Autonomía Obrera y CGT denunciaban a mediados del mes de julio continuos incidentes eléctricos en el servicio de cocina del hospital gaditano, y el “miedo y angustia” de la plantilla. Pero los responsables no parecen tomarse “con la necesaria trascendencia” la situación. Este miércoles otra trabajadora ha acabado atendida en Urgencias tras una nueva descarga.
“Resulta inhumano, injusto y salvaje que, en pleno siglo XXI y en el principal hospital del SAS de la provincia de Cádiz, el Puerta del Mar, los trabajadores de su servicio de cocina tengan que seguir acudiendo diariamente a sus puestos de trabajo con miedo”. Lo vuelven a denunciar desde Autonomía Obrera y CGT, después de que este mismo miércoles una cocinera haya recibido otra descarga eléctrica, teniendo que ser atendida por Urgencias.
Para ambas secciones sindicales, “quienes sean los responsables de esa inaceptable situación de angustia y sufrimiento no merecen ocupar cargo alguno en cualquier centro público”. Y es que ya se alertaba a mediados de julio de los diversos incidentes que se están repitiendo en estas instalaciones al tocar cualquier aparato o encender los fuegos, con el agravante de que la Junta de Andalucía vendió hace dos años una inversión de 300.000 euros para modernizarlas; pero se trató sólo de “un lavado de cara” que no llegó a reemplazar maquinaria, ni a mejorar la instalación eléctrica.
“el problema no se arregla revisando y parcheando aparatos con más de 25 años muchos de ellos, sino renovando totalmente y de forma inmediata todos”
“Consideramos una absoluta vergüenza que después de la última denuncia aún persistan a fecha de hoy irregularidades tan brutales, y que desde la dirección de Servicios Generales sigan sin tomarse -según CGT y AO- con la necesaria trascendencia y rigor el grave problema de la instalación eléctrica general del servicio de cocina, que no se arregla revisando y parcheando aparatos con más de 25 años muchos de ellos, sino renovando totalmente y de forma inmediata todos, así como las conducciones eléctricas básicas”.
En este punto, en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, se insiste en exigir, “aún con más fuerza”, la dimisión inmediata del director y del subdirector de Servicios Generales del hospital gaditano “por su manifiesta falta de diligencia y eficacia en el abordaje del grave problema existente en cocina”.
Y en vista del importante número de accidentes eléctricos que tienen como elemento común la cinta de emplatado número 1, se pide “la paralización inmediata de la misma y que, mientras se gestiona su sustitución completa por otra nueva, se proceda a la corrección íntegra y urgente de todos los importantes defectos eléctricos que presenta”.
EL ÚLTIMO ACCIDENTE
El accidente sufrido este 3 de agosto por una trabajadora del servicio resulta muy similar al padecido por otra compañera el pasado 4 de julio, sucediendo en esa misma cinta de emplatado. Una cinta que “presenta en su interior cables sin protección y cajas de conexiones sin aislamiento suficiente”.
La operaria sufría una descarga sobre las 8.30 horas cuando procedía a enchufar un carro (baño maría) en dicha cita de emplatado. “La descarga la empujó varios metros, dejándola conmocionada, dolorida y sumida en un notable estado de ansiedad”, se relata. Tras acudir al servicio de Urgencias del propio centro, ha sido derivada al alta con diagnóstico de “descarga eléctrica en miembro superior derecho”; así mismo, se le emitió certificado de accidente de trabajo (CATI) y se le tramitó parte al juzgado de guardia para la comunicación de asistencia sanitaria por lesiones.
Pero no sólo hay problemas con esa cinta de emplatado; el carro o baño maría presenta la chapa inferior desprendida y oxidada, un cuadro eléctrico sin aislamiento apenas en sus bordes laterales y una clavija de conexión sin protección, detallan los sindicatos aportando fotos. “Para colmo, y como ya sucedió con casi todas las electrocuciones anteriores, tampoco en esta ocasión saltó el diferencial de corriente que pudiese haber evitado la descarga eléctrica sufrida por la trabajadora”, se apostilla.