CRÍTICA. Inmediatamente después del concierto sabatino de Merche Corisco y su grupo, el pasado 12 de julio, escuché sus canciones, sobre todos los que contiene su última producción musical: La musa difusa. La audición me reportó agradables evocaciones y satisfacción, pero mucho menos que el delirante concierto vivido en ‘Las Lunas de Astarté’. Bajo la luna, en el templo gaditano dedicado a la diosa Astarté tuvimos una sesión de positivismo al máximo, además de disfrutar con la música de Corisco y sus canciones, de inspiración optimusic.
Optimusic -humor, color, optimismo, música- es el estilo de canciones que inspira la musa creativa en Merche Corisco. Ella es la autora del término: “Optimusic es música para bailar, compartir, disfrutar… No se trata de obviar lo que está pasando a nuestro alrededor, desahuciados, gente sin que comer buscando en las basuras cuando se tira de comida en los supermercados, violaciones a menores a mujeres que no tienen ni derecho a expresarse, guerras, corrupción, payasos enamorados de billetes robando a quienes más lo necesitan… todo eso y muchas más cosas a las que no quiero ahora dedicar ninguna canción”, dijo en una entrevista.
Y en cada canción Merche Corisco, magníficamente arropadas por sus músicos, lanzaron sus reflexiones con mensaje, hubo muchos, en un estilo ecléctico a camino de todo: pop, soul, jazz, rap, funk, tradicional… y lo que haga falta para levantar conciencias, que no se contradice con disfrutar de la música y de la vida.
La voz de Corisco tiene más cuerpo que antes, aunque sigue con una tesitura estrecha, tiene carácter. Su tímbrica a medio camino entre la insuperable Joplin cuando se arranca en melismas de vibrante soul, y la de Burton Cummings, salven la diferencia de género, con un delicioso vibrato cuando se recrea y estira las melodías. Una voz personal y un estilo propio, también su grupo, que en directo gana muchos enteros. Sobre todo porque van más allá de la música, hacen pasar un buen rato, contagian alegría y buen humor, de forma que el tiempo pasa sin sentirse, y los aplausos van en aumento, porque el público comprende cada vez mejor por qué su música y, con ellos, también flipa en colores.
Amor, al grito de ¡viva la creatividad! fue la canción de inicio por un vuelo libre y alegre. Canciones a las noches de fiesta con amigos, a la libertad, a los que luchan por la tierra, al amor. Un corto repertorio que se multiplicó en el tiempo, como los aplausos de los asistentes dispuestos a llenar de calor el auditorio. Los bises volaronn aún a mayor altura: De sol a sol, dedicada a Cádiz y donde el público participó simulando el ruido de las olas, y Chocolate, una canción emblemática, terriblemente estimulante, con la que finalizaron su delirante concierto.
Cádiz es luz, alegría, optimismo, creatividad, y aquí hay “muxo arte”… la Alegría es contagiosa, afirma Merche Corisco. En ‘Las Lunas de Astarté’, Merche fue mucho Cádiz.
FICHA DEL CONCIERTO:
Las Lunas de Astarté. III Ciclo Músicas del Sur
Merche Corisco, voz y autoría. Toni Mora, guitarra eléctrica. Javier Bermúdez, bajo eléctrico y trombón. David León, batería. Programa: Amor / Felicidad / Aún /Entre el mañana y el ayer / Gree-Peace / Oasis / Nada en los bolsillos / Lo flipo en colores / Lejos / De sol a sol / Chocolate.
Lugar y día: Castillo de Santa Catalina de Cádiz, 12 de julio de 2014. Asistencia: un cuarto de aforo.