DÍA 17 (2ª CUARTOS DE FINAL)
¿Qué ha nevado en Sanlúcar? Ha nevao en Sanlúcar. Pero el cambio climático es una patraña de los ecologistas porculeros, ehh. Lo que no cambia es el Falla: más coplillas para el niño y la niña. El Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2023) alcanza su segunda noche de cuartos de final.
Una sesión de martes intensa, con una primera parte como para pestañear: el coro-coro de Julio Pardo, las particulares chirigotas de Fermín y Antoñito y del Bizcocho, y los comparsones de la cantera y de Tino. ¿Qué más quieres, Cádi?
¿Ya han colgado la im-prescindible galería de fotos del “búscate en la granizá de Sanlúcar” en tus webs de referencia? Juan, no me toques los güev… Maripili, tira de la palanca y que este cronicón con-consentimiento atente contra legibilidad y el SEO. Y quien quiera pagar la convía, no se aceptan pagos fraccionados.
‘Los Martínez’, presidente de la comunidad
Las 20.36 horas. Arriba telón. Arriba, Aguilera, como introito jijijajá del corito de Rivas y los Julio Pardo, padre e hijo. ‘Los Martínez’, reventando ante la rutina y la explotación laboral…, “y Martínez dio libertad a su conciencia, y dijo no no no, se acabó… esta no puede ser mi vida, siempre gris, sin color…”. Fuera zapatos y a la playa, en plan náufrago de la sociedad capitalista, a comenzar una “nueva vidaaaa”. De campaña electoral el primer tango, dejando claro que no votarán ar Kichi, o a su sucesor…, “me darás la razón, Cádiz está destrozao, por la desidia de gaditanas y gaditanos… ahora votas de nuevo, a ver si escarmientas… te pusiste a tragar con tanta mediocridad y sigues anestesiao… Cádiz no es cultura es mortadela ná más… pero los culpables hemos sido tós… Cádiz fue capital, y ahora no es ná de ná…”. Mortadela, Juan. Al menos no sabe a chope de lata. Y un relato de amor padre-hijo, en la segunda letrilla, con final satisfactorio…, “hoy se lo contaré, ya por fin es el día… papi quiero que sepas, aunque te duela, tú niño es homosexual… escuchar tus llantos era un puñal, no quería ver esa realidad… quiero para ti la felicidad, tu nueva vida comienza ya…”. Tranquilo, Martínez. El entierro “hasta el papo” de la Isabel II; y repasando las polémicas de las preliminares del concurso, en la tanda de cupleses, envueltas en “libertad, libertad, libertad”. Sin reloj, sin agenda, sin riqueza, sin millones… en ese abuso de popurrí…, “disfruta con libertad y con valentía, que la vida son dos días”. Juan se imagina haciendo la conga con el Tron, y su contrabajo. No te digo más ná.
‘To me pasa a mí: Los desgraciaítos’, dillobarba
El Bablé se mete en el tipo y le pasa de tó al presentar en sala a la chirigota puertorrealeña de Fermín y Antoñito. Con el telón atrancado, optan por cantar en el proscenio. “Mi vida no es normá, mi vida es una ruina”. El momento ‘To me pasa a mí: Los desgraciaítos’. Han cambiado el ático gafado del otro día por un piso bajo. Un primer pasodoble a la envidia…, “cuando estás dentro de mí, yo me quisiera morir, tú me haces daño…”. Hay que esperar hasta el remate para darle sentido a la letra. Y repasito a la variedad existente de chirigotas, para reprochar al aficionado su intransigencia…, “escucha lo que te digo, deja ya tu fanatismo y tu frustración… el estilo qué más da… que aquí lo bonito es poder cantar y darle a la gente diversidad…”. Y alguna cosa más dicen en el chipóm, pero entre el jaleo fallero, sonó algo como ¡¡agfgkfknkGGS!! Pintando el pasillo con la picha, y enseñando, ejem, lo coqueto que les ha quedado el bajo, “lo único que me falta son las cortinas”, jeje. “Imaginarse una chirigota segundo premio, que va a cantar a tos laos, y terminan confinaos, eso sí que es de desgraciaos”. Y más desgracias en ese popu mala-pata, que termina vitalista, y con el telón subiendo al fin…, “vive la vida, que los problemas vienen y van… por eso ríe conmigo, por eso canta conmigo, vive la vida porque la vida es un carnaval…”. Un rato curioso el que hace pasar este grupo, cuidando todos los detalles de la actuación para que encajen con su obra. Juan, cada uno juega con sus armas.
