A finales de diciembre de 2022 daban inicio formalmente los trabajos para la construcción de las 16 viviendas protegidas en alquiler en el número 11 de la calle Santiago, en el casco histórico de Cádiz, un proyecto pendiente desde la expropiación de la finca en el año 2007. Obra adjudicada, en el tercer intento, tras dos licitaciones desiertas, a Construcciones Yatécnicas por más de 1,6 millones de euros y un plazo de 24 meses. Actualmente, siete meses después, la actuación “que tiene bastante complejidad”, se encuentra al 15% de su ejecución.
El proyecto, impulsado desde la empresa municipal de vivienda, Procasa, se asienta en una parcela de 456 metros cuadrados resultante de la demolición de la finca que había en ese lugar y de un trozo de finca de la calle Barrocal.
Se levantarán un local comercial y 16 viviendas protegidas, siete de ellas de tres dormitorios y nueve de dos dormitorios. De ellas, dos reservadas para personas con movilidad reducida y tres para mayores de 65 años con problemas de movilidad.
En principio, el Ayuntamiento asumía con fondos propios la mayor parte del presupuesto de estos trabajos, contando además con dos subvenciones aprobadas, una de ellas del Estado por casi 365.000 euros y otra de la Junta de Andalucía de 240.000 euros. Pero tras solicitarlo el anterior equipo de Gobierno liderado por José María González ‘Kichi’, ahora se sabe que ya se cuenta con el informe favorable de la administración autonómica para otra ayuda de 711.000 euros con cargo a los fondos europeos Next Generation.
Tras el reciente cambio de Gobierno local, de uno de izquierdas a otro de derechas, la nueva concejala de Vivienda, Ana Sanjuán (también flamante presidenta de Procasa), acompañada de técnicos, ha visitado ya los trabajos, según se señala en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
“SE ACABARÁ CON UN PROBLEMA QUE LLEVABA CASI DOS DÉCADAS SIN RESOLVER EN PLENO CASCO HISTÓRICO”
La ejecución de la estructura de hormigón del nuevo edificio tiene la complejidad de tener que realizarse sin desmontar la estructura metálica existente, que solo se eliminará cuando esté finalizada dicha estructura y acodalados todos los edificios medianeros.
Esa estructura se tuvo que poner cuando se produjo el derrumbe en 2004 para evitar que las fincas anexas sufrieran también daños.
Sanjuán ha podido comprobar que el ritmo de la obra está cumpliendo los plazos y ha asegurado que una vez que se entreguen las llaves en alrededor de año y medio, “se habrá acabado con un problema que llevaba casi dos décadas sin resolver en pleno casco histórico”. Además de poner un grano de arena en la solución de este asunto, “supone la entrada de nuevos inquilinos que ayudarán a darle más vida a las zonas en las que habitan”. Todos los adjudicatarios saldrán del Registro de Demandantes de Vivienda Protegida de Cádiz.
Esta parcela de la calle Santiago lleva abandonada prácticamente desde principios del año 2000. Durante las obras de construcción de una promoción privada, allá por 2004, se produjeron hundimientos en fincas vecinas. Se paralizaron y el promotor detuvo sus pretensiones. El Consistorio se vio obligado a expropiar el solar en 2007, reforzó la estructura de la fachada y apuntaló todo el interior para evitar derrumbes y daños mayores en el vecindario, además de tapar el boquete que se abrió para la construcción de un aparcamiento subterráneo. Y desde entonces, se estaba a la espera de levantar las nuevas viviendas, ya como promoción pública. Una operación que logró sacar adelante el anterior Ejecutivo de Adelante Cádiz.