JORNADA 38. LaLiga en Primera división cerraba este primer domingo de junio la temporada 2022/2023, marcada por las semanas de competición doméstica interrumpida por el Mundial de Qatar.
Cádiz llegaba a esta noche de transistores con la renovada fuente de las Puertas de Tierra vallada (por si acaso), y su Cádiz afrontaba el último examen con casi todos los deberes hechos; según los amantes de las estadísticas con cerca del 99% de probabilidades de aprobar el curso. Pero ya se sabe que a este equipo parece motivarle sufrir y ningún cadista quería cantar victoria hasta el pitido final en el Martínez Valero, frente a un Elche anfitrión colista y descendido desde hace semanas, mas con intenciones de no ponérselo fácil al rival.
Sin mirar al resto de equipos que a partir de las nueve de la noche se jugaban la vida en la zona baja de la tabla (Valladolid, Celta, Almería, Valencia y Getafe), los de amarillo dependiendo de sí mismos se salvaban con al menos un punto. Pero Sergio González era claro en la rueda de prensa previa “tenemos que ir a por los tres puntos. Vamos con la idea de conseguir la victoria, hemos preparado el partido como lo que es, jugándonos la permanencia. Lo mínimo que podemos hacer es dejarnos la vida por la afición, y por el objetivo. Ya el balance de la temporada lo haremos después”.
En este último duelo de la campaña, el once cadista lo conformaban: Ledesma, bajo palos; Iza Carcelén, Pacha Espino, Luis Hernández y Meré, en defensa; San Emeterio y Escalante, en la media, con Bongonda y Sobrino en los extremos; y Sergi Guardiola y Choco Lozano en la delantera.
El choque comenzaba abierto, con los de casa algo más activos arriba, pero el Cádiz no le temblaban las piernas y encima tenía la fortuna de marcar temprano para tranquilizar al cadismo, y a esos alrededor de 800 aficionados gaditanos desplazados a Alicante. En el minuto 9, en una falta lateral, el portuense Iza (que podría estar jugando su último partido con la elástica amarilla), la estrellaba en el poste, y el rechace lo buscaba Fede San Emeterio para pegarle con todas sus ganas y encontrarse a Escalante por el camino. El 0-1 subía al marcador.
Aunque no todo iba a ser tan bonito: el Elche igualaba el resultado en el 25, con un trallazo de Tete Morente, minutos después era anulado por el VAR por fuera de juego. Una acción de aviso para los visitantes en un encuentro donde imperaba el desorden.
Así, un error de Meré casi lo aprovecha Boyé para marcar; la asistencia de Bongonda tras un carrerón la mandaba a las nubes el Choco; y en el 36, volvía a hacer el 1-1 el conjunto ilicitano, un cabezazo imparable Nteka, que anulaba otra vez el videoarbitraje. Ya en el descuento, el meta argentino evitaba el gol de cabeza de Tete. A estas alturas, el Real Valladolid seguía asentado en esa plaza de descenso a Segunda en liza.
EL ELCHE ACHUCHA
Como acabó el primer tiempo empezaba el segundo: el Elche sin nada que perder ni ganar al ataque con soltura, acercándose al 1-1 con un Nteka crecido y un remate malo de Tete. Los de Sergio González tenían que empezar a tener algo la pelota y a pausar el ímpetu del colista, para no terminar angustiados más de la cuenta; y sobre todo, a mostrar más intensidad y concentración.
Roger Martí, ex del Elche, saltaba al verde por Sergi Guardiola; y poco después, Fali y Alejo se incorporaban por el Choco y Bongonda. El choque se enfriaba un poco en las áreas y hasta el 70 no pasó casi nada. Un minuto antes, los gaditanos estaban cerca de ampliar la ventaja, con un cabezazo de Roger en el área pequeña en una acción puntual a partir de un saque de banda a la olla de Luis Hernández. Y en la réplica, Lucas Boyé muy solo, y también de cabeza, no fallaba. Ahora sí llegaba la igualada en el marcador.
Con ese 1-1, los entrenados por Sebastián Beccacece no pisaban el freno y seguían merodeando el campo amarillo. Y Sergio movía el banquillo por última vez, sacando a Escalante y San Emeterio y dando entrada a José Mari y Momo.
El Cádiz pasaba a jugar con cuatro centrales en el campo, el partido se embarullaba, y se decretaban cinco minutos de tiempo extra. Pere Milla daba el susto con un potente remate que se iba por arriba, y poco más. El árbitro pitaba y sin mirar otros campos (el Real Valladolid, al final, cae a Segunda junto a Espanyol y los franjiverdes), los amarillos confirmaban la currada salvación, increíble si se atiende a cómo empezó este curso. Y explotaba la fiesta, por fin.
MADURANDO EN PRIMERA PESE A UN MAL INICIO QUE LASTRA TODA LA TEMPORADA
En definitiva: el Cádiz de Manolo Vizcaíno, con Sergio González de míster la campaña completa (y reivindicándose junto a su cuerpo técnico, porque le han vuelto a sacar todo el jugo posible y más a un plantel limitadito…), se consolida en la elite por cuarta temporada consecutiva, y eso que tras aquel inicio liguero desastroso, acumulando cinco derrotas y sensaciones espantosas, pocos confiaban en la plantilla resultante tras el verano; reforzada en el mercado invernal con algo de más acierto, sobre todo la incorporación de Escalante, y la adaptación progresiva de dos hombres que deben ser todavía más decisivos, Ocampo y Bongonda, más allá de un Conan Ledesma salvador.
Con la competición avanzada y pese a la falta de gol preocupante y las recurrentes lesiones, se logró competir casi contra cualquier rival (exceptuando algunos ridículos como visitante), se sufrieron arbitrajes y chivatazos del VAR polémicos, y se supo enchufar al cadismo para convertir el Nuevo Mirandilla en un verdadero fortín (y una fiesta cada domingo).
Es verdad que este Cádiz no puede al final igualar los 44 puntos cosechados en la campaña del regreso a Primera con don Álvaro Cervera en el banquillo., pero es lo de menos. Se queda en decimocuarta posición en la clasificación con 42 puntos, con 10 partidos ganados, 12 empatados y 16 perdidos, sumando 30 goles a favor y 53 en contra. Y a partir de agosto, más… DIARIO Bahía de Cádiz