JORNADA 5. Tercer choque de la semana, antesala del descansito en Primera por compromisos de la Selección, en el que el Cádiz, tras la hazaña de San Mamés, retornaba a Carranza con el reto de sumar puntos también en casa, algo que en este inicio liguero se estaba resistiendo; lo que evidencia además que la afición (ese número doce) también cuenta en el fútbol, hoy menos fútbol por las limitaciones impuestas con la excusa del coronavirus. Y delante, un Granada europeo.
“Hay que ir creciendo desde la aportación de hacer más cosas. Con la pelota tenemos que hacer un poco más de lo que hacemos para poder competir”, insistía Álvaro Cervera en la previa de este derbi andaluz inédito en la elite, y a la espera de que en las próximas horas se concreten los deseables fichajes, pues el plazo se cierra ya mismo, el lunes. Y a la espera, el once amarillo era el más esperable: Ledesma, en la portería; Iza, Espino, Marcos Mauro, Juan Cala, en defensa; José Mari y Jonsson en el centro del campo, con Álex Fernández más adelantado; de extremos Salvi y Pombo, y en la punta Choco Lozano.
Igualdad total en el arranque con dos conjuntos estudiándose, quizá con los amarillos algo más motivados, y en el minuto 11 una asistencia de Salvi tras un carrerón no alcanzaba a cazarla el hondureño en el área. En el 14, en la otra portería, Milla probaba y Conan casi se traga ese disparo lejano que parecía fácil.
Todo seguía parejo, aunque los hombres de Diego Martínez daban un pasito adelante y a los del Cádiz se les echaba en falta algo de intensidad. Hasta que llegó la desafortunada lesión de Iza Carcelén: en la misma acción en la que era reemplazado por Iván Alejo (Salvi quedaba retrasado), el Granada disponía de un córner y el isleño Germán Sánchez, muy solo, marcaba de cabeza el 0-1. Corría el minuto 29.
Diez después, pudo haber subido el segundo, con dos palos consecutivos, primero de Puertas y luego de Kenedy. Ahí tuvieron los gaditanos más que suerte. Y respondía Choco con un fuerte lanzamiento desde fuera con intenciones que atrapaba Rui Silva en dos tiempos; y en la siguiente, Pombo asistido por el delantero desde la otra banda y con todo a favor, la mandaba al lateral de la red. Y a las duchas.
Doble cambio en las filas amarillas tras el descanso: Perea y Álvaro Giménez por José Mari y Pombo. Tocaba apretar. Y apretando una mijita, con el Granada dejándose hacer, se igualaba pronto el partido, con permiso del VAR y todo: en el 47, tras un par de remates fallidos dentro del área. Alejo se encontraba la pelota y fusilaba.
El Cádiz salía reforzado mentalmente del empate y a los de negro les costaba generar juego fluido. El encuentro entraba en una fase en la que no pasaba nada pero podía pasar de todo, con muchas interrupciones y el balón de un campo a otro. Pasado el 65, los de casa asustaban con alguna contra, e igualmente, los visitantes con un remate del venezolano Machís, ya en el campo, que salvaba Ledesma con reflejos.
En el 75, el sanluqueño se retiraba en camilla (posteriormente se lo llevaría una ambulancia) tras un encontronazo con su portero minutos antes (y entretanto, Soldado cogía del cuello a Alejo…), y salía al campo Augusto Fernández, colocándose Álex como lateral defensivo. Minutos después Choco tenía en sus botas el 2-1; y Darwin Machís el 1-2, pero de nuevo se topó con una mano imponente del argentino Conan.
Se volvía loca la partida, y en el 84 Perea caía en el área, mas ni el árbitro ni el VAR quisieron ver el claro penalti. Con sus precauciones, ambas escuadras querían la victoria. Malbasic, por Lozano, refrescaba la delantera para afrontar los ocho minutos de descuento. Y ya poco pasaba en esa propina, salvo nervios y un disparo lejano del serbio.
El Cádiz, debutante en la categoría y con prácticamente los mismos jugadores de Segunda, cierra este primer mini-tramo en LaLiga Santander de cinco jornadas, antes del choque contra el Real Madrid en dos semanas, con 7 puntos de 15. Sin dudas, meritorio. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway