JORNADA 6. “Vamos a intentar ganar al Madrid, no a pedirles la camiseta”. Con estas palabras de Álvaro Cervera en la previa se presentaba el Cádiz este sábado en la capital del país medio-confinada para disputar uno de los choques señalados en el candelario. Tras el parón por partidos de selecciones, y el cierre efectivo del mercado de fichajes, los de amarillo volvían a la competición visitando al vigente campeón de LaLiga y actual líder, con el reto, casi imposible a priori, de arañar puntos en la casa pequeña de los de Zidane, en Valdebebas.
“Creo que al Madrid se le puede ganar, pero no siendo mejores que ellos. Sin ser mejor se le puede ganar. Vamos a intentar poner en juego nuestra forma de jugar y sacar el máximo rendimiento. Hay que intentar que no estén cómodos”, planteaba Cervera en la rueda de prensa pre-partido, dejando claro que aunque sea bonito eso de jugar contra “los mejores”, al final son tres sólo puntos más. Pero ¡qué tres puntazos!
Para darle el susto a los merengues (vestidos de rosa), el once inicial cadista lo conformaron: Ledesma, bajo palos; Akapo, Pacha Espino, Fali y Juan Cala, en la defensa; José Mari y Jonsson, en el centro del campo, con Álex Fernández más adelantado; y arriba, Salvi, Choco Lozano y Negredo.
Y hubo susto, y gordo: los de Cervera completaban una primera mitad soñada ante un Madrid decepcionante (por méritos del rival, que no se le olvide a la prensa nacional-de-Madrid). Cualquier ajeno al fútbol podría pensar que el equipo recién ascendido no era precisamente el de amarillo. Un gran Cádiz superior en disposición, lucha y actitud, se fue al descanso 0-1, pero con la sensación de haber perdonado, de que debería haber subido algún gol más, y con justicia.
De hecho, la tromba gaditana se vivía desde nada más arrancar el choque, y en el minuto 1 Sergio Ramos se veía forzado a sacar en línea de gol el disparo de Negredo; en el 7, Courtois salvaba el disparo de Choco; en el 13, de nuevo Álvaro Negredo ponía en aprietos cabeceando una asistencia de Salvi, y en la siguiente, Cala era el que probaba con un fuerte disparo… Y tanto va el cántaro a la fuente, que en el 15 ya no perdonó el hondureño tras una dejada del otro punta, marcando el 0-1 en el marcador del Alfredo Di Stéfano, dejando con carita de circunstancias a los madridistas.
Los de Zidane (Modric, Kroos, Isco, Lucas Vázquez, Vinicius, Benzema…), sin ideas, se dedicaban a marear la pelota y apenas llegaban a inquietar a Jeremías Ledesma (un par de tiros lejanos de Kroos y un remate de Varane en un córner), y el Cádiz todavía gozaba antes del ecuador de dos oportunidades: un lanzamiento por bajo del Choco repelido por el portero, y un cabezazo de Juan Cala por encima del larguero.
EL MADRID CAMBIA MEDIO EQUIPO
La segunda parte comenzaba con cambios: Malbasic entraba por Lozano (con molestias en la espalda tras una acción con Ramos), y en el otro campo, cuatro movimientos de una vez (lo que evidenciaba sus tristes primeros 45 minutos): Modric, Sergio Ramos, Lucas Vázquez e Isco se quedaban en la grada y tenían su oportunidad Casemiro, Valverde, Asensio y Militao.
Los de rosa, densos y lentos, tomaban el control descarado de la pelota y metían al Cádiz en su área, pero sin saber cómo penetrar; y con este escenario, de cuando en cuando, los visitantes corrían hacia arriba buscando una contra letal: así, en el minuto 56, un cabezazo de Negredo a centro de Pacha se marchaba desviado. Y hasta el 66, no tenían los del Florentino Pérez la primera oportunidad más o menos seria de este periodo, un remante desviado de Vinicius.
A quince del final reglamentario, Garrido sustituía al roteño, y aportaba músculo y aire atrás a los de Cervera frente a un Madrid entrando ya en fase de desesperación. En el 79, el recién incorporado Jovic marcaba en fuera de juego, y en la siguiente, Benzema la estrellaba en el larguero. Tocaba sufrir, de verdad, con los tres últimos cambios ya sobre el verde: Álvaro Giménez por Negredo, Jairo (iniciando su segunda etapa de amarillo) por Álex y Augusto por Jonsson. Pero, al final, ni en los tres minutos de añadido, el líder pudo meterle mano a la defensa gaditana.
Se confirmaba así la primera victoria cadista, en casa del todopoderoso Real Madrid, en sus 110 años de historia y sus 13 temporadas en Primera. El abrazo entre un Cervera eufórico y José Mari tras el pitido del árbitro lo decía todo. Pero este resultado además supone la tercera victoria a domicilio (pleno, tres de tres) del Cádiz, que circunstancialmente se aúpa a lo más alto de la tabla con 10 puntos en seis jornadas.
Con todo, el técnico, admitiendo la felicidad de todos (“este momento lo recordaré siempre”) pues “no se gana todos los días al Real Madrid; hemos ganado porque hemos defendido bien, ya que hemos atacado mal, hemos fallado ocasiones”, tras el choque lanzaba su habitual baño de realidad al cadismo: queda mucho para lograr la permanencia, “y eso será difícil”. Eso sí, hasta el momento, este Cádiz (con el bloque de Segunda) se sigue ganando un voto de confianza. DIARIO Bahía de Cádiz