DÍA 23 (6ª CUARTOS DE FINAL)
Soooomos la banda la banda la banda que iba en el Titanic Titanic Titanic… ¡nooo! No te lo perdonaré jamás, Bizcocho… A por sexta y penúltima, ¡penúltima! sesión de cuartos de final del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2024).
Una función que empezó en enero, y acabó en… enero también. Es lo que tienen la mini-sesiones en duración, pero no en intensidad: no defraudaron este miércoles las comparsas ‘Los colgaos’ del Chapa ni ‘El paseíto’ de Fran Quintana; ni la chirigota fresca ‘Los plácidos domingos’; ni el coro de los niños ‘Asesinato en el Cádiz exprés’.
Juan, quieren prohibir el móvil a los niños y no tan niños en colegios e institutos; podríamos extender la medida y vetarlo también al resto de humanos en el Falla (y durante el Falla), tanto tuiter y tanta opinión, oiga… ¿emmm, eso me suena? Maripili, dale a la palanca y que brinque cual canguro en primavera este cronicón sin conservantes ni colorantes. Y recuerda, este carnavá, botellón mal, fanta limón, bien: es un mensaje del Yuntamiento de Cádi.
‘Asesinato en el Cádiz exprés’, entre todos
Las 20.05 horas. Arriba telón. ¡Pasajeros al tren! Al compás del chacachá, del chacachá del tren, qué gusto da viajar cuando se va en exprés. Ejem. Ya se encamina destino a la final el coro-vagón-suspense de Nandi, e Inés, Migueles, ‘Asesinato en el Cádiz exprés’…, “han matado a don Carnal, al culpable hay que encontrar, hemos de encontrar”. Piratas de ayer y hoy entran en el primer tango: “hasta aquí, llegaban sí, llegaban barcos piratas de todas partes, en buscas de mis tesoros, desvalijando a todo Cádiz de su botín… en nuestra tierra hoy día seguimos sufriendo a tantos piratas y filibusteros, haciendo negocios con nuestras casas y nuestro suelo… piratas y bucaneros modernos, chantajistas de chaqueta, meteros por donde os quepan, los euros y beneficios que estás sacando de mi ciudad”. Y rectificando, que es gerundio, en la otra letra, saliendo de la cueva del patriarcado heredado…, “perdonen, les pido que me perdones por tantos chistes machistas pa hacerme el gracioso… pido perdón por las veces que me sorprendió ver a mujeres llegando más lejos que yo… que no quiero que mis hijos sigan los pasos de un neandertal”. Juan, te perdono. Indagando en el nivel de inteligencia que han alcanzado los electrodomésticos, dice uno de los cuplés: “es más lista mi nevera, que la infanta doña Elena… por qué no cambian a Pedro Sánchez por una lavadora”. Centrifuga, ahí, Sube a mi Cádiz exprés… que si te subes, tú de emociones vas a morirte. Gran popurrí que engancha, con desarrollo detectivesco, con parada intermedia en el Falla, “aquí muero yooo”; buscando al asesino entre la prensa, “que con críticas nocivas asesinas poco a poco a don Carnal”; el jurado, “yo no soy mafioso, sólo caprichoso”; los “raritos de las redes”; y los autores e interpretes “artistas”, “culpables sois de asesinar y usar de trampolín el carnaval”. Nada nada, “entre todos, sois todos los culpables de matar a don Carnal”. Nada nada, “entre todos vamos a conseguir que no se muera, que siga siempre vivo… un carnaval verdadero, que nace del pueblo, jamás morirá… será porque te amo”. Qué te pone un platillaso bien metío, Juan. Y el abono gratuito de Cercanías.
‘Los despertadores’, en cada noche nochera
“No hay dinero que pague ni maravilla que iguale, ver a mi Cái despertar”. Saluda la comparsa no-hablada ‘Los despertadores’, esta fantaseada e incomprendida propuesta de “despertador humano que te canta y te levanta, y te pone a funcionar… sólo puedo presumir de que ya está mi Cádi despierta, despiertaaaa”. A los pijos-fachas concentrados en Ferraz parece enfocarse, bien enfocao, el primer pasodoble: “yo no he vivido una guerra, yo no he vivido el franquismo, no he sufrido penurias por el fascismo, pero no me hace falta para tener dignidad, y no ser un sinvergüenza que a protestar sólo se lanza a la calle para luchar por intereses mezquinos… tengo educación que es lo único que cura la vergüenza de la historia… dime qué coño sabrás de derechos y libertad, si le debes lo que tienes a la gente fusilá, y a nuestros muertos”. Y un reproche a la manera de sobreproteger y moldear a sus críos de muchos padres, en la otra letra…, “los niños son la ventana por donde salen los males, rayos de sol que se cuelan por los cristales… el pasado de algún mañana, el presente del futuro…”. Carguita al Luis Rivero, mezclando su coro y su cofradía, en uno de los cupleses; el otro, una enamorada de los árboles, cambia tranca por tronco, emmm. Cuántas veces había soñado estar contigo y ahora te me has convertido en un sueño del que no quiero despertar. Sin estridencias ese popurrí que no, no cala, es como si pusieras la alarma pero se te queda el móvil si batería a mitad de la noche, mala pata, io…, “con ese rumbo garboso, despierta por la Bahía, ya está mi Cádi despiertaaaaa”. Bueno, Juan, no generalices.
‘La chirigota clásica’, tú no has pasado del misionero
“Que Cádiz es mu novelera, y le entra to la chochera con to el que venga de fuera…”. En escena la chirigota de Manolín Santander, ausente, y Sánchez Reyes, ‘La chirigota clásica’, una orquesta ¿barroca o rococó? con esencia encargada por el mismo Fletilla, clásica clásica, frente a lo modenno modenno, “soy clásico pa tó… el concierto comenzó”. Y el ambiente, como en preliminares, se mantiene raruno. Recadito al hombre celoso y obsesivo en la primera letra, en la que piden que “cambie el orden de sus fechorías”, y que si hay separtación, se mate antes que matar a la mujer…, “piensa que una pareja son dos libertades para siempre unías… “. El otro pasodoble echa de menos las noches del Cadi del ayer…, “ha perdió esas noches canallas que eran alimentos pa nuestra locura… se perdió ese cante clandestino, al calor de una botella de vino… nos roban nuestra identidad, y aquí nadie dice ná, mira que somos borregos… y mientras de día es un decorao, para que lo disfrute to el que no sea gaditano… a ver cuándo despierta esta vieja medio muerta que se acuesta tan temprano”. Del cartel de la semana santa al cartel del Ismael en las elecciones, eso sí que fue duro, apunta uno de los cuplés. El ¿otro? Mejor lo dejamos ahí, en la intimidad de su ducha. Y si están hablando de un papa frita chirigotero, que se ha creído que es el más listo, y el más viñero del 3×4 y del carnaval… ¿eso va por si?, eso va por mí. El pupurrí, que cambia El lago de los cisnes por La cascada de los patos, del parque, insiste en contrastar lo añejo y tradicional con lo nuevo, para desembocar camino de la Viña con esos versos interpretables al gusto de cada cual…, “si tú no cantas conmigo, prefiero no cantar… perdóname amigo mío, prefiero no cantar”. Juan prefiere no comer ni lentejas ni acedías, no le va el riesgo.
