La escultura del Parque Genovés (una réplica de la original) ha sufrido daños irracionales tanto en las extremidades de las figuras como en el paraguas. La empresa municipal Aguas de Cádiz ya trabaja en su arreglo. Y desde el Ayuntamiento se pide encarecidamente “que se respeten y cuiden los monumentos históricos y artísticos de Cádiz”.
La fuente de Los niños del paraguas, en el parque Genovés de Cádiz, con gran valor sentimental, fue vandalizada en la madrugada del viernes al sábado. La escultura (que es una réplica de la original, retirada hace unos años para su conservación) ha sufrido daños tanto en las extremidades de las figuras de Pablo y Virginia como en el paraguas, dejando al descubierto la canalización de agua.
Estos restos del monumento que fueron arrancados aparecieron en las inmediaciones de la fuente y el personal técnico de Aguas de Cádiz los retiró en la mañana del sábado para su reparación.
“Vamos a hacer todo lo posible para arreglarla perfectamente y que luzca como antes lo más pronto posible. En estos momentos, los restauradores se encuentran valorando cuál es la actuación más adecuada para su reparación”, ha apuntado la concejala y presidenta de Aguas de Cádiz, Ana Fernández, que además ha valorado cuánto le costará a la empresa municipal la ‘gracia’: 3.070 euros.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Fernández reconoce que “nos encontramos tristes e indignados por que ocurran actos vandálicos sobre nuestro patrimonio ornamental”. Y añade que “fue un acierto crear una réplica para exponerla en el exterior y tener la original en un lugar seguro”, actualmente en las oficinas de la empresa municipal
Aguas de Cádiz restauró este símbolo de la ciudad en el año 2020. El escultor encargado del proyecto fue Martín Lagares, que colaboró en la restauración de la figura original y creó una réplica en el mismo material que la original.
Por último, desde la empresa municipal y desde el Ayuntamiento se ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para identificar a las personas responsables de estos actos vandálicos, al tiempo que se pide encarecidamente “que se respeten y cuiden los monumentos históricos y artísticos de la ciudad”.
UNA FUENTE CON HISTORIA
La pieza representa a Pablo y Virginia, protagonistas de la novela de Jacques-Henri Bernardin, publicada por primera vez en Francia en 1788, que tuvo mucha fama en la época romántica, se tradujo a diversos idiomas y se hicieron versiones teatrales y musicales. Los niños, que representan el amor puro de la niñez y mueren de manera trágica, gozan de gran popularidad en Francia y en muchos otros países y han sido representados en muchas esculturas.
Durante el pasado proceso de restauración se descubrió que el autor es el artista milanés Andrea Boni, escultor y ceramista, nacido en 1815, que adquirió gran prestigio en el siglo XIX por sus trabajos en terracota. La pista la dio una postal de la Exposición Universal de 1878 de París que reproduce el conjunto escultórico que la familia gaditana Aramburu compró y trajo a Cádiz.