“Que no, que Cádiz no se vende, y si quieres venir respétame a mi gente”

DÍA 2 (2ª CLASIFICATORIA)

A por la segunda ronda de chupitos del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2024). Y coincidiendo con fútbol en la tele: ¿Supercopa de España en Arabia Saudí? Es como si el Falla se jugara en, por ejemplo… ¡¡ponte la mascarilla, mi arma!!

La tarde-noche de coplas del miércoles, la segunda de las preliminares, deparó como plato fuerte ‘El gremio’, el coro de García Argüez, un coro coro ¡¡que dice cosas!!, no se menea ni baila, y suena bien sin alardes. Además, dejaron sensaciones agradables ‘Los benditos’, ‘Las mujeres de la vida’ y ‘Los fabricantes’, las tres comparsas. Y la chirigota sevillana ‘Ciego de tronos’ se llevó la ovación cebada de la función.

Y hoy mismo la Junta de Andalucía ha oficializado, sin pregonarlo mucho en su Canalsú, que el auto-sonriente auto-moderado-derechista Moreno Bonilla se auto-sube el sueldo 15.000 euritos al año. ¿Cómo era eso de Juanmaloharía? Y lo hizo, Juan, eso sí lo hizo. Maripili, hazme tuyo. Dale a la palanca y que resbale por el tobogán de los interneses este cronicón hecho vuelta y vuelta. ¿Quién tiene suelto para pagarnos el carbón?

‘El gremio’, recadito al vocero del abuso y de la usura

Las 20.06 horas. Arriba telón. Pide mesa, Juan. Parece que Lloreca no patrocina este momento hostelero de la mano de ‘El gremio’, el coro libertario del Chapa, con su letra y música, la de Miguel Ángel García Argüez…, “aquí está con rebeldía el gremio de la hostelería, hoy aquí con valentía va a cantar la verdad… con los muertos de la patronal… este restaurante es tu ciudad, es mi ciudad”. Marchando una ración de chocos, en formato tango. “Este año traigo un coro bien emplatao”, con alegría, tequieros, rebeldía, un tango caletero, “tango que hay que degustarlo y nada más probarlo reconocer lo nuestro… el viejo tango que vuelve, pa que mi pueblo recuerde, que Cái no vuelva a olvidarse más en la vida de su receta”, incide el primer metatango. Y el segundo lanzado a una “buena persona”, al pregonero, al Sheriff. ¡Bote! Un cuplé con mucho pan que acaba con Rubiales pidiendo picos, afú, y echampelao el siguiente, con AndyLucas separtándose. “¡Chicote, que este gordito no limpia el fogón!”, en ese estribillo animoso. Y sin movimientos en escena ni bailecitos exagerados e impostados, al popurrinaso-moraleja, de menos a mucho más, un puchero que alimenta, que dice cosas hasta llegar al boom final de la olla a presión; un Cádi que se queja entre cuartetas ante la turistificación que padece en los últimos años y lo que conlleva: “ojú, vecina, han llegado nuevos tiempos, pero tú no cabes dentro… yo no estoy contra el turismo, estoy contra la rapiña y el saqueo que no es lo mismo, que en Cádiz muy bien sabemos lo que es la hospitalidad, pero es que me están echando los que acaban de llegar…”. Y es que el dinero que traen de fuera no lo es todo, “el dinero te atrapa y se apropia de ti, cuando suena temprano ese despertador, te recuerda que es tu amo, tu dueño, tu señor… te ladra, te muerde, te vigila, te acecha… te obliga a clavar tus dos rodillas, ante un jefe, ante un banco, un estado, una mentira… no escuches más a quién te quiere engañar, que el dinero no le otorga nunca a nadie dignidad, ni hace grande a una ciudad”. Y a la fiesta del postre, condensando la idea global de este servicio, “que no que no que no, que no me da la gana, que en este carnaval, me pido la semana, que va a trabajar tu hermana, que ya estoy yo en la calle Libertad… que no que no que no, que Cádiz no se vende, y si quieres venir, respétame a mi gente, que no nos quiten nuestra identidad, que no somos sirvientes, que Cádiz no se vende”. Juan, deja propina. ¡Bote!

