Navantia ha conmemorado este 23 de julio los 125 años del astillero de Cádiz. Tal día como este de 1891 se procedía a la puesta de la primera piedra de la coronación de la grada, llamada Andalucía, en la que se iba a arbolar la quilla del crucero Carlos V. Desde entonces la planta, de origen privado y nacionalizada tras la explosión de 1947, ha pasado por momentos álgidos y de crisis, hasta dejar en las últimas décadas la construcción y especializarse en reparaciones y transformaciones. Diferentes autoridades y directivos de la empresa estatal han reconocido la importancia del astillero para Cádiz, la labor de los trabajadores y deseado el mejor futuro para la planta.
Navantia ha conmemorado este sábado 23 de julio los 125 años del astillero de Cádiz. Tal día como este de 1891 se procedía a la puesta de la primera piedra de la coronación de la grada, llamada Andalucía, en la que se iba a arbolar la quilla del crucero Carlos V. Diferentes autoridades y directivos de la empresa estatal han reconocido la importancia del astillero para Cádiz, la labor de los trabajadores durante todos estos años y deseado el mejor futuro para la planta.
Este ‘cumpleaños’ ha estado dividido en dos partes, un acto principal en el Palacio de Congresos de Cádiz, donde se desarrollaron tres conferencias, sobre la historia del astillero, sobre su transformación en los años 70 y sobre el presente y el futuro del mismo. Y a continuación, la comitiva se desplazaba al mismo astillero, donde tenía lugar el descubrimiento de la placa conmemorativa en sus jardines, así como los discursos de las autoridades presentes; como el alcalde, José María González ‘Kichi’ (que afirmó que “desde hace ya 125 años las horas en Cádiz no las marca la aguja de los relojes, sino la sirena de astilleros”), o el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.
El presidente de la empresa, José Manuel Revuelta, felicitó a todos los que han formado parte del astillero desde su inicio, reconoció la labor de los trabajadores, y mostró su convencimiento de que las expectativas de futuro son “inmejorables”.
“Las reformas que se están implantando en Navantia nos llevarán a ser mejores y más competitivos y así podremos conseguir que el astillero de reparaciones de Cádiz siga siendo un referente de calidad y competitividad en el mercado nacional e internacional, tanto en reparaciones como en modernizaciones en el ámbito civil y militar”, apuntaba Revuelta. Asimismo, hizo un llamamiento a “aunar esfuerzos”, junto a trabajadores y empresa auxiliar, para lograr al menos “otros 125 años de progreso” para el astillero.
Asimismo, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes de Navantia, dentro de los actos conmemorativos, el viernes 22 la dirección del astillero tuvo un encuentro con todos los trabajadores del astillero de la capital al término de la jornada laboral. En este acto el director de la factoría, Joaquín Hernández Rocha, dirigió unas palabras de agradecimiento y reconocimiento a los operarios en activo y de recuerdo a los ya jubilados por su buen hacer a lo largo de la historia del astillero.
El director hizo asimismo una especial referencia a las familias de los trabajadores y a las sagas familiares de abuelos, padres e hijos que han contribuido con su esfuerzo y dedicación al “gran momento actual” de las reparaciones en Cádiz. Tras esas breves y emotivas palabras se hizo entrega a los presentes de una pequeña placa conmemorativa del 125 aniversario de la fundación del astillero en la ciudad.
Dentro de este programa de actos, el pasado 1 de julio se revelaba el cartel del 125 aniversario a la entrada del astillero; para septiembre se prepara una exposición de fotos antiguas del astillero gaditano y su construcción, en colaboración con la Fundación Cajasol; para octubre un ciclo de conferencias sobre el astillero y su relación con la historia de la ciudad; y finalmente, el 26 de noviembre habrá una jornada de puertas abiertas en la propia factoría.
UN POCO DE HISTORIA
Los hermanos Vea Murguía inauguran el astillero de Cádiz el 23 de julio de 1891 con la colocación de la primera piedra de la grada Andalucía, aunque desde cuatro años antes se había estado trabajando para conseguir hacer realidad un proyecto en el que la ciudad de Cádiz había puesto todas sus perspectivas de futuro.
También el día 23 de julio de 1891 se botó en la grada Extremadura la embarcación Nuestra Señora del Rosario, un pequeño remolcador que había sido transformado en buque auxiliar para los trabajos del astillero. Finalmente ya por la tarde se celebró con un gran banquete el nacimiento de la factoría.
A los tres años de ponerlo en marcha tienen ya que buscar inversores foráneos para mantener la actividad, y tras su cierre temporal a principios de siglo, el empresario vizcaíno, Horacio Echevarrieta, compra la factoría en 1917 y en 1918 se vuelven a utilizar sus gradas para botar el Gadir, un carguero de 680 toneladas, que inicia la serie de 42 buques que construiría el astillero durante el tiempo que gestionó la factoría este vasco de leyenda… y entre esos 42 buques nació con el número 15, el Juan Sebastian Elcano.
Una de las tristes fechas para el recuerdo de la ciudad, y de su astillero, fue la noche del 18 de agosto de 1947, cuando la explosión de un depósito de minas submarinas almacenadas en las proximidades arrasa la factoría, llevándose por delante la vida de 61 operarios, de los 2.500 trabajadores que había en ese momento en plantilla.
Había que empezar de nuevo, y Echevarrieta, sin recursos para hacerlo, vende el astillero al Instituto Nacional de Industria que lo rebautizará como ASCASA (Astillero de Cádiz SA). Lo dotará de mejores medios, tanto técnicos como humanos, y los situará a la cabeza de toda la industria naval del país. En 20 años, el nuevo astillero de la capital construirá 45 buques y se dotará de dos diques de reparaciones, uno seco y otro flotante, además de elevar su plantilla a los 3.500 trabajadores.
El fin de la oscura y larga dictadura de Franco, a mediados de los setenta, viene acompañado de nuevas situaciones de crisis tan habituales en el sector. El astillero de Cádiz debe reinventarse una vez más y esa nueva vida le vendrá de la mano del segmento de las reparaciones y las transformaciones navales. El Nuevo Centro de Reparaciones de Cádiz nace a finales de esa década y convierte al potente astillero del INI en el gran centro de reparaciones de todo el sur de Europa.
Desde esos años hasta el día de hoy el astillero terminó su ciclo como factoría de construcción botando 16 grandes barcos, ocho de ellos de más de 230.000 tm. e inició su ciclo de centro de reparaciones y transformaciones con un número indeterminado de carenas y más de 80 trasformaciones, entre ellas las 40 llevadas a cabo sobre grandes cruceros.
Precisamente Navantia Cádiz, hoy día con apenas 300 trabajadores de plantilla propia, asume un segundo semestre, tras el verano, repleto de actividad. Seis cruceros, el buque de asalto Castilla, dos fragatas y algunos buques civiles completarán la ocupación de los diques de la capital en los próximos meses. Y para 2017 ya se encuentran confirmadas las reservas de cinco cruceros.
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