Los trabajadores de Procosur viven días de incertidumbre y Podemos Cádiz ha querido trasladarles su apoyo. Llevan dos meses sin poder acudir a su puesto de trabajo debido a la falta de actividad en la nave, al cierre de las treinta tiendas en distintas localidades de la provincia y a lo que se le une el impago de dos nóminas. Este nuevo partido reclama “una respuesta y solución digna” para la plantilla, ya que “si nadie lo remedia, Procosur pasará a la historia”, tras 30 años de historia.
Los trabajadores de Productos Congelados del Sur (Procosur) viven días de incertidumbre y Podemos Cádiz ha querido trasladarles su apoyo. Llevan dos meses sin poder acudir a su puesto de trabajo debido a la falta de actividad en la nave, al cierre de las treinta tiendas en distintas localidades de la provincia y a lo que se le une el impago de dos nóminas.
Procosur es una empresa gaditana que nació en 1984 y que cuenta con 30 años de experiencia en el sector de los productos congelados. Sin embargo “todo se ha ido a pique en cuestión de meses por una mala gestión empresarial y de las subvenciones, que llegaban desde Europa a través de fondos FEDER, de las cuales no se sabe nada. ¿A dónde han ido a parar las mismas? ¿Han sido gestionadas y dadas por la Junta a la empresa? ¿Por quién han sido mal gestionadas, por la Junta o por la empresa? Los trabajadores principalmente y la ciudadanía deben tener una respuesta clara e inmediata, tanto de la empresa como de la Junta, porque ese dinero es dinero público y debemos saber a dónde ha ido a parar”, reivindican desde Podemos en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
“LA CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA”
En la misma línea, esta joven formación tacha este conflicto como “la crónica de una muerte anunciada”. En plena crisis-estafa, José María Bautista y Tomás Nieto le ceden la gestión a sus hijos, “un relevo generacional que en otras empresas familiares de la Bahía ha fracasado (Polanco, Vipren o Bornay) y en esta no ha sido menos”.
En el año 2010, la sociedad anónima “se lanzó al mar” y decidió construir una nueva nave de 9.000 metros cuadrados en el recinto interior de la Zona Franca de Cádiz para unificar las dos naves que por aquel entonces tenía la empresa: una situada en Puerto Real desde 1988 y otra justo al lado del actual desde 1996. Por aquel entonces Procosur era una empresa consolidada en el mercado de productos congelados, facturando en torno a los 40 millones de euros al año y exportando productos a países de europeos. La construcción de la nueva nave arrendó a la empresa por 30 años y el contrato de alquiler fue revisado en julio de este año, suponiendo una inversión de más de 20 millones de los cuales, 4,9 fueron subvencionados por la consejería de Agricultura y Pesca de la Junta. El resto de inversión, fue subvencionado por el Consorcio de la Zona Franca y la propia empresa. Estas nuevas instalaciones, iban a suponer la ampliación de la plantilla en un 25% y de la producción un 30%, “pero meses después, desde la propia empresa se negó dicho aumento”. A finales de 2011, se inauguró la nueva nave con maquinaria de última generación “y a partir de aquí, todo se fue agravando poco a poco”. El primer año en la nueva nave, los trabajadores sufrieron una rebaja del salario del 10% y se sucedió un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Ya en 2012, la empresa sufrió pérdidas de medio millón de euros y tuvo una facturación de 35 millones, lo que supuso deudas con acreedores que a día de hoy, no se han podido a liquidar. A principios de este año, tuvo que entrar en concurso voluntario de acreedores por falta de liquidez para pagar, siguiéndole la reducción de la producción y el Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Y al no haber liquidez, “como siempre”, los principales afectados son los actuales 120 trabajadores de esta empresa que llevan mínimo diez años en la misma y que llegaron a superar los 300. Incluso superando dicho número, se necesitaban más, pero la empresa no quiso asumirlo y redoblaba el turno de los operarios, “los cuales han sido en gran parte, los que han conseguido los logros de la empresa, ya que sin ellos y ellas, la preparación, distribución y venta de los productos no hubiera sido posible”. Y ahora, lamentan desde Podemos, “se les trata de mala manera mandándolos de vacaciones forzosas retribuidas hasta que se retome la actividad, mientras ciertas personas se pasean en vehículos de primeras marcas y se esconden sin dar alguna información respecto a este conflicto. Si no hay dinero para pagar salarios, ¿cómo se van a pagar las vacaciones de los empleados?”.
Con la entrada en concurso de acreedores, la empresa dijo que iba a continuar con su actividad como venía haciendo hasta entonces y se iba a reestructurar para adaptarse al mercado, “pero hasta el día de hoy no ha podido reestructurarse ni ha podido reducir la deuda por lo que es imposible avanzar en el mercado y en poco tiempo, si nadie lo remedia, Procosur pasará a la historia”. El cierre de esta empresa dejará una parte de la Zona Franca vacía y “volverá a ser conocida por los tanatorios, aunque a José de Mier no le gustara cuando era delegado del Consorcio”. Al respecto, se le reprocha a este ente que también guarde silencio.
Por todo lo expuesto, para el círculo de Podemos Cádiz “apoyar este tipo de luchas y estar con los trabajadores en la pelea, es un prioridad y es lo que venimos haciendo desde que se inició el conflicto y seguiremos apoyando y defendiendo los derechos de todos los trabajadores de la empresa hasta que los mismos tengan una respuesta y solución digna”.