El Cádiz sucumbió en el Pizjuán. Nunca propuso nada y fue muy inferior a un Sevilla en descenso. Otra vez, la segunda parte de los amarillos fue más deficiente que la primera, los cambios ofrecieron más problemas que soluciones y el partido se decidió por un penalti delatado por el VAR tras mano de Alejo.
JORNADA 18. Crucial partido en el Sánchez Pizjuán en la noche del sábado, donde el Cádiz se enfrentó a un Sevilla inesperadamente metido a estas alturas de la temporada en la lucha por evitar el descenso. Desde aquí podemos darles muchos consejos sobre eso, pero al final tendrán que aprender por sí solos. Nosotros aquí tenemos ya bastante con lo nuestro encima.
Saltaron los de Sergio González al verde con las novedades en el once de Momo en el centro de la defensa sustituyendo a Fali y Bongonda cogiendo la plaza de San Emeterio, lo que provocó que Álex pasara al centro del campo y Sobrino abandonara la banda que habitualmente llevaba habitando para hacer de segundo punta y acompañar al Choco. El resto era la alineación esperada, teniendo en cuenta la chirigota de suplentes que el equipo amarillo va paseando por los banquillos de España.
El encuentro comenzó con los locales jugando con cierta eficiencia y mostrando peligro y actitud en sus acciones, aunque no demasiado acierto. El Cádiz se posicionaba con el culo de Momo casi dentro de la portería, y se limitaba a ir achicando agua sin intentar nada parecido a la posesión del balón ni tampoco mostrar capacidad de sorprender a la contra. Pero la realidad es que quitando un par de centros donde titubeó la defensa o que Ledesma agarró con autoridad, a eso del minuto 20 el partido era un aburrimiento donde los de casa movían la pelotita y el Cádiz la miraba cómodamente sin que nada reseñable ocurriera. Incluso con un tiro lejano de Lozano, los gaditanos hicieron acto de presencia en ataque. La réplica de los locales llegó en el 29, donde Conan se lució ante Lamela, tras un rápido ataque provocado por un fallo clamoroso de Alcaraz, que inició con su pase a un rival la jugada para los sevillistas.
Los blancos entonces metieron un poco más de intensidad a su juego, y cercaron levemente la portería del argentino, sobre todo a base de balones parados. En una de estas faltas Espino recibió una merecida tarjeta por agarrar a Oliver Torres cuando se iba colando dentro del área amarilla. El equipo estaba aceptable, pero tampoco mostraba la seriedad que lució en Valencia. Aun así, en el 42 Ocampo intentó otro de sus tiros cruzados desde fuera del área lo que nos permitió volver a ver las procelosas cejas de Bono en las pantallas de los televisores. También antes de acabar la primera parte, Sobrino recibió otra tarjeta amarilla por protestar una decisión del colegiado.
Aunque la sensación nunca era de peligro inminente, sí que era de un constante suplicio esperando el posible acierto local o el tradicional fallo defensivo cadista. Y este desajuste llegó en el 45, donde Lamela anotó un gol que nuestro querido VAR anuló por un kafkiano fuera de juego posicional para alegría de los amarillos. No es extraño relacionar esta decisión del sistema de vídeo-arbitraje con la de la semana pasada contra el Elche. ¿Han sido las protestas de Vizcaíno fructíferas? Si es así, ¿no es esto un cachondeo? En definitiva, al acabar la primera parte el resultado era el mismo que al principio tras tres cuartos de hora de mucho correr pero poco jugar por parte de los dos equipos.
PENALTI DE ALEJO Y EXPULSIÓN
Comenzó la segunda parte con el mismo decorado y con un paradón de Ledesma a un disparo de Rakitic tras una pérdida injustificable de Brian Ocampo. El portero argentino podrá seguir siendo el que más paradas hace de Europa, pero detrás de esta estadística lo que hay es que el Cádiz también sea posiblemente uno de los equipos que más disparos recibe, y esa también fue la tónica mientras iba transcurriendo el encuentro con los visitantes cada vez más atrás y salvando de milagro Iza el 1-0 en la línea en el 67 y de nuevo Conan despejando un chut de Rakitic en el minuto siguiente.
Reaccionó ahí Sergio sacando a Youba Diarra y a Alejo por Ocampo, que estuvo voluntarioso pero muy fallón en las zonas cercanas al área propia, y Bongonda, que llevó un elaborado peinado, siendo esta su mejor virtud sobre el campo. Más tarde Sobrino, tan inexplicable como siempre, dejó su sitio a Arzamendia, mientras el Sevilla continuaba su monólogo hasta la gran traca final.
En el 86, el VAR volvió a ser esquivo a los intereses amarillos y decretaba un penalti por manos dentro del área de Iván Alejo, así como su expulsión. La acción del jugador pucelano es tan clara como injustificable, sabiendo él mismo las consecuencias que comporta. Lo mejor es que su roja evitará su presencia en el próximo encuentro. Rakitic no falló, y así que a cinco minutos del final, el Cádiz se veía con diez y perdiendo. Intentaron un par de balonazos en largo, pero sin fruto.
UN EQUIPO COGIDO CON HILOS
El Cádiz volvió a demostrar lo que es este año: un equipo cogido con hilitos que siempre está más cerca de la debacle que de algo positivo. Entre los titulares, ocho o nueve jugadores serían suplentes en cualquier otro equipo de Primera división, y los cambios son siempre para empeorar. El verdadero milagro sería que Sergio fuera capaz de sacar algo de jugadores tan denostados como Arzamendia, Bongonda, Alejo, Youba, o Álvaro Giménez.
Y es verdad que está consiguiendo unos resultados más o menos aceptables, es la tercera derrota después del horroroso inicio de cinco partidos perdidos, pero empiezan a ser necesarias las victorias para que el equipo no se vea abocado a llegar al final de la temporada con muy pocas opciones de conseguir la permanencia.
La otra lectura es que si el equipo con esta plantilla no está muy lejos de la salvación, los dirigentes desde el palco podrán seguir pensando que no hay tanta urgencia para sacar la cartera y traer refuerzos de garantías. Y ahí está el verdadero mal del equipo. Esta plantilla es voluntariosa y luchadora, pero no da para más. Y si no hay fichajes, poco a poco nos iremos estancando en la cola de la clasificación, y el año que viene nos veremos alegremente por los campos de Segunda, sin Ledesma y con Bongonda de titular. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTO: Cádiz CF