‘Los benditos’, ¿de Cádi?

En semicírculo, como antaño, saluda la comparsa piconera del Toté, Francisco José Fernández Díaz, en esta ocasión desde Puerto Real, con el nombre de ‘Los benditos’…, “que yo tuve la bendita suerte de nacer gaditano”. Un repertorio, no sólo la presentación, rendido a Cádi. Juan, viajamos al pasado, años ochenta o pa allá, no tenías ni pelo allí. Los niños los traen la cigüeña, también a los gaditanos: sostiene el primer pasodoble, que sigue babeando por ser de Cádi. La segunda letrilla repasa todos los nombres y sobrenombres de Cádi desde los fenicios, hasta el girito final: “dime lo que te ha pasado, quién te ha maltratado, para que de tu nombre se hayan olvidado, que a lo largo de la historia de mil formas te han llamado, para tener que escuchar: Cádiz tierra de los parados”. En la tanda de cuplés ajín, un mascaso por Halloween y una picha abandonada. Adobados por estribillo, presumible, “yo presumo de ser gaditano, por donde quiera que vaya”. Júralo. “No se te vaya a ocurrir comer pescao frito con un aquarius…, no compares el Mcdonals con un freidor”, remarca ya ese pupurrí que trata de enseñar Cádi y sus cosas al potencial visitante invasor, al que avisa: “no vayas a venir, pero si decides venirte pa acá, vas a sentirte como un bendito más”. Con el rutinario rapapolvo a los propios gaditanos, que “Cádiz no es sólo fiesta, paisano levanta y despierta, rebélate y protesta, que ya está bien de tanto cuento, donde somos la cenicienta”. Agradable chovinismo.

‘Los de la arritmia al 3×4’, ya estoy yo en mi casa

“Mi vida es el carnaval”, pregona la presentación de ‘Los de la arritmia al 3×4’, la chirigota de Pepe Fierro, con letra de José Antonio Rodríguez Fierro y Moisés Serrano Bruzón, y música de José Antonio Rodríguez Cruzado. “Cádiz por cantarte, me entra la ansiedad, me provoca arritmia con el tarataratatachán”, repiten estos enfermos-jartibles de las cintas de Izquierdo, que antes de los pasodobles le dan la vuelta a sus batines, y relucen más carnavaleros. “Al ritmo del 3×4 pa enamorarte, pa enamorarte”, sentencia la primera letra, presumiendo de estilo añejo y pellizco. ¿En los huevos? Esa ocurrencia es de Juan, ehh. El segundo pasodoble, dándole coba al pregonero, recurriendo a nombres de sus agrupaciones más recordadas en el desarrollo. Innovando. Bueno, no. Y antes de los cuplés, cambio de sombrero. No aguantan tela de cosas, y son muy dados al blanqueo de capitales. Queda dicho en esa tanda chistosa, sin más. “Es que te has arritmiao más de la cuenta”, será. Dos coloretes, y al pupurrí, prescindible, que acaban con shentimiento, en camiseta de tirantes. ¡Subiela, vuelve!