‘El embrujo de Cádiz’, y remueve y remueve
“Del embrujo de Cádiz nadie se puede escapar…”. El Piru y el Tomate siguen abrazados a la suculenta comparsa de la cantera, y sacan el caldero para hacer, con ‘El embrujo de Cádiz’, un potaje gaditano gaditano gaditano…, “el que se meta con Cái, cuidao, se está metiendo conmigo”. Hostión a tanta homofobia disimulada, a la “falsa tolerancia”, en ese primer pasodoble orgulloso…, “dónde está tu tolerancia, si al ver a dos hombres besarse, tapas los ojos a tus hijos no vayan a contagiarse… si mi libertad te molesta, es la prueba de que hay que luchar todavía, hasta que llegue ese día en que podamos comernos a besos por las esquinas, sin el miedo de perder la vida”, Y clamando por otra educación…, “si no la adaptamos a los que van a estudiar, si no hay igualdad de oportunidades y desde niño ya sabes, tanto tienes tanto vales, tú sitio no va a cambiar… que la educación debe ser la que rompa cadenas, y afile las garras, la flecha contra el que manda, la que despierte a la gente y al pueblo lo haga más libre, con la fuerza de nuestra palabra”. En la educación está la clave, Juan, también para no tener que seguir escribiendo pasodobles como el primero. Y por la gloria de Momo, dame la gracia de Cádi. Pim pam pum. A los conjuros de los cuplés: el Ismael se lleva el primer toquesito; y rebujina de flamencos, para cocinarte un arroz de categoría. “Que me quemen en mi tierra una noche de febrero, y mis cenizas la esparzan como papelillos por tó Cái entero”. Embobao te deja el pupurrí. Los ocho minutos…, “cuando Cádiz habla el resto del mundo se para a escuchar… que cada vez que tú me hablas, Cái de mi vida, no lo puedo aguantar… Porque cuando nace una gaditana, el embrujo de Cádiz está en sus manos, porque ella mantendrá visa su magia, la magia de los gaditanos”. Juan sigue ahí remueve y remueve que esto se ha acabao, Tacita de mis entrañas, otra vez me has embrujao.
‘Los mi alma’, sábana bajera
Fatasmikos, a juuugar. Con cositas fresquitas en el holaquéhay, poseídos por el bombo y la caja…, “si en Cádi hay que morir, más compañía pa mí… de siempre me había dicho la gente que yo era un paranormal, ua ua uaaa”. “Bizcocho, este año te habrás reencontrao con Manué”, vocean desde gallinero, jeje. ‘Los mi alma’, desde San José de la Rinconada, en posición susto. Sarcasmo extremo con Qatar y sus cosillas para empezar…, “trabajar, trabajan pa matarse, es costumbre de Oriente, a ellos les gustan lo de explotarse… yo a Qatar quería haber ido, ay mi España para animarte, no me importa si allí a las mujeres las matan, todo por mi selección, para ver jugar al fútbol a Morata”, jeje. Uuuhh. Abrazo grande a Shakira en la otra letrilla…, “yo no pillo tu ironía, pero cualquiera diría que no habéis quedado de amigos… ahora te apuntas al Tinder y tó los findes te partes el coño… te digo de corazón, con mucho cariño, que tú vales más que él, y que sepas que a mí me encantan los niños”. En la tandita de cupleses: están atentando contra las obras de arte, “pero el Kichi está mu tranquilo, que en el museo del carnaval no va a pasar nada”; y el Froilán, “sólo se diferencia de su abuelo en que este siempre que sale nunca defrauda”. “Con sus muertos, con sus muertos”. Uuuuuuhhh. Popurrí cuesta abajo, sin un momento para tomar aire, dejando a los mortales enganchados, escarbando en ese ingenio medio surrealista, medio pamplinoso…, “y esta noche no me acuesto, porque un fantasma no duerme… Que en vez de en Cuarto Milenio, me saquen en el Tangai… Tú sabes que existo, pero jamás me has visto, como el Canal dos Andalucía…”. Ese los mi-almaaaaaaaaaa está taladrando el cerebelo de Juan. Metiendo el susto en el cuerpo al resto de chirigoteros en competición, uuuhhhh.
