El Grupo Joly, que este 2017 está celebrando los 150 años de su cabecera matriz, Diario de Cádiz, sigue siendo noticia –aunque lo esconda entre sus páginas- por otras cuestiones. Si en pleno verano decidió cerrar Ingrasa, su planta de impresión en Puerto Real, y subcontratar estas labores a una empresa en Sevilla -dejando en la calle a una treintena de personas-, ahora se conoce, por medio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC), que ha recortado un poco más sus plantillas: en concreto, ha despedido a once profesionales en la provincia gaditana, ocho en Europa Sur y tres de la empresa Federico Joly que presta servicios a Diario de Cádiz y al resto de cabeceras del grupo. En su mayoría son periodistas, pero también comerciales, administrativos y otros puestos.
La APC muestra su rechazo a esta decisión -rechazo que también ha trasladado la Asociación de la Prensa de Jerez- y lamenta lo que llama “nuevo golpe al periodismo local”. No sólo por lo que afecta a los compañeros que deben dejar su puesto de trabajo, “sino porque pone de relieve una necesaria reflexión sobre el modelo de negocio de los medios de comunicación”. El decano de la prensa gaditana ya sufrió una veintena de despidos en 2012, sumados a los de otros periódicos en Andalucía de este grupo editorial.
El continuo adelgazamiento de las redacciones locales acaba con su principal fortaleza: la cercanía. “Los medios que no cuentan con profesionales para contar lo que ocurre en su área de influencia corren el riesgo de perder este contacto con su entorno, y dejar de ser un referente para la ciudadanía”, argumentan desde la asociación de periodistas en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Así, una vez más, la APC pide a los responsables de estas decisiones que “recapaciten sobre sus consecuencias”. El mantenimiento de redacciones fuertes y dotadas, agrega, “supone una mayor capacidad de posicionamiento y creemos que a la larga es el mejor modo de asegurar la viabilidad de las empresas de comunicación”.
Por último, se desea a los últimos compañeros afectados por estos “ajustes” la “mejor suerte” para afrontar su nueva etapa profesional y personal.
EL COLEGIO DE PERIODISTAS PIDE A LA JUNTA QUE “ACTÚE”
Por su parte, el Colegio de Periodistas de Andalucía, (CPPA), que también ha expresado su “más rotundo rechazo” a los nuevos despidos en el Grupo Joly –que también afectan al periódico que tiene en Córdoba-, manifiesta que “está claro que esta empresa está desmantelando sus cabeceras comarcales, sin atender a más criterios que engordar sus beneficios económicos”.
“Informamos sobre manifestaciones laborales a diario, mientras las nuestras no ocupan ni una línea en ningún periódico”, se queja el Colegio, aunque obviamente sí es noticia en algunos medios –como este mismo-. Por ese motivo, la organización profesional cree que ha llegado el momento de que las administraciones comiencen una “campaña de vigilancia” para “evitar que continúe la sangría de empleos”.
De este modo, reclama a la Junta de Andalucía que actúe y trasladará la situación a la comisión de seguimiento para la incorporación de cláusulas sociales y medioambientales en la contratación de la administración andaluza para que revise los contratos de publicidad en relación a los medios que han despedido profesionales desde la aprobación del acuerdo de Consejo de Gobierno.
En 2017, la consejería de Presidencia de la Junta ha adjudicado dos contratos de publicidad en medios por más de 3,3 millones de euros, “de los cuales, es probable, que parte se invierta en empresas del Grupo Joly u otras que durante este ejercicio hayan llevado a cabo despidos o reestructuraciones de plantilla”. Por ello, reclama el Colegio, “las administraciones no pueden seguir indiferentes ante el despido de miles de personas”.