La Plataforma Carril Bici de Cádiz ha presentado alegaciones al proyecto de urbanización de la Avenida de Astilleros, en Cádiz, promovido por el Ayuntamiento. Se denuncia que, “de nuevo, se contempla una vía desconectada de la red viaria, incomunicada, que no resuelve las intersecciones y no permite al ciclista su utilización si circula desde o hacia determinadas direcciones”. O lo que es lo mismo, sigue los pasos de los carriles ‘pintados’ en la Juan Carlos I y el Campo del Sur “en inutilidad y peligrosidad”.
La Plataforma Carril Bici de Cádiz ha presentado alegaciones al proyecto de urbanización de la Avenida de Astilleros, en Cádiz, promovido por el Ayuntamiento. Este colectivo denuncia que, “de nuevo, se contempla una vía ciclista desconectada de la red viaria, incomunicada, que no resuelve las intersecciones y no permite al ciclista su utilización si circula desde o hacia determinadas direcciones”. A pesar de la inversión y de la reserva de espacio público para la bicicleta, “el ciclista se verá obligado a circular por la calzada en no pocas ocasiones”.
Entre las deficiencias detectadas en el proyecto se resalta que la vía ciclista no alcanza la anchura de 2,50 metros que recomiendan los manuales técnicos para vías bidireccionales, medida que además establece como condición el acuerdo entre Ayuntamiento y Junta de Andalucía para la creación de la red ciclista de Cádiz, en el que se incluye esta obra. Además, no considera las distancias mínimas de seguridad que deben guardarse entre la vía ciclista y los obstáculos laterales: 80 centímetros a la banda de aparcamiento en cordón, para evitar que la apertura de puertas pueda provocar accidentes a ciclistas, 50 cm al carril de tráfico motorizado o 30 cm a la línea de árboles y farolas.
Por otro lado, según anota esta plataforma, la vía ciclista contemplada “está absolutamente desconectada, tanto en sus extremos como a lo largo de su recorrido, de la red viaria desde la que habría que acceder a aquella o por la que habría que continuar desde aquella para completar cualquier trayecto en bicicleta”. El caso “más alucinante”, se apostilla, es el extremo noroeste de la vía, que se interrumpe abruptamente y desembocando a contramano en la intersección con la calle que da acceso al Muelle Marqués de Comillas, sin continuar por la calle Ciudad de Vigo hasta la Plaza de Sevilla. No se ha establecido una solución que dé continuidad a los trayectos en bicicleta, ni para acceder a la vía ciclista desde la calle Ciudad de Vigo ni para continuar por ella desde la vía ciclista. El diseño propuesto “no sólo provoca un problema de inconexión sino también de elevado peligro para los ciclistas”. Al respecto se considera que “es imprescindible solucionar, mediante pasos ciclistas, la conexión de la vía ciclista con la calzada en ambos sentidos de circulación para que la vía ciclista, sencillamente, pueda ser usada”.
Además, alrededor de la Plaza de Sevilla se conforma el principal nodo intermodal de transportes de pasajeros de la ciudad, con la estación de tren, la estación de autobuses (actual y futura) y la terminal marítima. La vía ciclista proyectada bordea gran parte de esta zona, “pero sin embargo se ha diseñado completamente desconectada de todos esos usos”. La Plataforma Carril Bici de Cádiz recuerda que el objetivo de la creación de una vía ciclista “es favorecer y potenciar la movilidad en bicicleta”, por lo que la conectividad de la vía, es decir, la conexión con el mayor número de puntos potenciales de origen y destino, “es un factor esencial”. Algo que, “remitiéndonos a los hechos, se constata que no terminan de comprender los responsables y técnicos del Ayuntamiento”.
En el otro extremo de la avenida, la vía ciclista “corre similar suerte”. En la rotonda en la que confluyen las avenidas de Astilleros, de Las Cortes y de La Independencia, no se ha resuelto la conexión con la avenida de La Independencia, que, además, supone la conexión con la avenida Juan Carlos I, uno de los principales ejes viarios de la ciudad, por lo que “solucionar esa conexión es esencial”.
