, pumba. Mejorcito el segundo cuplé, rondando por la originalidad de los tipos carnavaleros. “Yo tan de carnaval, tú tan caletera… anda, ve y dile a tu mare, que eres mi alma gemela”. Y de lacito, un popu evolutivo, con alma…, “si no me llevas a mí dentro, no puede dolerte Cádi… ay Cádi de mi alma, cuánto te quiero”. Cosa potita que nos acabamos de meter entre pecho y espalda, Juan.

‘Çembrando Coplâ (La comparça er pueblo)’, en barbecho

Desde San Martín del Tesorillo, aro aro, ‘Çembrando Coplâ (La comparça er pueblo)’, la chiri de Luis Rossi, Moi Camacho y Mario Rodríguez…, “aunque haya nacío en el pueblo, mi sueño es ser comparsista… hasta cantan mis gallinas, las que estáis liando, chiquillo… y si no llego al tono traigo pa pincharme, otro urbasón”. La turistificación presente en el primer pasodoble, “nuestro pueblo ya no tiene encanto, es como otros tantos, perdió su tipismo…”. Y “con humor reivindico lo nuestro, mi habla, mi acento, y de todos los pueblos de mi Andalucía”, en el segundo pasodoble, frente a quienes lo identifican con catetismo. Un robot hostelero; y un cochino vestido del Zara, en esa tandita rústica de cuplés. El estribillo, si no se entiende bien, “es que está metido en bruto”. “Se nos fue el santo al suelo”, uno de los puntos del popurrí árido…, “quiero vivir en tus fiestas y tus bullas, siempre a la verita tuya…”. Juan, guarda la zoleta.

‘El veneno del rincón’, media limeta

Los Pabellones reabre su mostrador desperdigando su esencia, la esencia de aquella Cádi que sabe a ayer…, “veneno veneno veneno tiene la copla de Cái, pa lo malo y pa lo bueno…”. Pisa las tablas ‘El veneno del rincón’. De entrada, un caso de afectado por el amianto que se manejaba en el pasado haciendo barcos…, “cuántos años te quitaron quienes te envenenaron… que la vida de un obrero, vale más que tó astilleros… pero sólo era un currante abandonao a su suerte… pa ganarse allí la vía firmó su muerte”. “Váyase acostumbrando que yo cante lo que quiera… no te he visto asustado cuando las gracias las hace un hombre… venga sal de la cueva, y libérate si puedes…”, anota la otra letrilla enfocada a esos machos escandalizados cuando una mujer en las tablas se caga en las castas del patriarcado. Como ejemplo ilustrativo, bastinazo gordo en el segundo cuplé, un mando vibrador sin control, “que como esto siga así voy a poner a la prensa to chorreando”. Juan, ¡¡reacciona!! “Abre Los Pabellones, abre Los Pabellones”. Popurrí impregnado de San Juan de Dios con Plocia, seis de la mañana, con su ¿veneno…?, “óyelo, ámalo, súfrelo, y envenénate de carnaval…”.

‘Escuela taller de gladiadores El Pópulo’, mea pulpa

Nueva etapa del COAG, el concurso de gladiadores del Gago y compañía, ‘Escuela taller de gladiadores El Pópulo’, preparando el próximo combate ante Marco Teladebruto en la parodia. “Hay que aprovechar el momento, carpa-diem”, jeje. Pasacalle camino al coliseo, y Seur acaba apalizao, y dejando su testa-miento… “ha muerto, uno menos pa repartí”. Resumen resumido de lo acontecido. Hace más gracia en vivo y en diresto. Pero imagínate al único cuarteto genuino de Cádi del universo hoy día, sin aspavientos, sin chistes de antología. Antonio Martín ha dicho que va a volver al carnaval con Merche, “va a cantar el doble con la comparsa que con sus discos”, puuumba. Y un segundo cuplé “inédito”, rondando por el Froilán…, “eleeee, ese es mi nieto”. “A los leones, a los leones”. Y pupurrí medio cantado en el tema libre, “por mi salud, déjame en el SAS, ahí están las UCIs que yo más quiero… Si nos va a llevar hasta la libertad, habrá que comprar churros…”, para acabar a lo Torrebruno el coreado “tigres, tigres, leones, leones, pa ser gladiador hay que echar cohones, tigres, tigres, leones, leones y pa ir al pregón que da Quiñones, tigres, tigres, leones, leones, ya está bien el Falla de llorones, que aquí todos somos campeones… incluido el gran Joaquín Quiñoneees… pero el Bizcocho, no”. Ave, Juan, a-ve si conviamos.

‘El día de mañana’, pan de hoy

Más luces estereoscópicas, y al ¿futuro…?, “me enfrento un día más, a la cruda realidad, a un mundo perfecto y artificial, donde nadie puede ser nadie, tan deshumanizado, tan de copiar y de pegar… soy de los que creyó que el mundo de mañana iba a ser mejor… diseñado para ser feliz, pero nunca lo soy… perdí la libertad de sentirme distinto a los demás, de no ser otro más que prefiere dormir a despertar…”. Chorreón de holaquéhay el del coro de los estudiantes, ‘El día de mañana’. Tango para censurar a los talibanes de la familia tradicional…, “por más veces que lo diga, no veo la diferencia, no tengo ninguna duda de que familia no hay más que una, es la que te quiera”. Una cosa es ser gracioso y otra hacerse el payaso a escala nacional, subraya la otra letrilla a concurso…, “Cádiz es la cuna misma de la alegría, disfrutamos de la vida, somos de esa condición… esta forma de ser nos hace distintos, a cualquier otro rincón… una cosa es que aquí llevemos la pena dentro, la risa fuera… conmigo podéis reírse, cada uno es libre, de nosotros nadie”. Ordeñando en un cuplé; y en el otro comparando la sanidad del presente y del futuro, “a los supositorios siguen sin encontrarle otra entrada”. “Lo que puedas hacer hoy no lo dejes pa mañana… mejón vamo a dejarlo pa mañana, mañana, mañana”. Es lo que tiene las mudanzas, Juan. Y a por ese popurrí efectista anclado en un mañana despersonalizado entre pantallas, para soñar con volver al hoy…, “aprendamos, otra vez, a sentirnos piel con piel… Revolución, a qué precio se pagó, quién maneja a quién… Tengo la impresión de vivir a contrarreloj, y si sólo se vive una vez, tengo que reconocer, que está forma de vivir no está hecha para mí, porque quiero algo mejor, porque tengo la impresión, de vivir a contrarreloj… Nada hay que esperar, el mañana es hoy, sin mirar atrás ni mucho más allá, en eso quizá consiste vivir, en aprovechar lo que está por venir…  convéncete, no hay ni antes ni después…”. Envoltorio y mensaje, en sintonía. Juan sigue flipando con Ciudadano Zero.

‘Hotel y resort Cádi, aquí tiene usté su casa’, subieeeendooo

¿Dónde está el Manteca? La turistificación hacia la que se dirige Cádi condensada en chirigota, chirigota del Barrio: ‘Hotel y resort Cádi, aquí tiene usté su casa’, bueeenos díaaas, “y me dicen ven ven ven, y yo le digo, va va vaaaaa”. Con la soga al cuello, detallito ahí. Bien llevado ese primer pasodoble, al hombre machista por lo que lleva escuchando en casa desde chico, casi por herencia, pero que lo reconoce y que “se esfuerza por luchar por lo que lleva tatuado muy adentro”. Y enorme también el segundo, diciendo una verdad verdadera: “pasodoble a Andalucía, es el mayor falserío que puedes escuchar en el Falla…, tengo muy clarito sin escribirlo muy bonito lo que no es la tierra mía…”. Una obra de alargamiento del túyamentiende; y la tierna relación nieto-abuelo, Froilán-Juancar, en la tanda de cuplets. “Le voy a decir algo al que gane las elecciones, ¡escucha!, no tocarnos los bo-tones”. Momentos locos en un entretenido pupurrí que termina apostillando que Cádi tiene las puertas abiertas, pero que quien venga no nos la cierre en la cara una vez dentro, que ahora “medio mundo se muere por Cádi, mientras Cádi se muere”. A Juan le ponen el desparpajo, la carga y los ombligos sin complejos.

‘Las musas’, ma-yo-ne-sa

“Hasta el coño ya de figurar, de posar… déjame pasar… abre los ojos, deja la pose, y corre despeinada bajo la lluvia, sucia, incorrecta, borde, imperfecta, salvaje, deslenguada y más gaditana que el mar…”. Ya le canta a Cádi ‘Las musas’, la comparsita we-can-do de Marta Ortiz. Primera letrilla, como hace unas horas, también con la Leonor como destinataria…, “es incompatible la democracia más ideal con instituciones anquilosadas en el pasado… referéndum para tu corona, y si resulta que sobras… la tercera república será victoria”. Juan se ha puesto firme, acaba de coscarse del detalle tricolor de las capas. Y grito de rabia e indignación ante la situación de la mujer en Afganistán y un mundo que se calla, “libertad y salvación, compañeras afganas”. Me voy a colocar, pero con wisky de contrabando. Sin medida en los cupleses: “este año en los carnavales no va a haber coca pa tanta carpa”; y recadito a Quiñones, “más que un figurín, nos gustan los coños”, jejeje  “Me canse de estar inspirando cuartetas, quiero ser yo tu poeta y robarte el corazón, Cái, tú mi musa bendita, Tacita, la reina de mi inspiración”. Patriarcado, tiembla, que suena el popu empoderado teñido de morado feminista, republicano y del pendón de Cádi…, “y harta de los poetas, un día dije aquí basta ya”.

‘Dios mío qué tarde!!!’, lo es

Y echando el pestillo a la función, ‘Dios mío qué tarde!!!’, la chirigota sin-tiempo-libre y el niño-manipulao, “toda la tarde montado en la moto-papi, todo el día para arriba y para abajo”. El crío recrimina al padre su actitud forofa cada domingo que va a verle jugar…, “papá que el fútbol sólo es un juego, un juego entre compañeros, pasarlo mal yo no quiero…”. Cero en originalidad. El Iván Romero, uno de los autores, metiéndole su parodia al asunto entre coplas. El otro pasodoble, sin el niño presente…, “por esas cosas de los amores, nos separamos… aunque no estemos juntos, mi niño lo sabe, la elegiría mil veces como su madre, como su madre”. “Papá, papá… me-cago-en-lo-muer-toh-el-ni-ño”, tras cuplé y medio sexológico. ¡La cartulina, Juan, la cartulina! Los niños crecen más deprisa que el popurrí.

Las 02.46 horas. Baja el telón. Y la mascarilla, Juan, legalmente ya te puedes bajar el tapabocas en el bus, pero yo que tú no lo haría forastero no, no no no, noo no nooo. Y caminito a la cama pídele a Alexa que nos cante una nana nanita éa: “Yo me enamore de ti por culpa de los carnavales, desde entonces no sé si vivir, o morirme a raudales… pero ya me enamoré y como con los corazones, nunca ganan razones, mis razones las voy a perder…”. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway

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