Tenerife y Cádiz se veían las caras en el Heliodoro Rodríguez López con trayectorias paralelas. Ambos equipos buscaban poner fin a una mala dinámica de resultados que les ha arrastrado a los más bajo de la tabla; ansiaban la victoria, y ni para uno ni para otro: 1-1 en el marcador final. Los gaditanos, mejores durante gran parte del primer tiempo, se vieron con un hombre menos por expulsión de Ortuño. Los canarios no supieron aprovechar del todo la ventaja y hasta bien entrada la segunda mitad no marcaban su gol, neutralizado a base de orgullo en el descuento por Gorka, con ayuda del portero.
Tenerife y Cádiz se veían las caras en la jornada décima en el Heliodoro Rodríguez López con trayectorias prácticamente paralelas. Ambos equipos buscaban poner fin a una mala dinámica de resultados que les ha arrastrado hasta los puestos bajos de la clasificación. En el caso de los amarillos, esta tarde con su equipación verde, empieza a ser una obsesión lograr su primera victoria a domicilio y corroborar la mejoría de sensaciones de la semana pasada ante el Girona con tres puntos, que den aire. Y para ello era obligado, además, acabar con la sequía goleadora de los últimos tres encuentros.
Álvaro Cervera, que por unas horas volvía a la que fue su casa durante varias campañas, repitió de inicio el mismo once del pasado domingo en Carranza, donde lo más novedoso era la sorpresiva incorporación de Carlos Calvo, en el sitio de Salvi, lesionado: Cifuentes bajo palos; Carpio, Brian, Aridane y Sankaré, en defensa; José Mari, Abdullah en el centro del campo, con Rubén Cruz más adelantado; y Álvaro, Carlos Calvo y Ortuño arriba.
No empezó mal el choque para los intereses cadistas, que durante minutos controlaron al equipo insular, incluso acumulando varias ocasiones de cierto peligro, la más interesante la de Alfredo Ortuño en el minuto 18, cuyo disparo acababa en el lateral de la red. Pero a medida que se acercaba el ecuador, el Tenerife daba un paso adelante, y el Cádiz se difuminaba y empezaba a fallar en distintas zonas. De este modo, la mayoría de oportunidades se centraron en el área de Cifuentes, que tuvo que emplearse a fondo. Y para más inri, en el 40 se quedaba con un hombre menos por la expulsión del delantero, pecando de individualista en algunos lances, tras una entrada excesiva. Lo mejor era que llegara cuanto antes el descanso… y el final del partido.
Ya en el reinicio de la partida, se vivió un monólogo de los canarios aunque sin hacerle el daño previsible a un Cádiz en inferioridad, dentro de lo que cabe, serio sobre el verde. Pasaba poco o nada hasta que a doce minutos del 90 marcaba a placer Jouini de cabeza aprovechando un centro lateral, y entre los dos centrales cadistas. Mal. Un 1-0 doloroso cuando el empate se intuía ya como un resultado muy satisfactorio para los gaditanos, tras el varapalo de competir demasiados minutos con diez.
Pasados unos momentos de desconcierto después del gol recibido, los hombres de Cervera apelaron a la épica y buscaron el empate con corazón y orgullo. Y llegó –ya en el descuento, seis minutos extras-, en un centro de Brian Oliván que se ‘come’ el portero Dani y Gorka Santamaría sólo tiene que empujar el balón en la línea de gol. Merecida igualada. Y todavía, en los momentos de locura de propina, pudieron marcar ambos conjuntos y llevarse la victoria. Pero al final, reparto de puntos. Un mal menor cuando se ansía la victoria y ves tan cerca la derrota.
Hay que seguir madurando en esta LaLiga 1l2l3. A estas alturas, el Cádiz se mantiene por segunda jornada consecutiva en zona de descenso con 10 puntitos, aunque a sólo cuatro se ve la zona de promoción de ascenso. El domingo que viene, a recibir al UCAM Murcia. DIARIO Bahía de Cádiz
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