“Ayudemos a que el Ayuntamiento de Cádiz, con tantos problemas que resolver y obras por ejecutar, no distraiga ni un euro del bolsillo de los gaditanos, para derribar un edificio tan sano y tan bien amparado por la Ley”. Lo subraya el reactivado Foro Salvemos la Aduana, tras conocerse un nuevo movimiento de cara al pretendido y controvertido derribo de este inmueble de mediados del siglo XX que tapa la antigua y rehabilitada estación de trenes, que sigue sin uso, en la plaza de Sevilla.
Miembros de este movimiento ciudadano, que hace más de una década ya lograba presionar a la Junta de Andalucía para que no desapareciera el edificio de la Aduana, volvían a la palestra el pasado febrero después de que a partir de una moción del PP, el pleno del Ayuntamiento aprobara pedir la descatalogación del edificio para dar pasos hacia ese derribo.
Se sabe por lo publicado en algún medio local que en cumplimiento de dicha moción de la derecha, desde la concejalía de Urbanismo se está elaborando el expediente a trasladar a la Junta solicitando la descatalogación que la misma administración autonómica concedía en 2009, protección que formalmente impide su derribo. Este expediente se complementaría con un informe del Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz que analiza desde el punto de vista arquitectónico el edificio llegando a la conclusión de que “no es un inmueble merecedor” de estar incluido en el Inventario de Bienes Reconocidos del Patrimonio Histórico Andaluz.
En este punto, desde el Salvemos la Aduana se denuncia la “absurda contradicción” que contiene, según lo publicado, el informe del arquitecto redactor como representante del Colegio de Arquitectos de Cádiz en la comisión provincial de Patrimonio, “doble representación que en sí misma lleva una absurda contradicción”: “este representante del Colegio que con dicho informe trata de ayudar al Ayuntamiento a obtener la descatalogación que persigue, olvida que al pertenecer a la comisión de Patrimonio tiene la obligación legal de salir en defensa de todo monumento o edificio que esté incluido en el inventario de Bienes Reconocidos del Patrimonio Histórico Andaluz”. En otro caso “entendemos que debería presentar su dimisión en la comisión”.
En el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, se subraya como “llamativo” los datos “muy positivos” de la Aduana, que perfectamente describe dicho arquitecto, “y que contradictoriamente pretende derribar”.
Así, a saber, que el edificio “está incluido en el Inventario de Bienes del Patrimonio Histórico Andaluz, aunque opina que la base en la que se fundamentaba era ‘bastante endeble’, a su juicio”. Añade “que ‘el interior del edificio tiene una decoración muy cuidada y bien ejecutada, al igual que su construcción’”. Por otra parte, “sorprende de nuevo manifestando en su escrito que el Colegio de Arquitectos no se pronuncia en este informe”. Pero “en su último párrafo remarca que ‘a la hora de decidir si se derriba habrá que tener en cuenta lo que dice la Ley de Patrimonio’”.
Mientras, “se pretende no tener en cuenta la defensa a través del Foro Salvemos la Aduana, los numerosos informes y dictámenes de primerísimas autoridades en el mundo del arte y de la cultura, aportados al Ayuntamiento al expediente de defensa que obra, o que debe obrar, en sus archivos (desde hace más de 15 años) junto a las más de 3.500 firmas de vecinos gaditanos que firmaron la postura de defensa del edificio”.
A colación, se hace público que los académicos integrantes de la Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz, reunidos en Junta General el pasado febrero –y sin que todavía fuera su presidente José María Esteban, uno de los activos miembros de Salvemos la Aduana- “acordaron reiterar su apoyo a la conservación del edificio”. Un acuerdo que responde al propósito de las administraciones “que pretenden derribarlo, anulando la catalogación positiva y olvidando que la administración no puede ir contra sus propios actos”.
La propia Real Academia acordó, además, por unanimidad solicitar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del edificio: “no existe justificación alguna para proceder a su descatalogación”, se repite.
Este edificio de la Aduana Nueva es inmueble diseñado por el arquitecto Manuel Rodenas Cárdenas, edificado en los años 50, es “uno de los últimos palacios de la ciudad y de los edificios más sólidos y mejor construido en Cádiz durante el siglo XX”. Sus defensores defienden su belleza y su historia mientras sus detractores mantienen que carece de valor arquitectónico alguno.