“Que no te apague nadie, que no te calle nadie”

DÍA 10 (10ª CLASIFICATORIA)

Odio eterno al fúrbo modenno: han colocado el Cádiz-Betis el mismo día y a la misma hora que la final del Falla. La culpa, der Kichi. A ver a ver, que ya viene haciendo tipo tipo la décima noche de preliminares del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2024).

Sesión de casi-viernes con el Unionistas poniendo en aprietos al Barça en la Copa, y el coro ‘Los iluminados’, de Pedrosa-Fernández con el adobo de Kike Remolino, salvando la noche con su luz. ¿El resto? Bien, gracias, que pase el siguiente. Dejando sensación de indiferencia más que otra cosa; descollando el grito del tándem Sevilla Pecci-Noly, un poco ahogado.

Po me acabo de fijar en la decoración carnavalera tan cursi que el Bruno ha colgado este añito en el teatro: “tararea”, “ilusiónate”, “sonríe”, “canta”, “vive”, “siente”, “emociónate”, “disfruta”. Sacado a voleo de cualquier libro de autoayuda. Juan, ¡ayúdame a salir de este prepucio! Maripili, dale a la palanca y lanza este cronicón de la función lejos… pero no vaya a partir un cristal, niña. Se vende Opel Corsa: razón, aquí.

‘Los iluminados’, vaya ciego

Las 20.04 horas. Arriba telón. ¿Iluminati con tomati? ¿Los luceros versión me-pongo-las mismas-lentillas que la comparsa del Andy, sin Lucas? “Ay Cádi qué me has dao, por qué me has iluminao, que me dejaste cegaooo…”, ahí se arranca en solitario el Kike Remolino, metido a corista (¿todavía con las cadenas de Los encaidenaos, pichita?) en ‘Los iluminados’, el coro de Pedrosa-Fernández. “Que no te apague nadie, que no te calle nadie, que la luz que llevas dentro, tu gaditano sentimiento, nunca deja de alumbrarte… que no te apague nadieeeee, que noooooOOOO”. Sentenciosa esa presentación con más efecto que contenido. David Fernández y Raúl Rodríguez firman la letra, y Enrique García Rosado, Eduardo Bablé, José Manuel Pedrosa y Antonio Rodríguez aportan la música. El Bablé, de los pocos componentes que se han negado a meterse esas cosas en los ojitos, qué grima dan, Juan. “Y otra vez la situación, de poner mi corazón, a pique de un repique por otro febrero… hasta que me quede sin voz, borracho y mudo en el Cañón, cantando contigo y con mi guitarra”; ahí sirven un primer tango metatango con su piropo adosado. Y directo a la Leonor la segunda letra, más contundente, reclamando ese referéndum que se nos sigue hurtando a los súbditos españoles…, “ahora que te ven la reina del cuento… déjale a la calle elegir si contigo quiere vivir… que el coraje de mujer se te vea al entender que para borrachos ya no hay presupuesto… no tengas miedo, que cuando te toque elegir no te equivoques si es preferible vivir como una mujer del pueblo”. “La que lió el nieto de Curro Jiménez, aunque le pega más ser nieto del Algarrobo…”, en el primer cuplé, con uno de los trozos que rima con olla, escondido, ejem. Y carguita y auto-carguita en el otro. Tanda sazonada por el Remolino, ¿qué no? “Que visto lo visto, no tengo más ná que ver”. Popurrí encendido en el que sienten Cádiz sin verla…, “cuando nace la luz, ya no hay marcha atrás, un veneno en la piel que empieza a quemar… coplero coplero, que Cádiz siempre sea lo primero… Cádiz, tú eres mi faro de la eternidad, sólo a ti Cádiz mi Cádiz, te siento brillar… puede ser que esté aquí atrapado por la luz del Falla, maldición, hechizo o una bendición… mientras que salga el sol de Cádiz me siento afortunado, por sentirme, por mi Cádiz, iluminado, iluminado”. Juan, pilla cremita factor 40.

