La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) ha ejecutado con “éxito y sin ninguna incidencia” la maniobra de “rescate” de su centenario descanso subacuático del pecio Delta I, culminando así, con el izado y extracción (que se ha prolongado durante unas cuatro horas en la mañana del sábado 27) los trabajos que ha estado realizando los últimos cuatro meses; paso que permitirá avanzar sin obstáculos en la obra de ampliación en marcha de la futura terminal de contenedores del puerto gaditano.
A partir de ahora, estando ya el pecio dentro de la carpa habilitada, la madera se mantendrá húmeda mediante instalaciones adecuadas y los arqueólogos del Centro de Arqueología Subacuática (CAS) procederán al desmontaje de las maderas para sacar conclusiones sobre la manera en que se construyó el barco: como se unían las piezas, el orden de construcción, los posibles medios auxiliares, etc. Esas maderas desmontadas se fotografiarán, escanearán en 3D y se etiquetarán antes de ser colocadas en pequeñas estructuras metálicas y devueltas de nuevo al fondo de la Bahía en una zona habilitada para ello.
Esta fase de estudio se va a prolongar a lo largo de unos tres meses. El objetivo es indagar en cómo se construían estos navíos a mediados del siglo XVII e intentar saber de qué pecio se trata. “Es decir, si es posible llegar a identificar el nombre y la historia del barco”, apuntan desde el Centro de Arqueología Subacuática, con sede en el Balneario de La Palma, en La Caleta.
Durante el inicio de las obras de construcción de la fase 1 de la mega terminal de contenedores, en febrero de 2011, apareció este primer pecio, un barco del siglo XVII. Tras estudiarse distintas opciones, la posición del mismo obligaba a moverlo, decidiéndose su traslado a una zona contigua a la obra que tenía un menor calado y mejor visibilidad, facilitándose así las labores de estudio. Y el lugar en el que se depositó era concretamente la zona de la fase 2 de los trabajos que se retomaron hace unos meses, que han obligado a este nuevo traslado.
“UNA OPERACIÓN SIN PRECEDENTES EN ESPAÑA”
Esta última operación, diseñada y ejecutada en todas sus fases por la APBC, fue aprobada y supervisada en todo momento por técnicos de la consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta y del CAS, así como por los arqueólogos de Divership Diving, empresa adjudicataria de los trabajos (por 658.000 euros). Y la colaboración de Navantia.
La presidenta de la Autoridad Portuaria, Teófila Martínez, que supervisó este sábado las tareas junto a la delegada territorial de Cultura, Tania Barcelona, ha destacado en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, por un lado, el importante trabajo realizado por los técnicos del departamento de Infraestructuras y Obras y la propia dirección de la APBC, “que han conseguido diseñar y desarrollar con éxito una operación sin precedentes en España”. Del mismo modo, ha hecho hincapié en el compromiso del organismo portuario con la salvaguarda y conservación del patrimonio subacuático de la Bahía, “en el que llevamos invertidos más de 5,7 millones de euros”.
“El patrimonio cultural que representa el Delta I es una representación de la riqueza e historia del puerto de Cádiz como enclave comercial. Ha sido un punto de encuentro y conexión entre diferentes culturas a lo largo de los siglos. Hablamos de un enclave que fue decisivo para entender la primera globalización que se propició después de la era de los descubrimientos”, ha añadido a su vez Tania Barcelona, en representación de la Junta.
UNA OPERACIÓN DIVIDIDA EN SEIS FASES
Técnicamente, esta operación se ha dividido en diferentes fases previas, hasta llegar al “rescate” del buque hundido, para pasar a su estudio a fondo.
La primera fase consistió en el dragado del recinto de bloques. Después de 12 años en el fondo de la Bahía (tras su primer traslado), la dinámica litoral había enterrado el pecio con arenas y fangos dejándolo bajo una media de entre 1 y 2 metros de material, que ha tenido que ser retirado para dejar de nuevo el pecio descubierto y disminuir, así, el riesgo de roturas del mismo. Los buzos han realizado esta limpieza prácticamente al tacto. Una vez limpia la superficie, se han dragado los alrededores para recuperar los extremos de las cinchas de sustentación del pecio (que se dejaron en la operación de traslado de 2012) y la zona donde, sobre bloques de hormigón fondeados para la ocasión, se deposita la estructura auxiliar mientras se conectan las cinchas.
En paralelo, se ha diseñado la maniobra y preparación de la estructura metálica auxiliar que debía soportar el peso del pecio tanto dentro como fuera del agua, los flotadores que permitirían el izado para su traslado sumergido y las grúas que debían sacar estos retos fuera del agua y colocarlos en el muelle.
El siguiente paso fue el traslado de la estructura metálica desde el muelle al pecio; antes del traslado del pecio hasta el muelle, operación que se realizó el pasado viernes, dejando el conjunto de pecio y la estructura a flote amarrado en el muelle Nº 5. Y ya este sábado fue el momento del izado y colocación del pecio. Para esta maniobra han sido necesarias dos grúas móviles de 350 Tm que han actuado de manera coordinada situándose junto al cantil del muelle e izando el barco desde el agua, y moviéndolo hasta colocarlo sobre el muelle. Y a partir de ahora, será el momento del estudio y desmontaje del pecio.