La asociación Cádiz Centro Comercial ha hecho un llamamiento al consumidor en general, de la ciudad, para que no compre a los vendedores ambulantes ilegales.
Al respecto, asegura que lleva poniendo en conocimiento de las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad, durante los últimos meses, el problema “tan acusado y grave” que supone esta venta ilegal en las calles, tanto para los propios comerciantes como para la imagen de la capital.
Cádiz Centro Comercial recuerda en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que el conocido como ‘top manta’ lleva aparejados “varios motivos de ilegalidad”: falsificaciones, venta de productos de segunda mano, venta de copias ilegales… Y agrega que “tampoco es venta autorizada la que realizan algunas personas en terrazas y bares poniendo a disposición del público collares, pulseras o gafas de sol”.
Por este motivo, alerta de que la Policía Local ha puesto en marcha un plan de trabajo de prevención y vigilancia “todos los días de la semana”, para evitar que estos hechos “estén sucediendo”.
Por ello mismo, el presidente de la asociación comercial, Manuel Queiruga, quiere expresar su agradecimiento tanto al Ayuntamiento como a la Policía Local por “el enorme esfuerzo realizado”, siendo consciente de la dificultad de recursos con los que cuentan.
DIFERENTES RAZONES
En paralelo, Cádiz Centro Comercial incide en su llamada a los ciudadanos para que no compren a estas personas (la gran mayoría, tratan de buscarse la vida de esta manera), y expone una serie de razones. Entre ellas, “se pone en peligro la seguridad”, ya que estos artículos comercializados de forma ilegal “son de muy baja calidad y no cumplen la normativa de seguridad”. Y al mismo tiempo, se renuncia a los derechos como consumidor: calidad, información previa a la compra, garantía o devolución de tu dinero.
Además, para este colectivo, “es un timo: lo que creemos comprar barato es en realidad muy caro porque la ínfima calidad de lo que compras en absoluto vale lo que te cobran”; y con este tipo de actos “se colabora con una actividad que deteriora la calidad de vida y el entorno de nuestra ciudad: ocupación ilegal de aceras, pasos de cebra, etc.”.
Por otro lado, Queiruga entiende que la venta ilegal “contribuye a la destrucción las empresas gaditanas y de los empleos de los gaditanos”, pues “es competencia desleal y causa el cierre de empresas con la pérdida de empleo consiguiente: son muchas las familias de esta ciudad que comen de los empleos que genera el comercio”. Y al tiempo, “se acepta la explotación laboral: los vendedores ambulantes ilegales suelen estar explotados por redes de extorsión”.
También se considera que se fomenta la comisión de actividades delictivas: “la fabricación y comercialización de copias ilegales o falsificadas de cualquier tipo es ilegal, y se considera delito penal contra la propiedad intelectual y/o industrial”. Y en algunos casos, “los productos que se nos ofrecen son robados”. De la misma forma, “se aprueba el fraude a la hacienda pública y a la seguridad social ya que la venta ambulante ilegal no entiende de cotizaciones o impuestos y contribuye al empobrecimiento de la economía y va en contra del interés general”.
En definitiva, para Cádiz Centro Comercial, adquiriendo estos productos que se venden en plena calle o se ofrecen cuando estamos en una terraza, “se favorece así la actividad de los que ‘juegan’ fuera de la ley: la venta ambulante ilegal incumple toda la normativa y disposiciones vigentes en materia de sanidad, consumo, comercio, competencia, propiedad industrial o intelectual”.