‘Las mujeres de la vida’, empuja, empuja, empuja

“Empuja de una vez, empuja por mucho que duela, sal de tu prisión, una nueva vida te espera en esta resurrección, que yo te ayudo en tu renacer”. Un homenaje potente a la figura de la matrona el que trae desde Sevilla la comparsa ‘Las mujeres de la vida’. Un primer pasodoble, sin alejarse del tipo, que defiende el ser madre cuando se quiera, si se quiere, no como una imposición social, “que sólo sea, tan sólo sea, porque lo quiso así el corazón”. Y poniendo el foco en los niños de Gaza, en el segundo, “y siguen callados, esos derechos humanos… Naciones Unidas es la gran mentira”. Ha faltado señalar al Estado genocida de Israel, eso sí. La letra es de Ramón Manuel Ruiz Lorenzo, y la música la pone Damián Gómez Reina. Un cuplé extra de picante, sin borderíos, ejem. “Cádiz, no hay cosa más pura, bonita y sagrada en el mundo entero, que pueda sacar de las entrañas mis melodías cada febrero cada febrero”. El popurrí suena compacto, agradable al oído y hasta el llanto del bebé no desentona, aunque le falta un fondo que enganche. Con un remate almibarado, una cesárea sin puntos…, “Cádiz, que sin parirme me hiciste carnavalero, eres la causa de venir cada febrero, para decirte tierra mía lo que te quiero…, Cádiz, tú eres la matrona de quien canta por febrero, esa musa gaditana por la que decir te quiero… Cádiz, tú me das la vida”. Juan, ¿tú eres de dar o de… emprestar?

‘Ciego de tronos’, entre tiritos

Con advertencia a la Fiscalía y video contextualizador, dice holaquéhay la chirigota sevillana ‘Ciego de tronos’, con música de José María Barranco, el Lacio, y letra de la agrupación. Son una docena de Froilán, Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón, desde Abu Dabi con amor: “si os asustó Juancarlo, cuando reine yo verá”. Piropillo manoseado al canto, de entrada, “de Sevilla, que carai, pero cuando llego a Cái, es como tocar el cielo”. Y comparando familias reales, y precisamente no entra en la ecuación la de los Borbones. Si novedades. Más reparto borbónico en los cuplés, con tiritos al abuelo y cornamenta en la abuela. “España que es muy patriota, a los Borbones siempre nos piden los mismo, nos pide el himno, hinno, irnos”. Adió, Juan. El Froilán está empeñado en el popu en convertirse en el rey, y “a mi abuelo el Borbón, que mal le sienta un escalón”. Trata de ser irreverente, canalla y subversiva aunque a base de hacer chascarrillos con algo manido, y que no hace ninguna gracia, ser súbdito en pleno siglo XXI y seguir sosteniendo a una institución medieval, no tiene gracia. “Que me siento como un rey, cuando se abren las cortinas”, de chimpón. Y parte del Falla salta al grito de ¡chirigota chirigota! Esos muelles, Juan.

‘Los fabricantes’, esa puerta, que hay corriente

Sombrero, mandil y palante. Enroscando el tapón de la sesión ya canta ‘Los fabricantes’, comparsa con letra de Patricia Andrés Olozábal y Francisco Javier Ramírez, ‘el Chato’, y música de Tomás García. Hasta el desenlace de la presentación no queda claro del todo que son unos veletas…, “torbellino de aires nuevos que te trae este fabricante, pa que se lleven tus males”. Un primer pasodoble de re-presentación, con el autor y presidente del jurado, sieso, el pasado COAC, dando sus razones para volver a escribir, “porque me muero, si yo no vengo a decirte te quiero”. Y antimonárquico el segundo, con una hija como la Leonor pero sin chupar de los presupuestos generales del Estado, “te daré to lo que tengo, que sin corona ni trono ni cuentos, tú eres la única reina que siento”. “¿Por qué nadie se plantea quitarle los cuplés a la comparsa?”, se pregunta con acierto uno de los cupleses tan shungo como el otro. Ventoso entra el estribillo, “pa que te pinten a ti dos coloretes, y te pongan guapa, Tacita mía”. “Aire, viento, por más que te sople no se va tu sufrimiento”, se resigna ese popurrí con gusto meneando a Cádi con vientos del sur, de poniente, del norte y de levante…, “que después de la tormenta, siempre llegará la calma”.

Las 23.45 horas. Baja el telón. Calma, Juan, calma, que hasta que no friegues esos platos no te metes en la cama, a contar papelillos. Pito pito, fairy fairy, mientras la Inteligencia Artificial pone el epílogo con una frase célebre random de su base de datos: “La imaginación es más importante que el conocimiento, porque el conocimiento es limitado, mientras que la imaginación abarca el mundo”, dicen que dijo Albert Einstein. Blam blam. Dany Rodway

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