Este viernes 18 de agosto se cumplen 70 años de la explosión de Cádiz de 1947. Ese día, al anochecer, estalló un depósito de minas submarinas situado en pleno corazón del barrio de San Severiano y se cobró la vida de al menos 150 personas, según la cifra oficial, y hubo unos 2.000 edificios afectados, sobre todo en Extramuros. El Ayuntamiento recordará durante la jornada a las víctimas de este oscuro suceso acaecido durante los primeros años del franquismo.
Como es habitual desde hace unos años se llevará a cabo una ofrenda floral, que se enmarca dentro de los actos que han organizado el Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD) y la Federación de Asociaciones de Vecinos 5 de Abril con motivo de esta conmemoración, con el propósito de dotar de mayor contenido a este día y ofrecer un conjunto de actividades que contribuyan a mantener este recuerdo a las víctimas de dicha tragedia.
Así, a las 19.30 horas se realizará la Ruta de la Explosión, dirigida por el IERD, que recorrerá el interior del Instituto Hidrográfico de la Marina, donde se encontraba ubicado el almacén de minas que hizo explosión en 1947.
Posteriormente, a las 21.45 horas, se rendirá un homenaje a las víctimas junto al monumento que las recuerda, en la plaza de San Severiano. Según detallan desde el Ayuntamiento en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, se oirá por megafonía la sintonía de los cuartos de Radio Nacional de España (RNE), que daba comienzo al Diario Hablado. En ese momento se produjo la explosión. Por eso, justo al final de esa sintonía, se oirá por megafonía una fuerte explosión. Y a continuación sonará el Adagio de Samuel Barber. Con esta pieza musical de fondo, el periodista y locutor de Radio Cádiz de la cadena Ser, Francisco José Román, leerá un relato poético de los hechos de la explosión de Cádiz.
Al término, se repasarán los nombres y apellidos de cada una de las 150 víctimas de la explosión, y acto seguido se realizará la ofrenda floral. Las flores serán portadas por afectados de la catástrofe, desde el frontal de la iglesia de San Severiano hasta los pies del monumento. Este momento irá acompañado de un trompeta y un tambor que tocarán la música a los caídos. Y posteriormente, se celebrará una entrega de tres placas conmemorativas a Tercio del Sur de Infantería de Marina, la Armada española y la Guardia Civil.
Tras el homenaje, a las 22.30 horas, se celebrará la Noche de la Explosión en el colegio Argantonio (con acceso por la avenida Juan Carlos I). Este acto comenzará con un cuarto de hora musical. Acto seguido se leerá un relato de media hora en la que participarán víctimas de la explosión. Le seguirá otro cuarto de hora musical, habrá un segundo relato sobre dos niñas de la tragedia, y un tercer cuarto de hora musical que cerrará la noche. Los momentos musicales correrán a cargo de Daniel Borrego Marente, que tocará el piano, e Inmaculada Arjonilla Benítez, que tocará la viola.
En estos actos organizados con motivo del 70 aniversario de la explosión de 1947 colaboran, además de la Fundación Municipal de Cultura, la Diputación, el colegio Argantonio y Pianos José Sánchez.
Además, se ofrece la exposición ‘La explosión de Cádiz de 1947’, instalada en el castillo de Santa Catalina. Debido al atentado que ha sufrido Barcelona durante la tarde de este jueves, se ha pospuesto la inauguración formal, que estaba convocada para la noche; no obstante, la muestra se puede ya visitar.
UN POCO DE HISTORIA
El fatídico 18 de agosto de 1947 se produjo, por la noche, una explosión en un depósito de minas de la Base de Defensas Submarinas; suceso que arrojó el balance de más de 150 personas muertas, 5.000 heridos, y 2.000 edificios afectados.
Aquella noche la onda expansiva arrasó el barrio de San Severiano y los astilleros, los edificios de la barriada España, los chalets de Bahía Blanca, los Cuarteles, la Casa Cuna, el campo de la Mirandilla y el sanatorio Madre de Dios. En la Casa Cuna murieron niños y hermanas de la Caridad. En los edificios de los alrededores fueron sepultadas familias enteras.
Una explosión que quedó fundamentalmente reducida al Cádiz de Extramuros, ya que las viejas murallas de las Puertas de Tierra y de San Roque, defendieron en gran parte al centro de la capital, pese a que dicen que hasta las puertas de la Catedral se doblaron como consecuencia de la deflagración, cuyas causas aún no son del todo claras y más teniendo en cuenta que fue un hecho que intentó silenciar la dictadura franquista: se habla de accidente, en cualquier caso, evitable –de hecho no era entendible mantener un depósito de minas junto a la población-, e incluso de sabotaje terrorista.
Con todo, Extramuros, lo que el gaditano llama ‘puertatierra’, es consecuencia directa de la reconstrucción de la ciudad tras la explosión. Y la ayuda del Régimen. Así nacieron la nueva barriada España, Trille, Brunete, Puntales, o La Paz. E incluso el Estado nacionalizaba el astillero de Echevarrieta y Larrinaga, arrasado por el suceso y en horas bajas, naciendo Astilleros de Cádiz, hoy, tras sucesivas crisis, parte de Navantia.