La asociación gaditana de peatones La Zancada, junto a la coordinadora estatal Andando, propone que también en Cádiz se adopten medidas de cara a la vuelta a la ‘normalidad’, algún día, tras el vigente confinamiento por el estado de alarma ante la crisis sanitaria del coronavirus.
Entiende que las administraciones públicas deben garantizar que los desplazamientos a pie sean seguros, “no solo desde el punto de vista del contagio, sino también de la seguridad vial, pues la reducción del tráfico motorizado incide en mayores velocidades de los vehículos a motor”.
En este sentido, numerosas ciudades y países están ofreciendo soluciones para hacer las ciudades “caminables y a la vez seguras”, cambiando las regulaciones, reduciendo la velocidad de los vehículos motorizados y cerrando al tráfico determinadas calles para facilitar los desplazamientos a pie. La recomendaciones de la Red de Ciudades que Caminan, a la que está adherida la capital gaditana, comparten este mismo enfoque.
Así, según traslada La Zancada a DIARIO Bahía de Cádiz, la administración local “ha de anticiparse a la mayor demanda peatonal que se producirá en cuanto se comience a levantar de forma escalonada el confinamiento, aplicando medidas que garanticen el derecho a la salud”.
Entre las medidas concretas que proponen Andando y La Zancada para la ciudad de Cádiz está por ejemplo la ampliación temporal o definitivamente de aceras en aquellas calles en las que la anchura no es la adecuada. “Para reducir el riesgo de contagio es imprescindible contar con espacio que permita guardar una distancia de seguridad adecuada (las autoridades sanitarias recomiendan entre 1,5 y 2 metros de separación); suponiendo que una persona requiere entre 0,7 y 0,8 metros para caminar, la anchura mínima para poder hacerlo seguros es de 3 metros”, se defiende. Allí donde no se puede garantizar de otra forma la distancia de seguridad en las aceras, debería autorizarse el uso de la calzada.
También se plantea crear espacios compartidos con prioridad peatonal y máxima velocidad 20 km/h, recurriendo para ello al empleo de la señal S-28 (Zonas 20) y convertir el mayor número posible de calles en espacios sin tráfico a motor, limitando su uso al estrictamente necesario para el acceso a garajes, abastecimiento comercial, traslado de personas con movilidad reducida y seguridad pública, con la velocidad limitada a 10 km/h.
Otra recomendación que hace La Calzada es la del calmado del tráfico. Entiende que el Ayuntamiento debe garantizar que los desplazamientos a pie sean seguros, no solo desde el punto de vista del contagio, sino también de la seguridad vial, “pues se ha observado que la reducción del tráfico motorizado incide en mayores velocidades de los vehículos a motor”; el calmado, al hacer más tranquila y amable la calle, “favorece los desplazamientos activos, el caminar y el desplazamiento en bicicleta”.
Del mismo modo, se propone modificar en favor del peatón los ciclos semafóricos, especialmente en las avenidas longitudinales de extramuros, “para reducir el riesgo de contagio derivado de la concentración de peatones en los pasos de cebra”. Y se considera conveniente reabrir las zonas verdes y los espacios libres de Cádiz (o sea, las playas) “con el fin de aumentar la oferta de espacios urbanos y la distancia de seguridad de las personas que caminan”, ya sea para los desplazamientos como para la actividad recreativa, “fundamental para la salud física y mental de las personas después del largo confinamiento en los hogares”.