El Cádiz regresa del municipal de Anduva, cinco años después, con otro mal recuerdo y la sensación de ‘atraco’ arbitral. Los de Cervera pudieron ganar tras superar al Mirandés en gran parte de la primera mitad, y ponerse 0-2, pero la discutible expulsión de Santamaría en el minuto 35 cambió todo. Los locales arrasaron tras el descanso, con alguna que otra ayuda más del trencilla, a un equipo amarillo desaparecido ante las circunstancias, dándole la vuelta al marcador, 3-2.
El Cádiz regresa de Miranda de Ebro, cinco años después de aquella fatídica liguilla de ascenso, con otro mal recuerdo y la sensación de ‘atraco’ arbitral. Los de Álvaro Cervera pudieron ganar tras superar al Mirandés en muchos minutos de la primera mitad, y ponerse con ventaja, 0-2, pero la discutible expulsión de Santamaría cambió todo con una hora de juego por delante. Los locales arrasaron tras el descanso, con alguna que otra ayuda más del trencilla, a un equipo amarillo desbordado y desaparecido ante las circunstancias, dándole la vuelta al marcador, 3-2.
Cifuentes; Juanjo, Aridane, Servando, Brian Oliván; Garrido, Mantecón; Salvi, Santamaría, Álvaro y Ortuño formaron el once inicial de los amarillos, con dos cambios con respecto al último encuentro en el Carranza, las entradas de Juanjo y Gorka por Carpio y Abel Gómez, respectivamente.
Tras algún susto tempranero del conjunto burgalés, el Cádiz fue haciéndose con las riendas del partido, sin cambiar su idea de juego, orden defensivo y rapidez arriba a base de robar balones. En el minuto 7, un centro de Álvaro por la izquierda termina siendo repelido por el portero Sergio Pérez, y el rechace no lo desperdicia Alfredo Ortuño para abrir el marcador, y anotar su tercer tanto esta temporada.
Los gaditanos se gustaban y casi todo el peligro se acumula en el área de los de casa, que no sabían cómo parar a los de Cervera. Brian mereció el gol en el 22 en un fuerte chut que se marchó pegado al palo. Y a la media hora aparecía Salvi, primero con un gran centro al que no llega el de Yecla, y en el 32, haciendo el 0-2, un auténtico golazo con el exterior que dejaba mudo al municipal de Anduva en esta calurosa sobremesa de sábado.
Sin embargo, lo que parecía encaminado a convertirse en la primera victoria del Cádiz en su vuelta a Segunda división, se frustró en el minuto 35, con la rigurosa expulsión del Gorka Santamaría: veía la segunda amarilla por una falta en el centro del campo. El problema es que la primera cartulina se le mostraba minutos antes por beber agua. Sí, por beber agua.
En el resto de la primera mitad, el conjunto visitante sufría ya a un rival volcado al ataque, pero mantuvo ese meritorio 0-2 con un hombre menos hasta el descanso. Tras el paso por vestuario, el acoso se intensificó al tiempo que los de amarillo bajaban los brazos antes de tiempo, como dando por hecho que la remontada llegaría. Y llegó. Y eso que antes del 1-2 estuvo a punto de subir al marcador el tercero del Cádiz, en un remate fallado por Álvaro García.
En el 5 de esta segunda parte, dos minutos después, el árbitro veía penalti por supuesta falta de Garrido, y Eguaras marcaba desde los once metros. Y en el 10, Maikel Mesa remataba con la derecha desde el centro del área, estableciendo la igualada.
Los amarillos, sin rumbo, estaban cada vez más atrás ante el empuje local, y Cervera trataba de apuntalar al equipo quitando pólvora y velocidad arriba dando entrada a Sankaré y Abdullah por Álvaro y Salvi, renunciando totalmente al ataque. Pero de nada servía, y en el minuto 20, se certificaba esa ‘vuelta a la tortilla’ a partir de un centro lateral que Guarrotxena remata de cabeza. El 3-2.
Con los deberes hechos, los hombres de Carlos Terrazas aflojaron la intensidad y poco a poco, el Cádiz, pese a estar en inferioridad y sin referencias arriba, trató con timidez de acercarse a la portería rival, pero sin convicción y con la indignación en el cuerpo por esa decisión del colegiado que cambió todo.
“Ha sido un partido en el que mientras ha estado igualado hemos estado mejor, eso ha sido hasta el 0 a 2. En el momento en que se produce la expulsión ya no está igualado y un equipo ha sido mejor que otro”, evidenciaba Álvaro Cervera en rueda de prensa tras el partido, añadiendo que “con diez nos ha costado mucho más y quizás no hemos tomado las decisiones adecuadas. Que te echen a uno, que te piten un penalti… pues al final pierdes los nervios”.
Se confirmó la primera derrota de la campaña, y a pensar en el próximo choque en casa, el próximo domingo a las 18 horas llega el Getafe al Carranza. No merece la pena lamentarse. Aunque antes, toca Copa: el Levante visita el coliseo gaditano este miércoles a las 20 horas. DIARIO Bahía de Cádiz
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