La Sala de exposiciones Rivadavia de la Diputación, en Cádiz se ha abierto hasta el 2 de noviembre a uno de los artistas andaluces representativos de la pintura figurativa actual. Simón Arrebola Parras (Torre del Campo, Jaén 1979) ofrece la serie titulada ‘Mobiliario de Resonancia’.
En esta muestra, su autor parte de unos diseños de muebles ficticios “y a partir de ahí he ido originando una serie de historias en torno a cada una de esas piezas de mobiliario, que van entre lo funcional y lo onírico e imposible”,
Arrebola es doctor en Bellas Artes, con mención especial, por la Universidad de Sevilla, y cuenta en su haber con un importante currículum de premios, becas y distinciones que le aúpan como uno de los nuevos artistas andaluces con mayor proyección.
En su trayectoria cuenta con varios premios de pintura como el Focus Abengoa (2008), Unia (2014) o Paul Ricard (2016), además de haber sido finalista en la Bienal Gas Fenosa (2016) o en el Premio de Pintura BMW. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas, pudiéndose ver su trabajo en ciudades como Sevilla, Madrid o Nueva York. De igual manera ha participado en ferias como Estampa, ArteSantander o Foro Sur. Obtuvo también la Beca Iniciarte de producción artística y la Beca Sevilla es Talento otorgada por Antonio López y Juan Fernández Lacomba, que le pudo permitir disfrutar de una residencia artística en Nueva York en 2014.
Así, se señala en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, este jiennense es uno de los representantes andaluces más destacables de la pintura figurativa actual, “a la que imprime una fuerte visión personal inspirada en el mundo que le rodea”. En su trabajo acerca al espectador a diversas estrategias críticas que vienen avaladas por su conocimiento del arte contemporáneo español más reciente.
Es digno hijo de algunos de los artistas y maestros más relevantes de la llamada Nueva Figuración. Se nutre de ellos, consciente o inconscientemente, para darle un enfoque personal y poderoso a un trabajo en el que subyace una potente carga simbólica y en donde la imagen de la memoria y lo onírico se entremezclan en escenografías donde conviven las tradiciones y leyendas míticas, dando como resultado unos cuadros de una extraordinaria e impecable factura.
El nuevo proyecto que ahora se puede contemplar en la capital gaditana, de la mano de la Fundación Provincial de Cultura, “sintoniza a la perfección con la voluntad interdisciplinar que ha caracterizado la programación de la Sala Rivadavia y con la demanda tanto de artistas como de espectadores”.
Asimismo, en su trabajo la arquitectura tiene una gran importancia. Se sirve de ella para jugar en diferentes planos tanto físicos como psicológicos. Simón Arrebola intenta transmitir ese juego, donde los personajes se sitúan en un plano físico, pero también a su vez en un plano psicológico, que el espectador observa y le sirve para situarse dentro de la acción.