La vía ciclista proyectada genera, por otro lado, para este colectivo, un “grave peligro” para los usuarios en las dos rotondas intermedias que contempla, que corresponden al nuevo acceso directo al Muelle de Levante y al acceso al astillero, “precisamente los puntos de mayor complejidad de la futura avenida”. Con el diseño previsto en esos tramos, las bicicletas circularán por la calzada de la rotonda en sentido contrario al del tráfico motorizado. “Esto generará un gran peligro para los ciclistas, pues los conductores esperan, como resulta lógico, que los vehículos que circulan por la rotonda vengan por la izquierda y no por la derecha”. Por ello, las vías ciclistas en rotondas deben ser siempre unidireccionales, o deben segregarse de la calzada.
SE PROPOPEN MODIFICACIONES PARA QUE SEA VIABLE
En estas alegaciones, la plataforma propone soluciones técnicas a cada uno de los principales errores y deficiencias detectados, que suponen que el proyecto requeriría de modificaciones sustanciales “para ser viable”.
En este sentido, se considera “inaudito” lo que ocurre con los proyectos de vías ciclistas en la capital, pues “la falta de viabilidad técnica con que se elaboran no tiene justificación”. Hace 20 años que el Ministerio de Fomento publicó por primera vez un manual técnico para el diseño de vías ciclistas, hace 15 lo hizo la Dirección General de Tráfico (DGT), e incluso varias comunidades autónomas, incluida la andaluza, cuentan con manuales técnicos para la creación de infraestructuras ciclistas. “Que todas esas recomendaciones técnicas, disponibles gratuitamente en internet, sean obviadas proyecto tras proyecto, ejecutando incluso infraestructuras claramente ilegales por incumplir la Ley de Tráfico y la normativa de accesibilidad, tales como las vías ciclistas de la avenida Juan Carlos I y del Campo del Sur, resulta inexplicable”.
La plataforma termina considerando necesaria “hacer una reflexión sobre el hecho de que sean los usuarios de las vías ciclistas los que tengan que dar una solución técnica viable a los proyectos, ante la incompetencia de responsables políticos y técnicos de los proyectos”. Es como “si unos ciudadanos que reclamaran la construcción de un hospital tuvieran que diseñar los quirófanos”.
El Ayuntamiento sacó en enero a exposición pública este proyecto de urbanización de la avenida de Astilleros, elaborado por la Oficina Técnica Municipal, conforme al convenio de colaboración suscrito con el Ministerio de Fomento, la Junta y ADIF, tras su aprobación inicial en Junta de Gobierno Local.
Dicha avenida, según este proyecto, contará con cuatro carriles para el tráfico rodado, dos por cada sentido. Tendrá también un carril bici de doble sentido de circulación que discurre por el margen derecho de la calzada, sentido al casco histórico. Por otro lado, el acerado contempla un ancho suficiente para el recorrido longitudinal, así como se crean zonas de espera en las paradas de bus urbano y en el entorno de los pasos transversales de cruce. Está prevista la plantación de árboles que configuren un corredor que resulte atractivo, así como la instalación de luminarias. Todo ello está presupuestado en unos 10,5 millones de euros.
No ha leído nunca ningún libro al respecto: ni ella ni los que están a su lado. Tampoco sus técnicos, que parecen muebles descerebrados dispuestos a decir que sí a todos los despropósitos de esta gente. Vuelven a querer hacer las cosas mal, como las hicieron en el Campo del Sur y en la Avenida Juan Carlos I. Hay mucha gente explicándoles cómo hacerlas bien; gente que entiende del tema, que gasta su tiempo sin otro interés que el de mejorar la ciudad que ellos machacan. Pero el PP de Cádiz es un muro sordo y ciego; gente en combate contra la inteligencia. Aquí tenemos una muestra más de la mala fe que los mueve.