Adiós a la era ‘Kichi’, que ha generado incontables titulares en los medios de derechas que, más allá de buscar clics, nunca lo han aceptado como alcalde, evitando referirse a él con nombre y apellido. Ocho años después, el PP retoma todo el poder en el Ayuntamiento de la capital gaditana. Bruno García, nacido políticamente como concejal de Teófila Martínez (que aguantó veinte años en el cargo), impuesto como cabeza de cartel (frente al nombre que más sonaba, José Manuel Cossi, convertido en su escudero) y vendido bajo el marketing de la moderación. toma el relevo de José María González (que no se ha presentado a la reelección) en la Alcaldía de “la ciudad más maravillosa del mundo”.
Eso sí, casi entre la indiferencia a las afueras de San Juan de Dios, donde apenas esperaba un minúsculo grupo de personas con una botella de cava para “celebrar” no la llegada del nuevo alcalde, más bien la marcha de González Santos. Nada que ver con la histórica y simbólica estampa de la investidura de 2015 con la plaza llena, también de alegría, ilusión y esperanza, y aquel novato alcalde profesor de instituto, sindicalista, viñero, carnavalero y entonces ‘de Podemos’ (el original) ofreciendo el bastón al pueblo desde el balcón.
Con más de un cuarto de hora de retraso sobre el horario previsto por la impuntualidad del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, que quiso estar presente arropando a uno de los suyos, un jerezano que hasta esta misma semana ha seguido en nómina del Parlamento andaluz, se celebró con normalidad y cordialidad el pleno de constitución de la nueva Corporación salida de las urnas el pasado 28 de mayo, que deja un pleno únicamente con tres formaciones: PP, PSOE y Adelante Izquierda Gaditana, y sobre el papel, tres líderes de cada espacio con ganas de llevarse bien fuera y dentro del ‘ruedo’.
El guion de la sesión extraordinaria, con el propio alcalde saliente entre el público junto a otros ediles que dejan de serlo, y caras como las de la exalcaldesa ahora recolocada como presidenta en la Autoridad Portuaria, Teófila Martínez, no se salió ni una coma de lo ya sabido: se constituyó la Mesa de edad conformada por los concejales de más y menos edad, Demetrio Quirós y Paula Fernández; los 27 representantes del pleno juraron o prometieron el cargo (los ediles de la derecha, como si viviéramos todavía en blanco y negro, con un pequeño crucifijo delante); y se votó en secreto al alcalde, y como era lógico, cada partido apostó por su candidato, por lo que Bruno García se hacía ya la foto con el bastón de mando. A partir de ahí, pasaba a presidir el pleno y se desarrollaban los tres discursos de la mañana, previos a las fotos de familia para la posteridad.
“OFRECEMOS UNA OPOSICIÓN RESPONSABLE, EN LA QUE EL PP NO ENCONTRARÁ EL ‘NO’ SIN ARGUMENTOS”
En su turno, David de la Cruz, el portavoz de Adelante Izquierda Gaditana (espacio heredero de la coalición que ha gobernado los últimos dos mandatos), se estrenaba como concejal lanzando un mensaje claro: “Cádiz es hoy otra ciudad. El bastón de mando ya no es un coto privado, se puede gobernar desde las mayorías para las mayorías. Con esa ilusión, y con ese ejemplo, trabajaremos para que estos últimos años no sean una anécdota, sino una inspiración en la que apoyarnos. Aprendiendo de los errores, defendiendo lo conquistado y aspirando a seguir abriendo la senda del progreso y la igualdad”.
De la Cruz ha agradecido al gobierno saliente y sobre todo a José María González (con quien ha trabajado desde 2017 como cargo de confianza) “los años de entrega, compromiso, sacrificio y trabajo por los vecinos, por luchar y pelear para que Cádiz sea más de todos, más bonita, más inclusiva y más diversa”. Al tiempo que ha felicitado al alcalde entrante, Bruno García, y a su equipo, al que ha expresado su voluntad de colaborar: “están permitidas las dudas, las inseguridades y hasta los errores. Siempre que desarrolles tu labor con honestidad”.