‘¡Welcome to Cádiz… picha!’, de fuera

Otra comparsita con la maleta a cuestas. Gaditanos nacidos al otro lado del mundo, hijos de emigrantes…, “que yo tan sólo vuelvo a mis raíces, mis padres me enseñaron a ser de Cádiz, no hay más que hablar… hoy regresa a su casa un gaditano más”. Desde Barbate saluda ‘¡Welcome to Cádiz… picha!’, con José Gutiérrez Ponce responsabilizándose de música y letra, y de la dirección. Y de la representación legal. Una abuela aconsejando a su nieta en el primer pasodoble con girito final: “yo lo único que quiero es que no pases por lo que a mí me hicieron pasar… tú cambiarás la historia de este país y del patriarcado… que tu corona será la primera, la de una reina por fin verdadera”. Juan, ¡¡la Sofía hablando con la Leonor!! Todo queda entre nombres de marcas de polvos pa la lavadora. La segunda letra se la cantan directamente a tanto patriotero español orgulloso, “y aunque tú sientes que eres la envidia de los europeos, a Europa todavía les sirves de cachondeo”. Pero… “un presidente no electo pactando con independentistas”. ¿No electo? No sé, Rick, se ve que no entienden que en EspÁña el presidente lo elige la mayoría del Congreso. En los cuplés insisten en quejarse gratuitamente del Perro Sánche, al tiempo que te bailan un TikTok de esos. “Que si tú me lo pidieras, me vuelvo más gaditano que el mismísimo Moret”. “Mis padres me enseñaron a ser un gaditano más”, remacha ese popu endeblito, que pone el foco en los sinvergüenzas especuladores inmobiliarios. Son tan malvados, casi como el Perro Sánche, Juan.

‘Los excalvos’, ¡excabrón!

Reciclando el forillo de ‘Los esclavos’ del Chapa de la pasada temporada. “Hemos partido las huchas para irnos a Turquía…”. Era previsible el concepto de ‘Los excalvos’, chirigota sevillana de La Rinconada. “Que tarde o temprano renacerán nuestras melenas… con el subidón de la anestesia aquí me he colao… ¿se me nota?, ¡¡todavía noooo!!”. Pablo Martín, José Quiles, Ángel Porras y Francisco Javier Martín, firman la letra, mientras Hugo Dorado Sousa aporta la música. Piropo torcío, de entrada: “loco por volver a tus orillas, aunque sea de Sevilla… Turquía de mis implantes”. De pelo, ejem, el segundo pasodoble…, “tiene tanta historia nuestro pelo, que se merece un respeto, por eso me cabrero cuando dice un gracioso, estos son pelos de chocho”. Remates inesperados. El Rubiales y la Jeni-Cascana se pasean, innecesariamente, por uno de los cuplés, choníos “Que los calvos follan mucho, y mucho mejor, ¿ahora? ¡suputamadre!”. “Está por fin la canto a pelo”. Arranca un popurrí que navega entre chistes de calvos y sucedáneos rumbo a Turquía, “quillo, ponme un buen espichi pa que el pelo no se caiga… ya mismo me veo con la melena del Arrebato… ¿se me nota?, ¡¡que te he dicho que noooo!!”. Juan, dónde hay pelo, hay alegría, pero…

‘Momosapiens’, rebobina rebobina

“Esta es la especie que Cádiz creó para el mundo y para el que lo quiera…”. Dice holaquéhay la comparsa evolucionada a ¿cabra? de Los Barrios ‘Momosapiens’. Tienen cola, Juan, ¿un nuevo pokemon? Si Darwin levantara la cabeza… Rafael Velasco Blanco firma la letra, y Daniel López Romero, la música. Una nana-pasodoble, con el crío mamando carnavá. Juan, estate atento, ome. “Cuando la vida me da la espalda y todo se derrumba, cuando más falta me hacía es cuando me abandonó… quiso parecer mi amigo pero ahora conmigo no quiere ninguna complicación…”. Segundo pasodoble quejoso con tu banco, ese que no se fía, no te fía, si tienes cáncer. Fuuuaa, La Caixa, el Santander y Unicaja ahí andan enmorecíos. En la tanda de cupleses, de comparsa, la oveja negra del Ares, túyamentiende; y un niño yutuber con una camiseta del PSOE, apaleao. “Tacita de mis entrañas, mira en qué me has convertío”. “Rebobina, rebobina”, no falta la añoranza por las cintas del Melli en ese popu-jartible con el “veneno” de febrero…, “no me puedo despedir de ti, porque tú siempre me acompañarás, es mi manera de sentir, mi manera de estar, mi único modo de actuar… porque mientras yo respire, carnaval de mis amores, tú siempre serás mi sino”.

