El colectivo Cádiz Antiespecista entiende que el “abandono” que padecen los gatos callejeros en la ciudad “es insostenible y derivará en una problemática severa si no se toman medidas inmediatas”. Y en este sentido reclama a la concejala de Bienestar Animal, Lorena Garrón, que trabaje para dotar de contenido a su concejalía “y no se quede en una mera herramienta propagandística”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, este colectivo asegura que desde que se decretó el estado de alarma a mediados de marzo “hemos registrado cuatro camadas de gatos nacidos en la calle que han tenido que ser acogidos por voluntarias, gestionando todo el trámite hasta su adopción y corriendo con los gastos”. Si todo este proceso es de por sí complejo, “hay que sumarle que, debido al confinamiento, debe hacerse en clandestinidad para evitar posibles multas”.
El problema de las colonias felinas “viene de lejos”, según Cádiz Antiespecista, pues el Ayuntamiento “se limita a reconocer a algunas de las alimentistas y a esterilizar a un cupo de gatos”.
“Los gatos no esterilizados seguirán reproduciéndose y aumentarán las filas de animales viviendo en la calle junto con los abandonados. Además, este sistema impide que una vez se ha cumplido con el cupo de esterilizaciones puedan acceder a esta medida vital para el control poblacional los gatos abandonados con posterioridad”, se reprocha desde este colectivo “vegano abolicionista que lucha por la liberación animal en Cádiz”.
Además, se denuncia que en la capital gaditana abundan las colonias “no reconocidas” por el Consistorio, que “alega que se encuentran en zonas de titularidad privada (inmuebles abandonados o solares) o en espacios competencia de otras administraciones públicas, obviando el hecho de que son animales abandonados que se encuentran dentro del territorio municipal para eludir cualquier responsabilidad”.
En este sentido, se subraya que la situación de las colonias no reconocidas de la Punta de San Felipe (más de doscientos animales sin esterilizar mantenidos íntegramente por voluntarias que trabajan con donaciones) y la Zona Franca (más de cien animales en idénticas condiciones) “es insostenible”. Pero incluso en las colonias reconocidas, el Ayuntamiento se limita a financiar un número limitado de esterilizaciones, “obligando a las voluntarias a destinar entre 200 y 300 euros mensuales solo para alimentarlos”. A esto se le suman los gastos de veterinario y las esterilizaciones que puedan realizar por su cuenta, “lo que precariza aún más la situación de las personas que defienden a los animales en esta ciudad”.
Al respecto, Cádiz Antiespecista insta a la concejala responsable a trabajar para que se bloqueen los accesos a las zonas de abandono, se ofrezca un servicio público veterinario, se amplíe la campaña de esterilizaciones, se persiga el abandono y que la gestión de estas colonias “se haga por profesionales bajo la premisa de sacrificio cero”, quedando el voluntariado “en una posición de mero vigilante del funcionamiento de la administración”.