“2024 ha sido devastador para la ciudad de Cádiz”: lo sostiene Cádiz Resiste, plataforma nacida en los últimos meses harta del ‘destierro’ de gaditanos de sus barrios, que considera que se va un año en el que “se han batido cifras récord de precio de vivienda (en precio por metro cuadrado, tanto en venta como alquiler) y de turistificación”, haciendo cada vez “más complicado que se pueda residir en la ciudad y agudizando la expulsión paulatina de residentes”.
Para este colectivo ciudadano por la vivienda y contra la turistificación, el “cada vez más complicado acceso a la vivienda en Cádiz no es casualidad”, coincidiendo “los datos de precios disparatados de alquiler y venta (con una oferta muy escasa de alquiler de larga duración) con los datos que alertan de la burbuja turística”.
En este sentido, se recuerda que en 2024 “también se ha batido un récord de plazas hoteleras, llegándose a duplicar ya el número de hoteles que había hace apenas 10 años en Cádiz; se ha recibido a un número récord de cruceristas, proyectándose más escalas aún para 2025; y se ha alcanzado la mayor cifra de plazas destinadas a alojamiento turístico de la historia de la ciudad”.
Ante este panorama, en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la plataforma llama a las administraciones y agentes sociales a “transformar esta dinámica nociva para la ciudad y para sus habitantes, que cada vez son menos”, con medidas claras “para facilitar el acceso a la vivienda y frenar la especulación que viene dándose en torno a ella”.
En esta línea, se añade, “no tiene sentido que el Ayuntamiento siga otorgando licencias para nuevos alojamientos turísticos (mientras el alcalde Bruno García presume estos días de que, gracias a su acción, es la primera vez que acaba el año con menos viviendas turísticas que el año anterior); y que la Junta de Andalucía, por ejemplo, no declare la ciudad zona tensionada para poder limitar, en primera instancia, el precio de los alquileres”.
“Todo ello merece una respuesta conjunta por parte de la ciudadanía y de las administraciones, que de momento han mostrado una dejadez sonrojante a la hora de abordar la realidad del problema y encontrar una solución real desde alternativas concretas”, opina Cádiz Resiste, que también llama a mantener la movilización en las calles para seguir denunciando, concienciando y sensibilizando sobre esta problemática.
“MEDIDAS PARA MEJORAR LAS PERPESTIVAS DE FUTURO DE CÁDIZ”
Entre las reivindicaciones ya consabidas de esta plataforma (que en 2024 ha promovido dos importantes manifestaciones, a finales de junio y el pasado noviembre) se encuentran la activación de una moratoria que frene la concesión de nuevas licencias para viviendas turísticas y hoteles en la ciudad durante el próximo año; una revocación de licencias de alojamientos turísticos “hasta lograr un equilibrio ahora inexistente”; o la puesta en marcha de una tasa turística (esa que rechaza la Junta de Moreno Bonilla, y por lo tanto impide a los ayuntamientos su aplicación) al objeto de financiar “actuaciones pensadas para la gente que vive en la ciudad”.
En paralelo, también se pide un incremento por parte municipal de la tasa de recogida de residuos y del IBI para las viviendas con fines turísticos y hoteles; así como una “persecución real” de las muchas viviendas con fines turísticos ilegales que existen en la capital; además de la construcción de vivienda pública en alquiler y la limitación del precio de los alquileres.
“Todas estas medidas contribuirían a mejorar las perspectivas de futuro de Cádiz y transformar su realidad a mejor, evitando que siga perdiendo 1.000 habitantes cada año y logrando una ciudad más fácil para vivir”, se argumenta, ante una sangría poblacional que desde la década de los 80 del siglo pasado ronda ya las 47.000 personas.
“SON INNEGABLES LOS IMPACTOS NEGATIVOS DE LA ACTIVIDAD TURÍSTICA”
Según los cálculos de este colectivo, la capital gaditana cuenta en la actualidad con plazas para más de 15.000 turistas en diversos alojamientos turísticos, “lo que supone más de un 10% de su población residente”. A ello hay que unir los más de 600.000 cruceristas que ‘atracan’ en el puerto al año, “y que convierten a la ciudad en el municipio español que más cruceros recibe por habitante”; y “a todos aquellos que se alojan en viviendas que no están incorporadas en los registros oficiales, que son ilegales y que aumentan también la saturación turística en la ciudad”. Y todo, además, contando con que existe una especial concentración de la saturación turística en el casco histórico, “provocando una situación que es ya insostenible”.
Cádiz Resiste, en definitiva, considera “muy nocivo” el modelo de especulación que se está dando en la ciudad (y que se repite en otros puntos del Estado), que “está expulsando a cada vez más vecinos al convertir un derecho como la vivienda en un bien de mercado y que encuentra en la explotación turística su principal eje”.
“Son innegables los impactos negativos de la actividad turística en el acceso a la vivienda, en la progresiva precarización laboral, en la contaminación ambiental y la destrucción de ecosistemas, en la desaparición de comercio necesario para la vida cotidiana, en la sobrecarga de servicios públicos y en la masificación del espacio y el transporte públicos, entre otros asuntos”, apostilla esta plataforma que no está en contra de los turistas, pero sí de este modelo turístico depredador que “arrasa con todo”.