‘No eres tú, soy yo (Los egocéntricos)’, auto-felatio

Momento Alvarado, Juan, agárrate a la silla. “¿A que me queréis follar? Yo, yo, yo, yo, yo, yo… salgo bien en to las fotos, hasta en las del DNI… y yo desde chiquetito, quise ser protagonista… no me aplaudan si no quieren, yo sé lo bueno que soy”. Saluda ‘No eres tú, soy yo (Los egocéntricos)’, chirigota ombliguista con la autoría de David Alvarado. Al saco de los piropos maníos, la primera letra escuchada por estos lares demasiadas veces, o más, “te quiero Tacita mía casi como yo me quiero”. Y buscando el recurso facilón del mehandichoquelamarillo el otro pasodoble, criticando al Cádi de Vizcaíno por premiar coplas dedicadas al club, “que yo no necesito premios ni honores para cantarle al equipo de mis amores…”. Otra agrupación que trata de imitar al Vera con las cupletinas. El Juan no se ríe con ninguna de las seis, saborío el tío. No eres tú, soy yo. “Ay Cádiz, pero que bonito es tó, po anda que yo, anda que yo”. El popurrí, en primera persona del singular: “si yo no me la chupo es porque no quiero… bueno, que no hemos venío aquí a hablar de Martínez Ares… que mi mujer fue a engañarme, y me engañó conmigo… estoy entre Goku y dios…”. Tanto yo-yo deja indiferente a tú-tú.

‘Los gritos de Cádiz’, ha llegado a su localidad el camión del tapicero…

Y el boquete de la sesión lo tapa el tándem Sevilla Pecci-Noly, a ver qué sale de esta mezcla, Cái. “Ábreme la puerta que te traigo esencias nuevas, este pregón, los gritos de este rincón… con palabritas sencillas, pa que la gente las siga…”. Vendedores ambulantes del ayer conforman la propuesta tirando a clásica de ‘Los gritos de Cádiz’, comparsa escrita por Francis Sevilla Pecci con la MÚSICA de Manuel Sánchez Alba. “Cómo puedo yo explicarte, cómo me puedo expresar, cómo puedo yo contarte lo que un pasodoble te puede arrancar, cómo te da puñalás, sólo me sale cantar… siéntelo, descúbrelo, dale besitos… el tesoro que es un pasodoble no puede perderse por no protegerlo, no hay un solo libro que te recoja la emoción que te regala una copla…”. Ahí se mece, con su marejada por momentos, ese metapasodoble. Y denunciando al gobierno andaluz “inhumano” en la segunda letra, “nos robáis nuestros derechos impunemente, la salud ni se subasta ni se vende, sanidad un calvario de cada día, ya está bien de hablar solo de la amnistía…”. Que mi trabalenguiti no se pierda yo rogati. Algo se pone duro en uno de los cuplés; y contribuyendo con Hacienda, y sus castas, en el otro… bueeeeno. “Cantándote al oído, ay sentrañitas mías”. Pregón angustioso ese popu, desesperado, de una ciudad y “los gritos que da su pueblo… mientras que llora por carnavales”. “Que mejor que esta comparsa, que cantando te regala, un trocito de mi víaaaaaa”, para el chimpón de este rato ochentero. ¡Gracias, Cádi!

Las 23.42 horas. Abajo el telón. No me chiches, que no te veo. Que pelis más malas nos tragábamos en aquellos ochenta. Y después se quejan del Falla… Súbete los calcetines que nos vamos, Juan. Pero antes, espera, que la Inteligencia Artificial tiene una frasecita célebre suelta que regalarnos: “La verdadera ceguera no es la falta de visión, sino la incapacidad de ver más allá de uno mismo”, dicen que dijo el portugués José Saramago. Dany Rodway

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