La mayoría de los trabajadores de la empresa municipal de aparcamientos del Ayuntamiento de Cádiz, Emasa, dicen sentirse “indignados” por las “falsas informaciones” desde CSIF vertidas hacia sus representantes sindicales y acuerdos firmados; “tanto es así, que no sólo nos lo manifiestan, sino que han decidido plasmarlo por escrito, algo que los difamadores no pueden hacer, porque su respaldo en el colectivo es nulo”, señalan los delegados de Autonomía Obrera en dicha sociedad pública.
Al respecto, CSIF criticaba hace unos días –denuncia que era amplificada por partidos como el PP local- que Emasa “aplique un convenio plagado de irregularidades, con requerimientos de la Junta de Andalucía para subsanación de errores (en temas de igualdad y otros aspectos), y que ni siquiera ha sido publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), tal y como exige la ley”. Y recalcaba que “el limbo en que se encuentra gran parte de la plantilla” por la aplicación de este convenio “aprobado en una reunión paritaria pocos días después de que se convocaran elecciones sindicales para constituir el comité de empresa”, está provocando “conflictos y malestar entre los trabajadores, ya que se está beneficiando a algunas personas en detrimento de otras”.
Ante ello, Autonomía Obrera replica en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que “es lamentable que un sindicato residual, sin apenas implantación entre nuestros trabajadores (sólo cuenta con una delegada de los cinco que conforman el comité), tras unas elecciones sindicales celebradas en diciembre, intente abanderar de manera generalizada y de la forma más ruin sobre unas negociaciones que siempre han sido aprobadas por la mayoría de los asistentes en la asamblea general”.
Añade este sindicato que si es verdad que el nuevo convenio tiene “tantas irregularidades”, “le invitamos a que denuncie donde estime oportuno, pero no utilizando mezquinamente al colectivo de trabajadores que no le han dado su apoyo en las urnas”. “Lo único que pretenden con algún que otro ‘vocero afín’ es intentar distorsionar una clara realidad que es muy distinta a la que pretenden vender, así como intentar dividir a toda la plantilla”, se interpreta. Y se insiste: “en vez de judicializar o realizar ficticias impugnaciones globales, que sean valientes y recojan firmas del colectivo de trabajadores o en su defecto en una asamblea general lo expongan; convencer parece que no es su fuerte, y dar la cara ante los trabajadores aún menos”.
“SILENCIO CÓMPLICE DE LA DIRECCIÓN DE EMASA”
Insiste Autonomía Obrera en que en esas “quejas” del sindicato CSIF, “es curioso como su delegada entra en contradicciones continuamente, tal como ocurrió con su petición en la última paritaria, al reflejar que el convenio colectivo, elaborado y trabajado por nuestros delegados, fuese de aplicación sus mejoras a todo el colectivo: ¿en qué quedamos?, ¿no era malo el convenio?, curioso que mientras con una mano critiquen con la otra pidan”.
Otra cuestión, para AO es la dirección de Emasa, “a la cual el sindicato minoritario no critica tan claramente, suponemos por su buena sintonía con algunos de ellos; nosotros sí que lo hacemos, porque tampoco tienen vergüenza, así de claro”.
Así se considera sintomático que la dirección de la empresa municipal “utilice el silencio cómplice en esta cuestión, cuando por activa y por pasiva nuestros representantes le instaron a subsanar los artículos que dice la Junta que hay que hacerlo”. Pues bien, “tanto ‘el jurista de la empresa’ así como los ‘teóricos ideólogos’ plasmaron una ‘desgana, flojedad e incapacidad’ alarmante en este asunto”.
“Decimos este asunto, porque es prácticamente lo único que deberían de haber hecho, ya que el convenio colectivo, todas y cada una de las modificaciones y mejoras que contiene obedece al trabajo de la representación sindical; el pasotismo en realizar el convenio, la tardanza del mismo y la escasa aportación de la dirección y gestores de Emasa siempre estuvo de manifiesto, así de claro, y ellos lo saben”, se subraya.
En resumen, Autonomía Obrera termina lamentando “el sin sentido de una línea sindical, ilógica e incoherente que sólo refleja un gran desconocimiento sindical, laboral y jurídico y que demuestra únicamente un rencor absurdo, con el único propósito de dividir a los trabajadores, abrazándose a la dirección y gestores si es necesario para conseguir ese objetivo, pero sin conseguir ningún respaldo del colectivo, a los cuales a estas alturas no se les puede engañar y lejos de acompañarles en su cometido cada vez le dan más la espalda”.