“Quién alegra al que te alegra, quién escucha al que escucha”

DÍA 9 (9ª CLASIFICATORIA)

El Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2024) da un pasito más y se cuela ya en su novena noche de las clasificatorias. No te queda ná todavía, Cádi. Podría ser peor.

Novena función la de este miércoles con una actuación sobresaliente en el Falla de la comparsa de Manolo Cornejo ‘La alegría de Cádiz’, confirmando que lo del pasado concurso no fue un espejismo. Y el siempre excepcional momento de la particular chirigota de Luis María, ‘La historia interminable’, a lo Jordi Hurtado

“Todo lo que tiene audiencia no tiene por qué ser bueno”, ha reflexionado estos días el Vera Luque en Radio Cádiz apuntando al Falla; aunque se podría hacer extensivo a más cosas…, al programa del Pablo Motos Es un poné. Calla, Juan, calla que mañana te llaman las hormigas y tú eres tela de entomofóbico. Maripili, dale a la palanca y que caiga todo el peso de la ley, y lo esquive este cronicón con abogado de oficio. Y si Supersol nos quiere poner la publicidad del bombo, ¡¡vámono que vamos!!

‘Los vitamina’, exprime la naranja

Las 20.03 horas. Arriba telón. Recoge la ropa tendía, que puede que llueva. Tipo seudo-payasil para meter en adobo a ‘Los vitamina’, el coro de La Isla, vitalista, optimista, todo es de color, Juan…, “hace lo imposible por verte feliz, por ti, saca su sonrisa sólo para ti, pinta de colores cualquier día gris… tu vitamina eres tú”. Victoriano Cano y Francis Sevilla Pecci le ponen la letra a esta propuesta, que también lleva la música del propio Sevilla Pecci junto a Luis Alfonso Betanzos. El final de la presentación se ha escuchado regulá, ná má. Desde la vecina San Fernando invitan a Cádi en el primer tango a elegir mejor sus pregoneros de la fiesta, que ya toca que se le ofrezca a un cuartetero, blam blam: “me alegra infinito ver al Sheriff profeta en su tierra, un honor que a muchos se les ha negao… mi pregonero, mi pregonera, no será quien de un concierto como un sábado cualquiera…”. “Que sentimientos, que pasión más infinita, pocas manos aprietan más que las que se dan una hermana y un hermano…”, considera la otra letrilla reglamentaria. Juan, que no hay incesto ahí, que no… sé. Un fantasma en el Hospital Puerta del Mar, como “los contratos que ahí se hacen”, y un chiste ya rancio con el Echenique, en esa tanda de cupleses que se salva al desembocar en un estribillo jaleoso de carrusel: “ole mi Cái, de La Isla hasta la Viña… y el que no diga ole que se le vayan las vitaminas”. Un popurrí alérgico a los tragedia. “La ciudad de los vitamina, la mejor de las medicinas, con su forma de ser y de hablar, con su vida y su carnaval… y sonreír, sonreír”. Se agradece el espíritu bullanguero, aunque hay demasiados momentos en los que el alboroto jubiloso engulle todo, y no se entiende nada. Rebosando potasio.

‘Qué bonita es Cádiz’, ya huele a escollera

Un tren devuelve a la Tacita a emigrados gaditanos repartidos por medio mundo… “y no he visto una cosa más bonita que las tuyas… déjame que te disfrute, recorrerte, visitar mi viejo barrio… qué bonita es mi Cádi, qué bonita es Cádiz”. Saluda la comparsita con tipo low cost del veterano Luis Ripoll, con parte de la música de Juan Ramón Fernández Barberi. ¿Y el nombre? ‘Qué bonita es Cádiz’, por supuesto. Un primer pasodoble piropillo se pasea por Cádi recordando el ayer, “el olor de mi niñez”. Suavecita entra la historia. Y dramón en la segunda letra, con un nieto en la cárcel tras desviarse del camino, y un abuelo sufridor. Juan, estas calamidades me superan. Pasando el trámite de los cupleses, pellejosos. “Que traducido resulta, taza de plata, Cádiz bonita”. “Vuela vuela”, y se abre ese popurrí sin nada especial buscándose la vida más allá de Cortadura, pero siempre con la mente en casa, las ganas de regresar al hogar…, “es que Cádiz a mí me delata, cuando vuelvo a tu verita no hay más colores que el de tu plata”. Rima consonante.

