La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cádiz, en su última reunión, ha encargado a la empresa pública mancomunada Cemabasa las pruebas de exhumación previas al desalojo total del cementerio de San José, que lleva años clausurado; y sobre el que se mantiene el proyecto de futura zona verde.
Esta operación supondrá una inversión de 28.800 euros y tendrán una duración de dos semanas y, a partir de ahí, se hará un informe final con el que se redactará el proyecto en el que se diseñe el método y las fases de ejecución del desalojo del camposanto.
Para estas prospecciones se propone realizar desalojos parciales en tres zonas puntuales y se ejecutarán con medios mecánicos y con el auxilio de operarios especializados en estas operaciones.
Al respecto, el alcalde Bruno García ha aclarado que ya han concluido los trabajos de campo para la localización de restos de víctimas de la represión franquista (labores llevadas a cabo principalmente durante los anteriores mandatos con gobierno local izquierdista), y además ninguna de estas sepulturas están relacionadas con las investigaciones de robos de bebés también durante la dictadura y primeros años de la actual democracia. Por tanto, “no existe ninguna incompatibilidad”.
En este punto, desde el Consistorio se repasa en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que el cementerio de San José estuvo activo hasta 1992 y fue clausurado en 2001. En 2006 se empezaron a hacer las primeras exhumaciones de represaliados del fascismo en diferentes sepulturas colectivas y se han estado haciendo estos trabajos junto a los bebés robados hasta hace muy poco tiempo.
“NO ES LA PRIMERA VEZ QUE NOS ENCONTRAMO UN PROYECTO QUE PARECÍA HECHO Y QUE DESPUÉS NO ESTABA CULMINADO”
“El cementerio no estaba listo para iniciar su transformación, a pesar de que se nos había trasladado que ya estaba todo concluido”, ha remarcado el primer edil del PP, refiriéndose indirectamente al anterior equipo de gobierno de Adelante Cádiz.
Así, queda pendiente la exhumación de los restos inhumados en las tumbas del suelo ubicadas bajo los bloques de nichos ya demolidos y bajo los viarios peatonales que circundaban dichos bloques. Se estima que una vez desalojados todos los nichos y panteones familiares, quedarían 90.000 restos, aproximadamente, que habría que desalojar y trasladar. “Estos restos, que serán exhumados con toda la dignidad, serán trasladados al cementerio mancomunado de Chiclana en una fosa construida al efecto junto a una zona ajardinada”, ha detallado el alcalde.
“Estas exhumaciones que quedan supondrán más tiempo y dinero pero tenemos claro que este proyecto no tiene vuelta atrás. No es la primera vez que nos hemos encontrado un proyecto o evento que parecía que estaba todo hecho y que después no estaba culminado y, en algunos casos, en una fase muy inicial, caso de la operación Tacita de Plata, la Gran Regata o el estado en el que nos hemos encontrado la Casa del Carnaval, entre otros”, ha insistido Bruno García.
“EL PARQUE DEL CEMENTERIO VA A SER UNA PRIORIDAD”
Respecto a los planes de futuro en el solar del antiguo cementerio de San José, una vez se logre su desalojo total, se mantiene el planteamiento de levantar un parque que permita ganar espacio verde para la ciudad, además de mejorar la conexión trasversal entre la avenida principal y el paseo marítimo. “Incluirá equipamiento cultural y de ocio, además de un equipamiento deportivo integrado con el parque y compartido con el instituto Drago”, se precisa.
En estos momentos hay una memoria sobre este parque y la intención del actual Ejecutivo de derechas es que mientras se lleven a cabo los trabajos de desalojo total del camposanto se pueda redactar el proyecto básico que traiga consigo uno posterior de ejecución como antesala de las obras.
“El parque del cementerio va a ser una prioridad para este equipo de Gobierno y vamos a ejecutar la obra”, ha sentenciado Bruno García.