La Universidad de Cádiz adjudicó a finales de julio pasado la obra que además de rehabilitar El Olivillo, un edificio emblemático en el centro de la capital gaditana que lleva años abandonado a su suerte, lo pondrá en valor como Centro de Transferencia Empresarial (CTE). Este martes día 12, tras la firma del acta de replanteo, se ha escenificado el inicio de los trabajos, con la puesta de la primera piedra a cargo del el rector de la UCA, Eduardo González Mazo, y del vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios.
La empresa Sando se hace cargo de la actuación por casi 5,2 millones de euros, con un plazo máximo de ejecución de 14 meses. La intervención recurre a fondos europeos dentro de la Inversión Territorial Integrada (ITI) de Cádiz, gestionada, en este caso, por la administración autonómica; incluye la remodelación del edificio para albergar un espacio de confluencia entre empresas y universidad, cuyo objetivo, teórico, es “el impulso de sectores industriales y empresariales desde la innovación, así como el apoyo a los emprendedores”.
El rector de la UCA, que ha agradecido el trabajo de la Junta y de los vicerrectorados de Transferencia e Innovación Tecnológica y de Patrimonio e Infraestructuras así como de todo el personal de la Universidad implicado, ha subrayado que el comienzo de esta obra supone “el primer proyecto de la iniciativa ITI que se hace realidad”.
Esto es así, ha subrayado González Mazo, porque “las palabras se demuestran con hechos” y porque la UCA tenía “la tarea adelantada”. Al mismo tiempo, ha resaltado que se trata de “un trabajo intenso e ilusionante” impulsado “desde un doble compromiso: incluir el proyecto dentro de la ITI para que el conocimiento se transfiera a las empresas y genere desarrollo en la provincia y compromiso también con el territorio”.
Por su parte, el vicepresidente de la Junta y consejero de Presidencia ha recordado que el proyecto se inserta “dentro de una iniciativa que se corresponde con una estrategia planificada para la provincia” que, con la participación de agentes sociales y económicos, “parte de un diseño colectivo” para, de cara al futuro, “hacer nuestros deberes y fijar en el territorio la innovación, evitando casos deslocalización”.
Además, el socialista Jiménez Barrios ha anotado que el CTE El Olivillo nace para que “universidad y empresa trabajen conjuntamente en innovación y transferencia” y para “asegurar la capacidad tecnológica que nos hace avanzar” en un escenario donde la universidad, “además de un soporte intelectual, es un elemento muy importante para el desarrollo socioeconómico”.
Este acto de inicio de las obras, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, ha contado con la presencia también del delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Juan Luis Belizón; los delegados territoriales de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo y de Igualdad, Salud y Política Sociales, Gema Pérez y Manuel Herrera, respectivamente; el director general de Investigación y Transferencia del Conocimiento, Manuel García; los presidentes del Consejo Social de la UCA y de la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz (CEC), Prudencio Escamilla y Javier Sánchez Rojas; el concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento, David Navarro; y el concejal municipal del PSOE y diputado en la Diputación, Francisco González; así como los vicerrectores de Transferencia e Innovación Tecnológica y de Infraestructuras y Patrimonio de la UCA, Javier Pérez y José María Mariscal, respectivamente.
UN PROYECTO DE “GRAN COMPLEJIDAD TÉCNICA”
La rehabilitación de El Olivillo, un edificio catalogado y protegido patrimonialmente en pleno casco histórico, constituye, según apuntaban meses atrás desde Planho Consultores –que redactó el proyecto básico-, “una gran complejidad técnica” ya que debemos “demoler la estructura pero respetando la fachada y el lenguaje arquitectónico del proyecto original, ampliando la construcción por detrás sin alterar la visión del edificio” que es, por otra parte, “de una enorme relevancia y singularidad para la ciudad”.
El Olivillo ocupa una parcela de 1.551 metros cuadrados, con 4.150 m2 construidos y distribuidos en sótano, cinco plantas y ático. El Centro de Transferencia Empresarial albergará en su día servicios de apoyo y asesoramiento para la innovación y desarrollo territorial (asesoría legal en innovación para empresas, consultoría en I+D+i, gestión de proyectos de innovación y asesoramiento tecnológico, Oficina de Proyectos Europeos, Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación, Oficina de Prácticas de Empresas y Empleo, así como las cátedras externas UCA); servicios de transferencia e innovación para las empresas (Fabricación Virtual. Ingeniería y Tecnologías de Diseño, Desarrollo y Simulación de Productos y Procesos Industriales, Ensayos no Destructivos, Instrumentación y Monitorización Inteligente, Ambiental y de Procesos Industriales, Fabricación Aditiva, Robótica Avanzada, Energías Renovables Marinas, Desarrollo y Diseño de Alimentos Agromarinos y Biotecnología de Algas); servicios de apoyo a los emprendedores (vivero para Empresas de Base Tecnológica –EBT- y empresas innovadoras, servicio de apoyo a emprendedores y las dependencias del Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial –CADE- de la Junta de Andalucía, así como la oficina de I+D+i de la Confederación de Empresarios de Cádiz –CEC-); y servicios comunes (dependencias de apoyo administrativo y técnico y uso de equipamientos).
Este singular edificio fue proyectado en 1937 por el prestigioso arquitecto Antonio Sánchez Esteve, que termina su construcción en 1943. Propiedad de la Junta, fue cedido a la Universidad en 1998. Tras más de 20 años cerrado, un informe técnico lo declara en ruina técnica en 2014. Está incluido en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz con nivel de protección tres. Es considerado un ejemplo de arquitectura racionalista en Andalucía.