Un punto más para seguir luchando la permanencia. Los gaditanos empataron (0-0) ante una Real incómoda con mucho balón pero apenas tirar a portería. Un choque del Cádiz serio defensivamente, casi siempre, y con cierto atrevimiento ofensivo en la recta final tras los cambios. Los dos conjuntos gozaron de una ocasión clara para marcar.
JORNADA 24. Anoeta, ahora llamado Reale Arena (por cosas del dinero), abría en la noche del viernes la jornada liguera en Primera con la visita de un Cádiz fuera de zona de descenso. Delante, una temible Real Sociedad aupado en la tercera plaza de la clasificación.
“Creo que somos capaces de mirar de frente a cualquier rival. Vamos a tener que hacer un partido de alto nivel, pero vamos en buen momento y lucharemos por la victoria”, aseveraba Sergio González en la previa del choque, en el que los de amarillos salían al verde con Ledesma, bajo palos; Iza, Pacha Espino, Luis Hernández y Fali, en defensa; Escalante y San Emeterio, en el centro del campo, con Álex Fernández más adelantado; y arriba, Sobrino, Bogonda y Roger Martí.
El monólogo realista, aunque sin apenas probar los reflejos de Conan Ledesma salvo un primer cabezazo en el arranque, se imponía abusivamente en el primer tramo de la primera mitad ante un conjunto gaditano centrado en tareas defensivas, obligado (o no) por el empuje local.
En el 18, Take Kubo daba otro sustillo culminando un carrerón tras cazar un saque de puerta medido de su portero Álex Remiro. Unos minutos después, respondía el Cádiz en una acción puntual, pero Thèo Bongonda no definía nada bien en la frontal del área. Y poco más deparaba este periodo: el Cádiz se defendía más o menos bien (descartando algunas intervenciones peculiares de Conan), y los vascos comenzaban a desesperarse sin encontrar huecos. Aunque en el 45 Carlos Fernández los encontró y no marcaba el 1-0 por centímetros.
ROGER MARTÍ LA MANDA AL PALO
Los de Imanol Alguacil salían todavía más tensionados tras el descanso, y el encuentro mantenía la misma dinámica salvo porque los de casa trataban de darle más velocidad al balón. El Cádiz se defendía, por momentos de aquella manera, y llegaban los primeros cambios rondando el minuto 60: se iban al banquillo Bongonda, Álex y San Emeterio y entraban Alejo, Alcaraz y Sergi Guardiola. La Real Sociedad recurría, a su vez, a David Silva.
Y en el 67 los gaditanos gozaban de su ocasión más clara, por partida doble: Roger se revolvía dentro del área chica y la mandaba al palo, y en el rechace, Guardiola disparaba muy fácil para que la atrapara el guardameta. Dos minutos después, el mismo Roger probaba desde el pico del área. Se abría un poco la partida con los cambios y el pasito adelante de los gaditanos, y ganaba en vistosidad y emoción.
Avanzando el crono, el gaditano Chris Ramos reemplazaba al desafortunado Roger Martí. Y tras un porrazo entre varios jugadores dentro del área, Fali salía inmovilizado en camilla tras varios minutos tendido sobre el césped (era trasladado al hospital por contusión facial y esguince cervical) y entraba en su lugar Jorge Meré, uno de los fichajes invernales que hasta el momento no había debutado.
Se llegaba al 90, y se decretaban 11 minutos más de tiempo extra, lógicos y esperables. Con el partido ya caótico, y con más nervio y lucha que fútbol, Ledesma despejaba superado el minuto 102 con los puños un último remate peligroso del japonés de los txuri-urdin.
El empate a cero no se movió al final del marcador. Un gran punto para un Cádiz que logró incomodar a los vascos y mejoró ofensivamente con los cambios. Ya van 24 jornadas y 26 puntos en el saco. A seguir. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTO: Cádiz CF