El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, y el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, han firmado un convenio de colaboración para la ejecución de un proyecto de peatonalización y eliminación de barreras arquitectónicas en la plaza Fragela 8 D, 8 y 9, junto a la entrada de la Facultad de Medicina, y otro similar junto a la glorieta Carlos Cano, en el acceso a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
La Oficina Técnica Municipal de Proyectos e Inversiones ha elaborado estos dos proyectos que conllevan actuaciones en la zona de acceso a la Facultad de Medicina y en la de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales encaminadas a conseguir “una movilidad urbana sostenible”.
La UCA también comparte dicho objetivo y está interesada en la peatonalización y eliminación de las barreras arquitectónicas que existen en el campus de la capital y en el acceso a sus edificios, para promocionar itinerarios accesibles de acuerdo con la normativa, permitiendo a todos los miembros de la comunidad universitaria desplazarse de manera autónoma y con seguridad, así como para poder utilizar todos los espacios y edificios con mayor concurrencia pública.
En concreto, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, en las inmediaciones de la Facultad de Medicina se actuará en el tramo comprendido entre la esquina de la plaza Fragela con Benito Pérez Galdós y la esquina de dicha plaza con Santa Rosalía. Se eliminará el acerado creando una plataforma única y también se suprimirá el tráfico motorizado en esa zona, permitiendo la salida de los vehículos por la calle Santa Rosalía. Con esta actuación, además de eliminar la barrera que constituye el bordillo de la acera, se reducirá la contaminación acústica y la emisión de CO2, además de ampliar la plaza y proporcionar una mayor seguridad a las personas a la entrada y salida del centro universitario y del Gran Teatro Falla.
Igualmente, también se peatonalizará la zona de acceso a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Para ello, se eliminará el acerado creando una plataforma única desde la confluencia de la calle La Rosa con la glorieta Carlos Cano hasta la calle Matías Calvo. Por tanto, se suprimirán las plazas de aparcamiento que en ese espacio se concentran, acabando así con el problema de seguridad, puesto que los coches estacionados dificultan la visión de las personas a su salida del centro universitario. Y asimismo, se generará en ese espacio de acceso a la Facultad una nueva estancia peatonal.
“AVANZAR EN IGUALDAD DE OPORTUNIDADES”
Tanto el alcalde como el rector han insistido en que estas dos actuaciones en las inmediaciones de centros públicos que son visitados diariamente por un gran número de personas son “necesarias” para “facilitar el acceso a las mismas y garantizar la seguridad”. De ahí la rúbrica de este convenio de colaboración entre ambas instituciones, que consideran que se debe intervenir de “forma prioritaria” en los accesos de estos centros universitarios de gran concurrencia pública.
González Santos ha insistido en que con estas obras, que se ejecutarán en un plazo de tres meses, “se adoptarán medidas correctoras en urbanización y ordenación que facilitan y mejoran la movilidad urbana”.
Por su parte, González Mazo ha incidido en la importancia de “garantizar la seguridad del alumnado y profesorado que acceden a estos centros” y ha indicado que el convenio se enmarca dentro de la línea estratégica de integración de la Universidad en cuestiones urbanísticas de la ciudad, y más aún cuando afectan a su comunidad universitaria.
Por último, ambos han destacado que trabajar por la movilidad urbana supone “avanzar en igualdad de oportunidades y equiparación de derechos, constituyendo una condición imprescindible en un modelo de ciudad para todos”.