‘Caminito del Falla’, ay torototró
A Antoñito Martín no le gusta esta comparsa quijotesca, no. ¿Y a Quiñones? Ejem. “El que le canta, perdió la cabeza escuchando las coplas de la tierra mía… yo quise ser como ellos, cantarle a mi tierra y volverme majara… seguir sus andanzas, caminito del Fallaaaa”. Tino Tovar le da vueltas y vueltas a los molinos de viento. Saluda ‘Caminito del Falla’. Cosqui a aquellos jueces que reinterpretan la ley del sí es sí…, “suena el teléfono de María, eran las tres de la madrugada, al otro lado su amiga llora desconsolada… por dios te pido, ven pa mi casa, que este hoy me mata… quién vio en una ley libertaria, quitarle condena a un canalla, qué pasara si algún día alguna la encuentran muerta, qué dirá su señoría, es que la ley está mal hecha…”. Y con shentimiento tinista la otra letrilla, poniendo los vellitos de punta…, “quién no recuerda las frases hechas, las que las madres nos regalaban… herencia de abuelas a madres, palabras que esconden verdades… la real academia de la lengua de las madres… y el que aún en vida la tenga, que sepa que es una suerte poder disfrutar de ella, y esto lo escribe con pena, uno que ya no la tiene y con sus frases recuerda”. Aplausos gordos. El niño de la Pantoja, “lo que no ha sido es seguramente escayolista”; y el Froilán con el Juancar en Abu Dabi, “verá tú que el nieto va a hacer al abuelo bueno”, para abonar la tanda de cupleses. “Y yo siempre contesto cuando me tienen frito, que voy de caminito, de caminito, de caminito”. Dejando huella ese popurrí majareta, “y a mí me dicen loco, por torcerme en tus renglones, por tender tu llama en mis noches en vela, loco por partirme la camisita en canciones, loco por dejarme mi rutina en la nevera…”; popurrí caminante, desde el local de ensayo, al pasacalle, tipo tipo, hasta la plaza Fragela: “y allí, en tu puerta volvió a contemplarte, mi teatro y que perdone a Cervantes, por más que mire, no veo un molino, yo veo un gigante”. Juan, gigante no, lo siguiente.
‘Vive!’, tuerka del ocho
Sin bulla, y con eco, eco, en el patiobutaca, es el turno de ‘Vive!’, coro frankenstein-rockero, desde Chiclana, todo mu loco, y verde, Juan…, “soy como tú… esta es nuestra generación, el mundo nos doméstico, productos de un laboratorio, pero ya no, esta bestia, despertó… aprende a vivir, ha llegado tu momento…”. Pacifista entra el primer tango…, “cada guerra nos enseña, que no se consigue nada que no pueda conseguirse con la palabra, que no hay guerra que se haga por la paz… porque la paz y la vida valen menos que el dinero”. Entre cicatrices anda la otra letrilla reglamentaria…, “mírate al espejo y dile al mundo, que contigo no hay quien pueda”. Cuplés vibrator, ambos dos. “Puede que se me acabe esta segunda vida… bendita suerte que sea en la Tacita, porque en febrero, Cádi me resucita”. “Que un mundo perfecto no necesita pensar”, sentencia en alguna de las cuartetas un popurrí-chicharo que llama a dejar de existir como establece el sistema que nos produce…, “si perdiste el miedo ante la libertad, y te rebelaste contra esta sociedad… deja brillar la luz dentro de ti, que no te digan cómo ser feliz… no hay más, sé tú, y vive…”. ¡¡Vive, Juan, vive!!