Finalmente, este periodista metido a político ha abundado en su compromiso de realizar una oposición “responsable” para que “no se pierdan ninguno de los derechos conquistados” en los últimos ocho años. Una oposición, le ha remarcado al flamante alcalde popular, “en la que no encontraras denuncias constantes en los tribunales; hasta quince sufrió del PP quien te antecede en el cargo. Una oposición en la que no encontrarás el ‘no’ sin argumentos”.
De la misma forma, el portavoz municipal del PSOE, Óscar Torres, que confía en que este mandato que ahora empieza “no recuerde a las anteriores mayorías absolutas del PP”, ha reiterado que su oposición “nunca ha sido, ni será, la del no por el no”.
“Siempre vamos a estar en la construcción y no en la bronca política, porque sinceramente creo que si partimos de la mano tendida con el resto de fuerzas políticas, si partimos del acuerdo, saldrá ganando la ciudad”, ha incidido.
“Incluso en las evidentes discrepancias ideológicas habrá que buscar puntos de encuentro en los que impere el beneficio de la ciudad por encima de los intereses partidistas”, ha subrayado Torres; quien aprovechando la presencia del presidente de la Junta entre el público, le ha exigido que cumpla sus “obligaciones competenciales” con Cádiz, empezando por Valcárcel.
“QUE SE DÉ A CÁDIZ LO QUE CÁDIZ, POR JUSTICIA Y POR HISTORIA, SE MERECE”
Y para acabar, la perorata más esperada de la mañana, la de Bruno García, que se convierte en el cuarto alcalde de Cádiz de la actual democracia post-posfranquista. Y precisamente tenía palabras de respeto para sus predecesores en el cargo: al izquierdista José María González le ha agradecido “sus años dedicación y entrega a la ciudad, y su indudable interés de servicio público a los gaditanos”; al socialista Carlos Díaz “su trabajo pionero que sirvió para sentar las bases de un ayuntamiento democrático que llevó a la ciudad a una nueva época de desarrollo”; y a su mentora, “amiga y compañera”, la popular Teófila Martínez, “su amor por Cádiz y su trabajo incansable por esta ciudad”, ahora “al otro lado de la verja del muelle”.
Pero además, en el capítulo de agradecimientos, no se ha escapado Moreno Bonilla: “no tengo duda alguna, serás el mejor aliado de esta ciudad. Pero además de agradecértelo, también quiero ser leal contigo, te reclamaré apoyo desde el diálogo y el acuerdo, que sé encontraré en tu gobierno”, ha añadido el flamante primer edil, que ha aseverado que este tono exigente también lo tendrá con el Gobierno central, la Diputación, Europa, y “con quien haga falta: que se dé a Cádiz lo que Cádiz, por justicia y por historia, se merece”.
Para este jerezano, ser alcalde de Cádiz, “mi ciudad”, supone “un honor, pero también una responsabilidad que me llena de fuerza y de ilusión para abrir un nuevo camino de esperanza, de progreso, de futuro y avance para Cádiz”. “Ese, y no otro, será el único objetivo y la guía de nuestros pasos como equipo de gobierno. Será el fin último de mi trabajo como alcalde; mejorar la vida de los gaditanos. Quiero hacer de este Ayuntamiento un lugar de abrigo y protección, y un aliado fiel en la conquista de nuestro futuro común como sociedad. Y lo haré sin más atadura que nuestro compromiso total con Cádiz”.
Por otro lado, ha reclamado a los miembros de la nueva Corporación “generosidad, esfuerzo y responsabilidad. A cambio yo les daré mi disposición total al diálogo, al encuentro y al trabajo en común por el bien de nuestros vecinos”.
“TODOS LOS GADITANOS ESTÁN REPRESENTADOS EN PLENO. PARA TODOS VAMOS A GOBERNAR. Y ENTRE TODOS TENEMOS LA OBLIGACIÓN DE BUSCAR LA MEJOR SOLUCIÓN A CADA PROBLEMA”
Y como durante toda la campaña, ha repetido en su primer discurso como alcalde que “todos los gaditanos están representados en este salón de plenos. Todos. Y para todos vamos a gobernar (“esta ciudad no es sectaria, es plural, es diversa”, ha dicho en otro punto). Y entre todos tenemos la obligación de buscar la mejor solución a cada problema”. Y en este punto ha mirado a su izquierda, a la oposición: “señor Torres, señor De la Cruz, me conocen, saben que mi mano tendida es sincera, es un empeño personal y de mi grupo. Les espero en el encuentro, les espero en el acuerdo y en el trabajo leal por la ciudad. Les conozco y sé que puedo contar con ustedes”.