‘El paseíto’, sembrando resistencia
Agosto del 36, falangistas, el cura, y Paco el relojero al paredón…, “sólo soy un currante, un defensor del obrero y de la justicia social… antes que llegue el final, dejarme dar un paseíto, pa despedirme de mi ciudad… disfrutaré como si no hubiera un mañana… se vienen tiempos de oscuridad, y vamos dando tiempos pa atrás… que ser gaditano de Cádiz es que nunca otro gaditano, se le deja en la cuneta”. Se presenta ‘El paseíto’, la comparsita memorialista de Fran Quintana. “Cuidao por donde pisas, que este es el suelo de mi tierra santa… desde hace tiempo se nos queda escaso, y en vez de protegerlo se sigue especulando… el suelo de mi tierra se sigue vendiendo a intereses de fuera… hasta aquí hemos llegao, que mi suelo es sagrao…”, avisa ese primer pasodoble, con razón. Y otra separtación en la segunda letra, con ese hombre machista del que se harta la pareja y ahora va llorando por las esquinas…, “no te han quitado a tus hijos, tan sólo has perdido tu comodidad… no vengas con tus lamentos, aquí no hay zorras ni lobos ni cuentos… la zorra es una madre que tuvo que salir adelante y no pudo contar con quien no supo ser un padre”. Nombres de comparsas del Ares te fabrican un cuplé-sexuá; y, en el complementario, el nuevo alcalde contento sin cambiar nada de lo que le dejó er Kichi…, “que algunos ya han visto al Bruno buscando grifa en Santa María”. Si me pides que no remueva la historia, que no le cante a la memoria o que me calle la verdad… entonces tendré que decirte, dispara dispara, dispáreme ya. El último paseo por las calles de Cádiz estructura un popurrí comprometido, valiente, nutritivo, sustancioso…, “me detendré en cuatro lugares con cuatro historias por contar, recuperando la voz que la barbarie me quitó… licencia, ya que me han dado licencia, caminaré sembrando resistencia”. Así, hay paradas en el Pópulo y su libertad; el Castillo de Santa Catalina defendiendo a la ciudad; el mercado central, “el corazón de muestra Tacita…, pero compra un poquito en la plaza y no compres tanto en el Mercadona”; y en la Catedral, esa Iglesia convertida en una empresa inmobiliaria, “primeros no son los pobres, primero la economía… se ponen del lado del fúsil, y luego se lavan las manos”, como hace ocho décadas. “Si me disparan, que nadie olvide que caí siendo inocente… que no hay bandera que se merezca ni una vida ni un lamento… cantando espero a la muerte, que hay ruiseñores que cantan, en medio de la batalla… te toca dar tu propio paseíto… Cádiz, adiós”. Enorme, y con sencillez y humildad, sin histerismos ni postureo. La copla con mensaje por delante. El Fran te ha rematao, Juan.
‘Los plácidos domingos’, de tó, menos estribillos
¡Io, aligera, que la gente está esperando al Chapa!, jajaja. Ya está montado el baratillo en la plaza de ‘Los plácidos domingos’, chirigota irreverente y mamarracha, como debe ser. ¡Ese pryca, Juan! “El que piense, pobrecito, qué poquito va a vender… que me compre un alfileeeeer, eeeehhhh”. Mirando al futuro para denunciar el presente, en el primer pasodoble: “me eche un amigo un día un poco raro, que me ofreció hacer viajes en el tiempo… y aparecimos en Cádiz en 2050, y aún la Teo no estaba muerta… tampoco es tan distinto lo que en el presente estoy viviendo yo”: represión, alquileres por las nubes, sueldos irrisorios, PP y PSOE… El relato del parto, en el otro pasodoble, sin querer salir del “orificio”, con la matrona de desokupa jalando, jajaja…, “este mundo pinta peor que este…”, para un remate con shentimiento, “resulta que al final es cierto, que dónde esté mi mare se quité de en medio todo lo demás”. Buena tanda ahí. No vea los cuplés: contra la tauromaquía el primero, que “hay que proteger a los animales, menos a las puntillitas, los langostinos y los calamares”, jeje. Y bastinazo en el segundo, repasando la vida laboral de los Borbones, “la tienen igual que Martínez Ares”, puuuum. Tengo de tó, menos estribillos. “Aquí en la plaza nos vemos”, remacha un popurrí que mantiene el nivel pamplinoso y el canallismo localista, más que bienvenido; y sin exprimir el caca, culo, pedo, pis.
