En el primer día de la ‘era’ Kichi, en una mañana de domingo de paraguas, el Cádiz se jugaba la ‘vida’. Un partido de vuelta en el Carranza ante el Hércules en el que había que ganar o ganar tras el 2-1 cosechado en el Rico Pérez. Sin festejos previos ni recibimiento alguno programado, los de Barragán afrontaron el choque como si de un partido liguero más se tratara: saliendo a por el gol casi en tromba. Y así, fue. Pero el rival supo contener el impulso inicial y pausar el ritmo, hasta que llegó el momento clave al filo del descanso: el árbitro pitaba un penalti, dudoso, a favor de los amarillos, que Jona no desperdició. En la segunda mitad tocó sufrir, mucho… para que el pase a la última eliminatoria del play off de ascenso supiera mejor. El último obstáculo, el Bilbao Athletic.
Todo o nada, en el primer día post-Teófila, y el primero de la ‘era’ Kichi –el flamante alcalde, viendo el partido con su familia en una esquina de fondo sur, tras presentarse en el palco municipal-. En una mañana de domingo de paraguas y chubasqueros, nubosa y lluviosa, el Cádiz CF se jugaba la ‘vida’, el pasar a la eliminatoria definitiva de la liguilla de ascenso a Segunda. Un partido de vuelta en el Ramón de Carranza ante el Hércules en el que había que ganar o ganar tras el 2-1 cosechado en el Rico Pérez hace una semana. Se palpaba la tensión… Un ambiente sin festejos previos, sin confianzas, poco comparable al frustrante encuentro del Real Oviedo –la consigna era entender el choque como uno más de liga, aunque no lo era, ¿para no amedrantar a los jugadores?-; sin recibimientos, sin lleno –al final, unas 17.000 personas, y unos 200 aficionados alicantinos-… salvo la pancarta desplegada en fondo sur: “cantaremos más, lucharemos más”.
No quedaba otra, salir desde el minuto uno con un objetivo único en mente, el que ha tenido claro este Cádiz de Claudio Barragán durante la campaña regular: el gol, nada de especulaciones. Y en el once inicial, Jona arriba (Airam se quedaba en el banquillo), Kike Márquez y Villar en las bandas, Fran Machado, Juanma Espinosa y Garrido en el centro, con Óscar Rubio, Alberto Prada, Servando y Josete atrás, y Aulestia bajo palos.
Ni se había cumplido el minuto 3, y el portero rival, Chema, ya estaba perdiendo tiempo. Y en el 4 Carranza pedía penalti… el acoso de los amarillos estaba surtiendo efecto, metiendo a la grada en el partido desde pronto. Así, sí. Y con Villar y Kike entonces inspirados, mucho mejor. Pero a medida que avanzaba el reloj, el Hércules trató de parar las embestidas pausando el juego, no dejando pensar y reteniendo el balón. El onubense gozaba de la primera oportunidad de verdadero peligro en el 22, estrellándose la pelota en el cuerpo del guardameta. Empezaba a salir el sol… y se nublaba de nuevo, Chechu en una rápida contra y en un mano a mano con Aulestia la mandaba fuera. Por poco… Poco después respondía Garrido desde fuera del área.
No terminaba de verse claro el camino del gol en todo lo que restaba de primera mitad, hasta que en el mismo minuto 45, Villar colgaba el balón de falta y en el barullo dentro del área, el árbitro veía penalti. Y Jona no fallaba desde los once metros. El “sí se puede, sí se puede” retumbó en el coliseo gaditano bajo la fina lluvia. El pase estaba un pasito más cerca, aunque a nadie se le escapaba que por delante todavía quedaban cuarenta y cinco largos y angustiosos minutos.
Tras unos momentos de pájara desconcertantes al inicio del segundo tiempo y el conjunto de Manuel Herrero tomando la iniciativa, el Cádiz se centraba de nuevo con un disparo con intenciones del sanluqueño Kike Márquez, buscando que los visitantes no se lo creyeran. Y posteriormente con un trallazo de Juanito Villar, desviado. El desorden comenzaba a adueñarse del partido, con el Hércules con prisas y a la desesperada, y los de Barragán tratando de no dar ese peligroso paso atrás.
El mejor Kike dejaba su sitio a Migue García, y Villar marcaba el 2-0… anulado por fuera de juego. Y Fran Machado se retiraba con molestias, y entraba el chileno Nacho Navarrete. Miñano probaba los nervios cadistas desde lejos… Y Rafita desde cerca… El Cádiz reculaba ya casi por inercia, había que salir de esta dinámica pronto. Airam ya estaba en el campo por Jona, y todavía restaban unos diez minutos de incertidumbre nada saludable, y otro chaparrón, este con ganas.
Y en el caos total de los últimos instantes, bajo una intensa lluvia, por centímetros no se cuela el gol de los alicantinos, por parte de Portillo. Pasado el 45 en el marcador electrónica –ya lo hay, algo ridículo, en los bajos de preferencia-, explotaba la afición con un “¡vamos Cádiz…!” atronador. Todavía faltaba la tangana de propina, con Chema en medio. Y el 2-0 que casi le pone la guinda a una fiesta, mojada, que ya lo era, rescatando parte del gradería el “puede ser mi gran noche” de Raphael, esta vez sí: de forma espontánea, nada programado.
EL BILBAO ATHLETIC, EN EL ÚLTIMO ESCALÓN
Sí se puede… pero todavía quedan 180 minutos de igual o más sufrimiento ante el próximo y último rival antes de celebrar ese ansiado ascenso a Segunda división: el Bilbao Athletic, filial del Athletic Club. Los canteranos en esta segunda ronda han superado al UCAM Murcia. La victoria 1-0 lograda en su casa y 1-1 en campo rival le han bastado.
Ya hay fechas y horarios para los dos partidos ante los ‘cachorros’ entrenados por Cuco Ziganda. La ida se jugará el sábado 20 a las 18 horas en San Mamés, y la vuelta en el Ramón de Carranza de nuevo en horario ‘talismán’ de mañana, a las 12 horas del domingo 28 de junio.
Las entradas para ese Cádiz-Athletic B se comenzarán a vender desde este mismo lunes 15 de junio en las taquillas del estadio, según informan desde el club en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Los abonados de nuevo deberán pagar 5 euros en cualquier grada, y se les reserva su localidad y precio especial hasta el jueves 25. El viernes 26 esos asientos saldrían a la venta a precio normal. Asimismo, existe una promoción para acompañantes de abonados: cada poseedor del carné de la temporada podrá adquirir un máximo de dos entradas a 10 euros cada una a elegir entre las gradas de preferencia y tribuna alta. En total, 3.000 entradas forman parte de esta promoción. Y los no abonados, deberán pagar algo más que en este partido del Hércules, pero todavía un poco menos que en el primero de la liguilla ante el Oviedo: los fondos costarán 20 euros, preferencia 25, tribuna alta 30, y tribuna baja 35 euros.
Las FOTOS del Cádiz-Hércules, AQUÍ
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