La ciudad de Cádiz contará en el plazo aproximado de un año con un Plan Director de Arbolado, un documento que supondrá la planificación en la implantación futura de arbolado urbano y que, además, marcará las directrices a seguir en la gestión del arbolado heredado.
La elaboración de dicho Plan Director de Arbolado y del Plan de Gestión del Arbolado Viario es una de las principales novedades que incluye el nuevo contrato de mantenimiento de zonas verdes y arbolado que arrancó el pasado 1 de marzo y que ahora explota Grupo Raga (por unos 2,3 millones de euros al año).
La concejala de Medio Ambiente, Rocío Sáez, en un encuentro mantenido con Agaden-Ecologistas en Acción y la Plataforma El Árbol, ha asegurado que ambos documentos se elaborarán en el plazo de un año por parte de una empresa especializada o profesionales independientes entre cuyas actividades no se encuentre la del mantenimiento de zonas verdes, con el objeto de “garantizar un criterio especializado, independiente y objetivo”.
Asimismo, el proceso de elaboración, cuyo primer paso será la realización de un inventario completo de toda la población actual y su estado de conservación, contemplará espacios clave como jornadas sociales de participación e información, talleres, charlas, presentación pública y varios periodos de sesiones formativas para el personal operario y técnico del servicio.
Por un lado, el Plan Director de Arbolado Viario es el documento estratégico que definirá los criterios que deben regir en el cuidado del arbolado de la ciudad, en lo referente a mantenimiento, plantaciones, talas, sustituciones, y en general, a las labores a realizar en el arbolado. También lo será respecto al nuevo diseño urbanístico y paisajístico en lo que se refiere a la ubicación, criterios de elección de especies, portes de árboles y coberturas de verde.
Y el Plan de Gestión del Arbolado Viario parte del estado actual del arbolado y servirá para definir la gestión del mismo en un espacio de cinco a diez años, definiendo la tipología de mantenimiento necesaria de cada población/calle del arbolado con el fin de conseguir un arbolado sano y disminuir el riesgo posible de sus estructuras. Al respecto, se llevará a cabo un estudio y análisis del trabajo de campo con datos de las especies predominantes, la edad media, las principales problemáticas y entornos disponibles, entre otros, así como la creación de un mapa de riesgos.
El citado plan incluirá, además, recomendaciones sobre arbolado que sea conveniente sustituir y sobre nuevas especies a introducir, además de varios protocolos de actuación relevantes como el protocolo de protección de arbolado frente a las obras urbanas.
Además, también se va a poner en marcha este año un programa de gestión del riesgo del arbolado urbano a fin de determinar, mediante inspecciones visuales y técnicas, la probabilidad de fractura o caída de ejemplares o partes de los mismos, establecer una metodología para determinar la magnitud de los daños a personas o bienes que se pudiesen ocasionar y marcar conclusiones y propuestas de soluciones a adoptar.
“UN PATRIMONIO VERDE MARAVILLOSO E IMPRESCINDIBLE QUE TENEMOS QUE CUIDAR”
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Sáez ha destacado que hoy día, la capital gaditana “cuenta con unos 15.000 pies entre árboles y palmeras, un patrimonio verde maravilloso e imprescindible que tenemos el deber de cuidar y ampliar, y en esa tarea es importantísimo que Cádiz tenga un documento estratégico y central, que esté al nivel de una ordenanza y que marque las directrices de conservación y también una ampliación acorde con el modelo de crecimiento de la ciudad”.
Asimismo, entiende que en los últimos tiempos “se ha avanzado mucho en un cambio de paradigma en el cuidado del arbolado, dejando atrás modelos de poda agresivas y evitando en la medida de lo posible apear árboles, salvo en casos de extrema gravedad”.
Además, se abordan cada año campañas de plantaciones para que el municipio no pierda masa arbórea, pero “era necesario ir más allá y la planificación es la mejor fórmula para garantizar en el presente y en el futuro una conservación eficaz que garantice la vida de nuestros árboles”, sentencia esta concejala izquierdista.