‘La historia interminable’, como mis cuplés

¿Atreyu al tres por cuatro? Naaá. “Y Jordi creó el mundo… los inmortaaaaleesss”, jajaja. Momento de la chirigota de Los Palacios y Villafranca con el sello de la chulería de Luis María, Rodríguez Rondán: ‘La historia interminable’. Son Jordi Hurtado, el eterno presentador de ‘Saber y ganar’, desde el Jordi de la prehistoria al Jordi de la época de los romanos. Estilo inconfundible, indefinible, a contracorriente. El programa-repertorio avanza con las preguntas. El primer pasodoble, piropillo, acaba con moralina: “tú sabes que por ti daría la vida, muero muero muero, pero no puedo… lo más bonito que tiene un concurso es saber perder”. La otra letrilla, mirándose la picha…, “no te acomplejes no eres grande, ya lo sé, pero tú cosquillitas puedes hacer… ser una picha en Cádi es algo muy normal… en Cádi hay que mamar”. Bueno, prometía, Juan, prometía. Es lo que te dice siempre tu Chari. Cuplé agotador formato XXXL: comparando las gracias gaditanas y catalanas; y nosequé de la Leticia Sabater, de cara o de culo, tú eliges. “Tu inteligencia, tu inteligencia es artificial”. “Antes que me muera y me traigan flores, mejor medio kilo chicharrones y tortillitas de camarones… anda caramba, po mejor que sea de gambas”. Popurrí pamplinoso, incalificable, pero que no falten estas cositas que se salen del carril. Luis María siempre en nuestro equipo.

‘La alegría de Cádiz’, corazón partío

Expectación en el teatro ante la revelación de la pasada temporada, la comparsita de Manolo Cornejo, este año ‘La alegría de Cádiz’. Reír por no llorar…, “aunque me asoman las grietas no estoy hecho de papel, no son más que cicatrices que me han tocado vencer, las heridas de mi guerra que encierran lo que soy y nadie ve, y aunque roto por dentro, me visto de alegría, pa demostrarle al mundo lo bonita que es la vida… con dos golpes de age alivio la cruz de tu calvario… no existe mejor consuelo que colorear con una sonrisa tu peor momento, y de eso sabe mi tierra… que cuando yo me vaya digan, ¡ole, ahí va la alegría de Cádiz!”. Ahí queda bien presentado este personaje que guarda para sus adentros el drama. La paradoja de Cádi, Juan, una tragicomedia de manual. Una primera letra que mira al exitoso tercero del pasado concurso, entre el piropazo…, “desde chiquillo tuve en tus calles el paraíso que no me ofrecen los dioses… y al mismo ritmo de tus mareas he ido creciendo siempre a tu vera, me fui impregnando de tu sal bendita… fíjate si te quiero, que de mi amor más sincero nació la locura de hacerte una comparsa… y si alguien piensa que tuve la suerte del principiante y que fuiste novelera por dejarte enamorarte, yo te juro vida mía que yo te quería ya de antes”. La otra letra, llena de primeras veces, hasta que llega el bofetón…, “pero cuidao que llegarán primeras veces que te podrán condenar… basta, la primera vez basta, si te pega o te amenaza, si te maltrata, te insulta o si te humilla, no des segundas oportunidades, el que nació cabrón es cabrón pa to la vida… si de verdad te quisiera no te pondría la mano encima”. Ha gustao, ha gustao. ¿Y cómo se mete uno con el Bruno?, se pregunta uno de los cuplés: “ya tenemos nuevo alcalde, ya se han acabao to los problemas que había en Cádi por culpa el Kichi… si hubierais votao al tonto de GranHermano tendría el cuplé solucionao”. “No sé qué es lo que tienes sentrañas mía, pero me aleeegras, la vida”. Repartiendo pedacitos del corazón por ese popurrí-hombro, un corazón que se va vaciando pero también llenando…, “no pienses por mi carácter, que sufro menos que tú, simplemente es que depende de tu actitud… y aunque es verdad que nada es tan grave después de haberlo contado, tengo que arreglar con mi alegría, lo que no arreglan en el Congreso… no te quejes tanto, no te enfades por tonterías, que la vida es corta y aquí vamos a estar dos días, aparta de tu mente ese runrún de cada noche, ¿tiene solución?, ¿sí? po yasta, ¿tiene solución?, no, po entonces… el corazón vacío y la mochila llena, te entrego un sonrisa y me traigo un problema, quién alegra al que te alegra, quién escucha al que escucha, no pienses que pa mí no existen los días grises pero darles color es algo que se elige, el sol sale para todo el mundo, depende de ti que dé luz a tu rumbo… la vida es eso, aunque estés roto, emborracharte de alegría, que nadie nos asegura un nuevo día… deja que tú empatía fluya, que no sabes qué batalla está librando quien te ayuda con la tuya… vivir sin heridas es como no vivir,  y aunque dejé mi corazón más que vacío, si es a mi tierra y a su gente, estará bien repartío… y me lo vuelvo a llenar, con las riquezas que no da el dinero, y recompongo el corazón… y tú Tacita, que cuanto más te voy queriendo más me duelen tus penitas… ya tengo  de nuevo el corazón lleno, Cádiz de mi alma, de alegría y de esperanza, pa repartirlo, pa repartirlo de nuevo mañana”. Pito pito. Bonita, con gusto, sincera y honesta, y entendible desde la primera escucha ese mensaje sanador que encima se desarrolla. Popurrinazo. Comparsón. ¡¡Alegría alegría, Juan!!