A partir de ahí, ha centrado su intervención en repasar los “retos importantes que afrontar”, y ha remarcado que “cuando el camino se hace acompañado la cuesta es más liviana y el paso más largo”.
Además, ha vuelto a asegurar que pedirá diálogo “al resto de alcaldes y alcaldesas de las ciudades que formamos parte de la Bahía. Estoy convencido de que el futuro pasa irremediablemente por una mayor unión de toda la Bahía, por nuestra área metropolitana. Ahora que disfrutamos ya de infraestructuras tan necesarias como el segundo puente o el Trambahía es hora multiplicar esfuerzos comunes para ser más útiles a nuestros vecinos”.
“NO QUIERO NI DEBO CAMBIAR LA HISTORIA DE CÁDIZ, QUIERO SER ÚTIL A MI CIUDAD”
Acabando ya su intervención, este político de derechas ha reflexionado que “Cádiz tiene tres mil años de historia, y ni yo, ni nadie puede, ni debe cambiarla. Yo por lo menos no la quiero cambiar… Lo que quiero, como gaditano y como alcalde, es ser útil a mi ciudad. Que el gaditano sienta una vez más que merece la pena luchar por su ciudad. Que sienta que desde el Río Arillo hasta la Caleta no hay otro bando, otra lucha, que no sea la defensa de esta ciudad y la defensa de las personas por encima de cualquier otra cosa”.
“Habrá pocas cosas en esta vida más importante que representar a Cádiz y dedicarle una parte de nuestra vida. Hoy cada uno de los 27 concejales les miramos a los ojos a todos los gaditanos y nos comprometemos con ellos, desde el primer día hasta al último, ese es nuestro compromiso con Cádiz. Y, sobre todo, y esencialmente, es nuestro compromiso con cada una de las personas que hacen posible la ciudad más maravillosa del mundo: nuestra ciudad, Cádiz”, ha apostillado.
EL ‘NUEVO’ AYUNTAMIENTO
El Ayuntamiento de Cádiz de la era post-Kichi se configura con un Gobierno local con mayoría suficiente formado por los 14 ediles del PP (mayoría absoluta lograda sobre la bocina, finalizando ya el recuento; hasta el 98% del escrutinio, esta derecha se veía resignada en la oposición al comprobar que estaban dando los números para un posible pacto a la izquierda).
En la oposición quedan sólo dos formaciones: el PSOE, con siete concejales (dos más que en 2019), y Adelante Izquierda Gaditana, formación heredera de Adelante Cádiz, que baja de 13 a seis ediles.
Pese a que se presentaban más papeletas que nunca el pasado 28-M, el resto de fuerzas no pudo alcanzar un mínimo de 5% de sufragios para adjudicarse al menos una silla. Ni rastro de Ciudadanos o de Podemos, ni de las excentricidades populistas del granhermano Ismael Beiro ni de Eugenio Belgrano; pero además, la capital se mantiene orgullosa como la única localidad de la Bahía que se resiste a sufrir en su pleno a la ultraderecha: cero concejales de Vox, una vez más.
Los 27 concejales de la nueva Corporación son:
por el PP (14):
Bruno García
José Manuel Cossi
María González García-Negrotto
Beatriz Gandullo
Juan José Ortiz
Ana María Sanjuan
José Carlos Teruel
Gloria María Bazán
José Manuel Verdulla
María Dolores Pavón
Pablo Otero
Virginia Martin
Carlos Lucero
Nuria Álvarez
por el PSOE (7):
Óscar Torres
Natalia Álvarez
José Ramón Ortega
Rosario Tey
Manuel Márquez
Paula Fernández
José Javier Macias
por Adelante Izquierda Gaditana (6):
David de la Cruz
Helena Fernández
Lola Cazalilla
Carlos Paradas
Lorena Garrón
Demetrio Quirós DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway