Juan Manuel Pérez Dorao, ahora concejal no adscrito en el Ayuntamiento de Cádiz, ha denunciado la “chapuza” realizada en el pabellón municipal Francisco Blanca, en el barrio de Guillén Moreno, al comprobarse tras su reapertura y puesta en servicio, tras años cerrado, que “ha quedado anegado e inutilizado tras las primeras lluvias”. Así pasó a principios de marzo durante una mañana de agua, e inmediatamente el Gobierno local aseguró que reclamaría “el arreglo de dos pequeñas goteras”.
Tras lo sucedido, los grupos de la oposición solicitaron un Consejo Rector extraordinario del Instituto Municipal de Deportes (IMD) para que “se nos diera explicación de los detalles de la reparación y nueva puesta en servicio de la infraestructura deportiva”. La reunión se celebró este lunes por la tarde.
Según la versión del hasta hace menos de una semana edil de Ciudadanos (formación de la que se ha dado de baja junto a la otra concejala tras decidir la dirección del partido que no se cuenta con ellos para liderar la candidatura en las elecciones municipales de mayo), en dicho Consejo Rector se comunicó que la Oficina Técnica del Ayuntamiento planteó un proyecto de impermeabilización de toda la cubierta por un importe de 100.000 euros.
Finalmente, “por una decisión política y no técnica, se decidió ejecutar por razones económicas sólo una impermeabilización de las juntas que existen entre los paneles que componen la cubierta a dos aguas del edificio”. Este arreglo costó 9.000 euros, “lo que evidentemente ha supuesto un parche y no el arreglo idóneo”, a decir de Pérez Dorao.
Además, en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, este concejal ha criticado los motivos expuestos en el Consejo Rector del IMD por el edil de Deportes, Adrián Martínez de Pinillos, para “excusar lo ocurrido en el pabellón tras su reapertura”. “Nos dijo –afirma Pérez Dorao- que él fue quien realizó las pruebas de estanqueidad para verificar que la cubierta había quedado suficientemente aislada echando agua con una manguera sobre el tejado y que quedó satisfecho con el resultado de la prueba realizada por él mismo”.
“Se ha recepcionado la obra sin realizarse las pruebas de estanqueidad adecuadas y sin haberse realizado una comprobación por el experto correspondiente de que el edificio estaba en las condiciones idóneas, con el riesgo que esto supone para su uso público”, entiende este concejal ahora en el grupo de los no adscritos.
“A la chapuza que se ha hecho”, afirma, se añade que “un técnico municipal corroboró en el Consejo Rector que no existían garantías de que no vaya a seguir entrando agua en el pabellón municipal”.
Ante esta situación, Juan Manuel Pérez Dorao concluye que “seguimos sufriendo la falta de gestión del equipo de Gobierno y la falta de interés por hacer las cosas bien. Nos parece un despropósito que después de siete años que lleva el polideportivo cerrado se abra al final de mandato en estas condiciones”. El Consistorio ha invertido en los últimos años más de 236.500 euros en la adecuación del Francisco Blanca, de los cuales, más de 37.000 euros se han destinado a la impermeabilización y más de 7.500 al sellado.