‘La chirigota del Lazio’, al córner
“Antes que un romano conquistara La Caleta, ya estaba la rumana en San Juan de Dios con las muletas…”. Se presenta ‘La chirigota del Lazio’, de José María Barranco, el Lacio, parapetada tras los escudos, mucho amol, “imagínateloooo”, y subvencionada por el Ismael, pom pom. Y un romano con gafas, Juan. Confusa esa primera letra, voluntariosa, mezclando violencia machista y abusos sexuales y violaciones…, “y no cambia esta situación, de matar a las mujeres, no sé dónde están las leyes… esto va a peor, no sé qué pensar, porque no es no, no me digan sí es sí, pues no me lo voy a tragar…”. Juan ha entendío ná es ná. “Que de verdad yo te lo juro, pa mí es más que un orgullo disfrazarme de ro-ma-no”, subraya con emoshión el otro pasodoble, recordando a otros autores que han traído agrupaciones ambientadas en aquella civilización. En uno de los cuplés, lacios, te chafan el chiste de arriba del gafota, Juan. “Equis, equis, equis… treinta”, que rima con parienta. La flacidez persevera en este pupurrí de romanos invadiendo el Falla pa concursar…, “¿tú sabe por qué yo entiendo a Villanueva?, por el acento… y te lo dice un romano, que vio el atardecer antes que tú”.
‘La conquista del pan’, miajón
Desbandada en el Falla, y a por la siguiente. África is here. Amasando coplas, “trajinando y al compás”, ‘La conquista del pan’, comparsita ceutí, y anarquista…, “la guerra no está perdía, aunque el pan de cada día no siempre sabe a victoria”. Violencia de género para la primera letrilla…, “cuando la ciudad dormía y pa mi empezaba el día, por la calle silenciosa esa noche caprichosa oí a una mujer gritar… la escuché pedir socorro y pedir perdón… si la culpa es del machista, del fascista, del cabrón, culpa del sistema, de una sociedad podría…”. Sofía se enfrenta a otra entrevista de trabajo en el segundo pasodoble, y a la triste realidad…, “otro portazo en la cara, si además de ser mujer tiene una discapacidad…”. Bollos preñaos, en uno de los cupleses, y ya te imaginas de qué va la harina. “Cádiz no me digas que no, que no te gusto yo, con mi culito de panadero”. Ese culito de pa-na-dero, que no pase hambre. “El acto de hacer el pan, es como hacer el amor”: ya se entiende aquella afición de tiempos de pandemia, Juan. Al horno un elegante pupurrí…, “Cádiz, como no voy a perderme, si durante to el camino, si en vez de echar miajones, vengo echando papelillos”. Momento con las manos en la masa. Tenía que ponerlo.
‘Todo sobre su Marvel’, hable con ella
Y cerrando el grifo de la función, en familia, amanece adormilada la chirigota sevillana ‘Todo sobre su Marvel’, con “un chocho del tebeo”. ¡¡Superhéroes, a la calle!!, pero llevarse una rebequita. Un pasodoble con suspense, que termina sobresaliendo el poder de las palabras, “porque ellas tienen el poder de transportarte, a esos momentos en los que eras un enano… con su poder pueden encender la llama del amor, pueden ser eternas… ellas son como una madre, porque sanan tus heridas, pueden ayudarte a salvar vidas…”. Acertado pero con un desarrollo no sé no sé. El genocida Queipo de Llano vuelve a brotar en un pasodoble que ponen en valor la ley de memoria histórica…, “esos que mató en su día, y trató como a los perros, eran los que merecían su santo entierro…”. Alexa, facturando; y una moneda dejando tuerto al Martínezlares, en los cupletillos. “Pero a las doce, a las doce te quiero en casa”. Multiverso y bachuchero ese popurrí sandunguero. Juan, pilla del tendedero las mallas, la capa, y a huir.
Las 02.53 horas. Baja el telón. Suben los quejicas del “qué tarde es, esto es insufrible, la Lola Cazalilla nos quiere con ojeras…”. Tó los años la misma cantinela. ¿Mamá, te subo churros? Juan, saca la mortadela, que te la muerdo. Y caminito a la cama pídele a Alexa que nos cante una nana nanita éa: “Un redoble de sol, un platillo de sal, quince almas dispuestas a seguir el compás… poco a poco los tenores, las segundas, las guitarras, di chiquilla que te quiero, cada día estás más guapa, coge aire que ya empieza el conjuro y a cantar, a cantar, a cantar…”. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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