JORNADA 18. Con el dulce recuerdo entre el cadismo de la insospechada victoria de la pasada campaña en Valdebebas, el Cádiz pisaba quince años después en la noche del domingo el Santiago Bernabéu, todavía en obras, soñando con volver a dar la sorpresa para despedir el año 2021, previo al descanso navideño.
“Pienso que vamos hacia arriba. Los resultados no están siendo buenos, pero las sensaciones que tengo son mejores”, apuntaba Álvaro Cervera en la previa del choque frente un Real Madrid con varias bajas por positivos de Covid (Modric, Marcelo, Asensio, Rodrygo, Bale, Lunin y Davide Ancelotti). Tras el amargo empate en casa frente al Granada, y superar sin brillo el trámite copero de Albacete (el próximo rival será el Fuenlabrada), los de amarillo metidos de lleno en zona de descenso se medían al líder ¿intratable?
Y para el once titular, el técnico recuperaba a Rubén Sobrino: Ledesma, en la portería; Akapo, Pacha Espino, Cala y Fali, en defensa; Jonsson y Alarcón en el centro del campo, con Álex Fernández más adelantado; y arriba, Alejo y Sobrino de extremos y Choco de delantero.
Como era esperable, el partido se concentraba básicamente en campo gaditano, con los visitantes defendiéndose con cierta seriedad y aguantando: una llegada de Mendy por la izquierda que desbarataba el de Lebrija; un tiro de Fede Valverde desde la frontal que se marchaba por encima del larguero; otro disparo lejano de Kroos que se iba fuera; y en el 23, Conan Ledesma se lucía ante un tremendo trallazo de Valverde desde fuera del área. Entre tanto, el Cádiz apenas se había acercado a Courtois, en el minuto 10, con una interesante volea de Fali.
Una acción en este primer tiempo podría haber cambiado algo el panorama: en el 25 el árbitro no se atrevía a sacar la cartulina roja a Casemiro por una durísima entrada a Iván Alejo. Y el VAR, ausente.
Pese al evidente desnivel sobre el verde, los merengues presumiendo de su 71% de posesión no terminaban de estar cómodos ante los de Cervera, cumpliendo casi a la perfección la consigna de defender y defender, y a correr hacia arriba como pollo sin cabeza cuando se podía. Y en la antesala del descanso, se lesionaba Choco Lozano.
Negredo reemplazaba al delantero hondureño desde el inicio de la segunda mitad, con los de Ancelotti intentando meterle más ritmo a su ataque, y en el minuto 50 un gran Akapo abortaba por dos veces en el área pequeña el peligro. En la siguiente, el portero argentino salvaba de nuevo el gol a disparo de Benzema, aunque estaba en fuera de juego; y otro paradón ante un remate de cabeza de Hazard en el 56.
El asedio madridista comenzaba a intensificarse, y el sufrimiento y resistencia cadista, también. Vinicius era el siguiente en intentarlo y en toparse con Conan. Entraba el chiclanero Chapela por Alejo y corría ya el minuto 70, el crono avanzaba, la mejor noticia para los de amarillo; que cuatro después disponían de su primera oportunidad de este periodo: un tiro de Álvaro Negredo en el interior del área que se iba fuera por poco, culminando la buena contra de Sobrino.
Se impacientaba el Bernabéu, apretaban los blancos desesperados, una peligrosa falta botada por Benzema la repelía Ledesma abajo, incontables córner a favor, un 83% de posesión… y Cervera daba la oportunidad en el 85 a otro canterano y menor de edad: Bastida por Jonsson.
Se sufría mucho mucho pero sin agobios excesivos, la verdad, en el descuento Marcos Mauro salía al campo por Tomi Alarcón, y el de negro pitaba el final. Un empate de lujo para el Cádiz y chute de moral en casa del todopoderoso líder, pese a que no sirve para escapar de la zona de descenso directo. Y los madridistas llorando por los rincones quejándose del sistema ultradefensivo de los gaditanos.
“ESTA ES NUESTRA ÚNICA MANERA, AL MENOS ESTE AÑO”
Ya en rueda de prensa, Cervera volvía a reivindicar su estilo reiteradamente, reconociendo que tampoco entrena otra cosa: “sacamos un punto en un sitio donde empatar es complicado por la calidad del contrario. Cuando haces lo que sabes hacer, sale más veces lo que intentas conseguir. Lo hemos hecho bien atrás e incluso hemos tenido nuestra ocasión”.
“Es muy importante que un partido así se vea refrendado con un punto. Somos mejor equipo así que haciendo lo que a veces no tenemos que hacer con la pelota”, insistía, y argumentaba que “defender no es un arte, es destruir, pero es una manera de sacar puntos. Y estamos aquí para salvar la categoría. Sé que es feo, pero tenemos que salvar al equipo y ya vendrán tiempos mejores”. “Lo difícil es convencer a la gente de que esta es nuestra única manera, al menos este año va a tener que ser así”, sentenciaba el técnico.
“Por la lucha y el compromiso, el Cádiz se ha merecido el punto”, llegaba a reconocer a su vez el entrenador del Madrid. Chapó. DIARIO Bahía de Cádiz