‘El niño de isabelita 2’, me gusta más la Jurado

Afú, segundas partes, ya se sabe. Desde Rota entra ‘El niño de isabelita 2’, chirigota que no te saca un cuplé malo recurriendo al niño de la Pantoja, te hace un repertorio enterito, “le habéis cantado más a Paquirrín que a Paco Alba…”, y lo sabes. Auto-tune, on. Iván Herrera Lobato y Antonio Rodríguez Medina comparten la letra, y la música la aportan José María Barranco y Antonio José Caballero. Una primera canción a Cádi, “que parezca un pasodoble”.  Y en la segunda letra ven al Pedro Sánchez mu gaditano…, “cuando crees que va de broma, al final todo era cierto … como se dice aquí en Cádi, pa cagarse en to sus muertos”. Porque sí. Y sin colar la amnistía, ehh. Perdiendo aceite, con lo caro que está, en uno de los cuplés. EEEEh, ya está aquí la amnistía en el segundo de la tanda, aro aro aro. “Lo he ganao to por la cara, y me lo he gastao por la nariz”. Para pillar el popurrí hay que tener un máster en Aquí hay tomate y Sálvame; dentro de ese target hay risas y todo. “Que por más conciertos que yo haga, no hay nada como escuchar tus palmas al llegar los carnavales…”. Y chimpón. Apaga el playback, Chabeli.

‘La muralla’, de piedra y no se notan

Y dándole el portazo a la función, ya con eco eco y eso que son poco más de las once, desde Morón de la Frontera se parapeta tras los muros la comparsa ‘La muralla’, con letra y música de Samuel Gallardo Alcalá y Sergio Bellido García. “No hay más vida en mí que en mi muralla… jamás conquistarán nuestras ideas… si el destino lleva escrito que yo muera, moriré por mi frontera”. Defendiendo la esencia de las influencias ajenas, yoquejé. Juan, cómo mola la palabra almenas. Terrenal entra esa primera letra, renegando de dioses a los que rezar y otros seres mágicos que condicionan tu existencia…, “no me hace falta tener fe, ser cristiano, no necesito tu querer para obligarme a ser humano… toma tu fe y tu esperanza, si tú la necesitas, no me hace falta… que la fe nace del miedo y sólo le temo al tiempo, por eso amo, disfruto y exprimo de mi vida cada momento”. Y quejoso con la sanidad pública, en la UCI, en el segundo pasodoble: “lo mismos que nos destruyen lo público tienen acciones en lo privado… dormirán plácidamente con su conciencia tranquila, y han convertido en puro negocio la sanidad de Andalucía”. Eso va pal Juarma. Bien planteado aunque algo repetitivo y previsible el desarrollo. ¡Escudo, flecha, cuidao! Un cuplé ambientado en “época medieval”, sin gafas; y deseando que se independicen “los madrileños”, en el segundo. Juan vota a favor en ese referéndum. “Ya me tienes conquistao, siempre me ganas cada batalla, cada batalla”. Estribillo acampanao. “Si he de morir por mi tierra, lo haría con la palabra, ojalá fuera en febrero pero que dejen primero que me despida cantando, sería por carnavales…”. Y hasta aquí llega esta defensa. Nada que ver con aquellas de don Álvaro Cervera.

Las 23.35 horas. Baja el telón. Nos estamos mal acostumbrando a estos horarios infantiles. Verá tú en cuartos y semifinales cuando nos topemos con la cruda realidad de salir a las mil. Juan, un colacao y al sobre. Inteligencia Artificial, lánzate con una frase célebre enlatada a modo de nana nanita eea: “La alegría es la más seria de todas las cuestiones”, dicen que dijo el británico Gilbert Keith Chesterton. Dany Rodway

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