“La Semana Santa en Andalucía es mucho más que religión y las hermandades una forma de socialización y solidaridad. Todo ello sin referirme a la belleza de su expresión musical, escultórica, artesana o sensorial”. Son afirmaciones de la parlamentaria andaluza Teresa Rodríguez, ahora en el grupo de los no adscritos (hasta hace unos meses líder de Podemos Andalucía y de lo que fue Adelante Andalucía, hasta que fue expulsada junto con diputados afines del grupo por sus excompañeros de la formación morada e IU).
Estas declaraciones de la gaditana replicaban de manera indirecta las manifestaciones públicas desde parte del mismo Gobierno local en el Ayuntamiento de Cádiz: Ganar Cádiz en Común ha afeado que el Consistorio, con José María González ‘Kichi’ como alcalde, mantenga las subvenciones a las cofradías, pese a que el programa electoral consensuado por la coalición Adelante Cádiz en 2019 establece la separación entre las administraciones públicas y cualquier confesión religiosa.
“La izquierda no tiene que ser una agente extraño al pueblo con el que quiere cambiar las cosas y por eso como cualquier otra entidad, como es la Semana Santa, los poderes públicos tienen que estar a disposición de esos lugares de construcción social; y por otro lado hay que respetarlos y diría más, diría hay que potenciarlos porque son espacios de socialización de comunidad. Por tanto desde la izquierda creo que es un espacio a potenciar”, reflexionaba la anticapitalista; declaraciones que pronto se expandieron por numerosos medios. Eso sí, Rodríguez también precisaba a través de sus redes sociales que “eso no quita para pedir que la jerarquía de la Iglesia pague sus impuestos como es debido, devuelvan los bienes inmatriculados y pedir una escuela laica y respetuosa con todos los credos y con el ateísmo”.
“PARECE HUNDIRSE EN LA TENTACIÓN POPULISTA DE LA MAYORÍA DE POLÍTICOS ANDALUCES”
Impresiones que ya han tachado de “desafortunadas” desde la asociación Andalucía Laica: “pretender construir una identidad nacional sobre una liturgia católica, promoverla desde los poderes públicos, y querer identificarla con ‘el alma’ de un pueblo es un despropósito, máxime cuando, además, se pretende descalificar a aquellos que son contrarios a esa identificación como ajenos a la ‘nación andaluza’”.
A colación, esta entidad recuerda en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que de acuerdo con la aconfesionalidad del Estado recogida en la Constitución española vigente, “el que un Ayuntamiento participe en cultos religiosos no es respetar la fe, sino incumplir con ese principio constitucional y con la neutralidad requerida a los representantes institucionales, que lo son de toda la población”. Además de que, se reitera, “traiciona el acuerdo pactado por los partidos de gobierno en Cádiz”, que dice explícitamente: “no se promoverán desde el Ayuntamiento ritos ni celebraciones religiosas de ningún tipo y no se financiarán directa ni indirectamente actividades confesionales”.
“Es preocupante el que Teresa Rodríguez, en sus declaraciones, parece renegar de la historia laicista del liberalismo y de la izquierda social de los siglos XIX y XX, y hundirse en la tentación populista de la mayoría de los políticos andaluces de mezclar la religión con la identidad nacional y el poder público, tal y como hizo, por ejemplo, el nacionalcatolicismo, que utilizó la Semana Santa para recatolizar el país y ofrecer una visión fascista imperial”, argumentan desde Andalucía Laica.
Y se insiste en que la política roteña “además, en vez de insistir en el concepto de solidaridad social, embellece y ensalza la caridad católica, identificando a las hermandades y cofradías y a la Semana Santa en sí misma como ‘un elemento de cohesión social’ cuando es, más bien, una reproducción simbólica de las desigualdades existentes y de la aceptación popular de las jerarquías sociales dominantes”. Por otra parte, “la presencia del Ejército, de otros cuerpos armados, y de autoridades civiles en las procesiones y actos litúrgicos de Semana Santa, constituye un ensalzamiento de la fusión del Estado con el catolicismo, y aparece como un símbolo de atraso secular que aporta, eso sí, una nota de exotismo para la observación del turista”, se apostilla.
Esta organización sin ánimo de lucro promotora del laicismo, el Estado laico y la separación Iglesia Estado entiende finalmente que la parlamentaria gaditana “en vez de avanzar en el laicismo institucional, propone avanzar en el populismo andaluz casposo del que tanto huyeron personas como Blas Infante o Antonio Machado”.
“La actual consejera de igualdad de la Junta, Rocío Ruiz (colocada por Ciudadanos), tuvo, como exigencia para entrar en el gobierno de la Junta, que renegar públicamente de sus críticas a la Semana Santa y mostrar públicamente su aceptación de esta liturgia católica que ahora también Rodríguez quiere convertir en un símbolo nacional de Andalucía”, se sentencia.