‘Los colgaos’, que pa eso Cádiz es nuestro
Y encestando la última bola de la función, el Chapa prueba con su fantasía desde los 6,75 metros…, “que nos están robando Cádiz, y le van a arrancar su juventud y sus tesoros, su alegría y su pan, su futuro, sus industrias, sus viviendas, sus vecinos, sus secretos, sus leyendas… y pa que no se la quede gente extraña, po mejor la robo yo… vamos a llevarnos Cádiz, que pa eso Cádiz es nuestro… vente y súbete a mi barco, que Cádiz esta noche ha echado a volar… déjame Cádiz que yo quiera imaginarte huyendo de tu destino, tu miseria y tu dolor… a veces barco de plata, y a veces barco de guerra, que Cádiz no es de este mundo ni mi tierra de esta tierra… porque mi ciudad no es invisible ni está enterrada bajo el suelo, a Cádiz hay que llevarla a lo más alto, lo más alto, pa que brille desde el cielo”. ‘Los colgaos’ del García Argüez y Raúl Cabrera ya elevan al personal, con poesía, dulzura y crítica. Un primer pasodoble mirando al tierno pasado, al ayer, que ya no volverá, como llamada de atención a los niños de hoy…, “en aquella mañanas de nuestra infancia… cuando nada de lo importante tenía importancia, y era tan lento vivir que el porvenir quedaba lejos… el futuro era solo la tarde del domingo… cuando la calle era nuestra, y la pandilla era mía, la casa era sólo donde se comía y se dormía… y por eso aquí hoy te canto, chiquillo, chiquilla, que vives tu infancia o tu adolescencia, dentro de un oscuro cuarto, despierta y sal a la calle que el mundo te está esperando, sé travieso, sé rebelde y haz lo que estés deseando, para que cuando el tiempo se haya ido volando, te acuerdes de la amistad, la calle y la libertad, y que te tiembles de emoción al recordar, como yo estoy aquí temblando”. ¡No ponedme al Juan pan-bimbo! Y pasodoblón para seguir, evidenciando la fractura real de este país: la desigualdad…, “es domingo y una señora sale de misa, con un abrigo de piel y sus collares reluciendo, ni ha visto a la otra señora que en el suelo está pidiendo… dos Españas, dos ciudades, dos mundos, dos realidades, conviviendo en el mismo país… y tú que rabias y gritas, que España se encuentra en peligro por culpa de los catalanes, del gobierno y de la izquierda, y sales a hacer el tonto con rosarios y banderas… quítate la venda y mira las tragedias verdaderas, trágate ya tus lagrimitas de patriota y entérate ya de una vez, que aquí ya no hay ná que hacer, que tu España no es que se vaya a romper, que tu España ya está rota”. ¡A ver si aprendes, don Antonio!, vocea un anónimo desde la oscuridad del teatro. Juan, yo no ha hecho. En la tandita de cupleses, una palmera caída sobre el coche, y a huir del seguro; y mejorando el repertorio sexual con la mujé, “y también me voy, pero para urgencias”. Bueeeeno. Ay Cádiz del alma, qué tienen tus coplas, que a mi es que me llevan, me llevan al cielo. ¡Arriba capitán! Sí, sí, el popurrí se viene muy arriba, una pieza redonda que entra con un gusto exquisito. Sobresaliendo la cuarteta soltando lastre…, “y en el hueco que queda, la pasión y el calor de mi gente, que se suban cuando quieran…”; la llegada del maremoto, “la gran ola enorme del futuro, no veas si viene oscuro… no hacerse ya más el loco, ni echarle la culpa al otro, aunque sea por vuestros hijos y vuestras hijas, parad… menos mal que del mundo, mi Cádiz ha echado a volar, y no va a estar…”; y el chimpón…, “de momento, devolveros esta ciudad, yo no os la devuelvo, que nos quedaremos Cádiz hasta que se la quiera, como a Cádiz hay que quererla, y sea el mundo digno de tenerla… y yo al mundo te devolveré cuando a ti te quieran por ser joven lo mismo que por ser vieja, y seas bonita por dentro y no tan solo por fuera… el futuro es nuestro, sube a mi nave desde ahora mismo, porque este sueño, sólo acaba de empezar”. Y con la caída del telón, todo el Falla canturrea para sus adentro el ¡Hum, no ha pasado el Hum, no ha pasado el Hum…! Menos Juan.
Las 23.47 horas. Baja el telón. Y baja la basura, Juan, no nos vaya a pillar la huelga indefinida de limpieza de meaos y papelillos. Inteligencia Artificial, manifiéstate, bájate la bragueta y sácate una frase célebre tamaño matrimonio que nos lleve al clímax: “El futuro es algo que cada cual alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga y sea quien sea”, dice que dijo el británico C.S. Lewis. Dany Rodway
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