Las personas que conforman la candidatura que concurre a las elecciones municipales de mayo por parte de la confluencia de Adelante Cádiz (la unión de Podemos, Ganar Cádiz en Común e IU) han renovado ante notario su compromiso “de transparencia y no profesionalización de la vida política” con la firma de su propio código ético.
Una de las partes de la flamante coalición, la agrupación de electores Por Cádiz sí se puede (ahora ya como Podemos) liderada por el actual alcalde de la capital, José María González ‘Kichi’, ya rubricó un documento muy similar en la antesala de los comicios de 2015.
Este documento, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, ha sido elaborado de manera conjunta entre las formaciones que componen la confluencia Adelante Cádiz, y recoge un código de prácticas y acciones concretas para las personas candidatas, o que puedan ocupar cargos electos, o que a posteriori desempeñen funciones como personal eventual, o cualquier otra persona que desempeñe algún cargo a propuesta de esta coalición.
Entre ellos, se incluyen apartados sobre el compromiso para la democratización de la representación política, fiscalización y rendición de cuentas, una financiación transparente y gestión adecuada de los recursos, la no profesionalización de la política, supresión de privilegios y medidas contra la corrupción.
Estas personas deberán cumplir este código, “para asegurar una política comprometida y cercana a la ciudadanía”, con mecanismos eficaces de transparencia en la financiación y rendición de cuentas, que sean democráticos y populares, y con espacios reales de participación y decisión de la ciudadanía en los asuntos públicos.
De este modo, las personas que forman parte de Adelante Cádiz, y particularmente las que ocupen cargos públicos en su representación, “se comprometen a impulsar los instrumentos y mecanismos legales necesarios para que estos principios éticos se conviertan en norma obligatoria para todas las personas de la administración municipal”.
Como compromisos genéricos, todos los miembros de la confluencia gaditana se comprometen a defender la aplicación de: la Declaración Universal de los Derechos Humanos en los ámbitos social, político e institucional; la Declaración Universal de la Diversidad Cultural; la Declaración de los Derechos de los Animales; la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias; y la Carta de la Tierra; y además, a promover y defender: la igualdad de género, la laicidad y el respeto al medio ambiente.
Entre los puntos relevantes, los miembros de la lista electoral se auto-comprometen a aceptar la reprobación (y revocación, en su caso) de sus posibles cargos por mala gestión o por incumplimiento flagrante y no justificado del programa; además, para evitar las “puertas giratorias” (salvo el caso de funcionarios municipales) no podrán acceder a “cargos remunerados de responsabilidad en entidades jurídicas creadas, reguladas, supervisadas o que hayan sido adjudicatarias de un contrato municipal, una subvención o un convenio, dentro del ámbito y/o sector donde ha desarrollado su función representativa”; no aceptarán en ningún caso, regalos ni privilegios que se les puedan ofrecer por su condición y que puedan significar un trato de favor; y los cargos electos recibirán una retribución “adecuada a su trabajo”, con un máximo “que en ningún caso ha de superar los emolumentos netos percibidos actualmente”, con las actualizaciones que se establezcan para los funcionarios en los Presupuestos Generales del Estado (además, en el caso de recibir dietas por viajes fuera de Cádiz, deberán justificarlas). En el presente mandato, el alcalde morado que ha estado cobrando de la Diputación, al ser diputado provincial, de ese salario de más de 3.000 euros se ha quedado unos 1.900 euros (lo mismo que cobraba siendo profesor) y ha donado mensualmente el ‘sobrante’ a diferentes colectivos, asociaciones y causas sociales.
También se refleja en este código ético la limitación de mandatos a dos consecutivos, sea en el gobierno o en la oposición, “excepcionalmente prorrogable a un mandato más siempre que se dé un proceso de discusión y validación orgánica”. En el caso de que González Santos repitiera como primer edil, este sería su último mandato, salvo que se apelara a esa ‘excepcionalidad’.
Se habla igualmente de: facilitar la conciliación entre la vida laboral, familiar y la política “y desarrollar mecanismos para su efectivo cumplimiento”; de promover en el ámbito municipal un servicio civil “basado en el mérito y la igualdad de oportunidades, eliminando el enchufismo y el nepotismo”; y del compromiso a la renuncia o cese de forma inmediata de todos los cargos, ante diferentes condenas (por delitos relacionados con corrupción, prevaricación con ánimo de lucro, tráfico de influencias, enriquecimiento injusto con recursos públicos o privados, cohecho, malversación y apropiación de fondos públicos, bien sea por interés propio o para favorecer a terceras personas, “cuando no tengan el fin de proteger a personas en riesgo de exclusión o que vivan en condiciones infrahumanas”; y delitos de racismo, xenofobia, violencia de género, homofobia o contra los derechos humanos o los derechos de los trabajadores.
“LA HONESTIDAD ES UN VALOR MENOS COMÚN EN POLÍTICA DE LO QUE DEBERÍA”
“Aunque parezca extraño, la honestidad es un valor menos común en política de lo que debería y nosotros lo hemos transformado en un elemento que nos caracteriza, en una de las marcas de la casa. Eso es precisamente lo que hemos ratificado en la firma de nuestro código ético”, ha apuntado el candidato a la Alcaldía de Adelante Cádiz, José María González, en este acto en el notario.
Al respecto, ha incidido en que “no venimos a enriquecernos con la política, venimos a ofrecer un servicio a nuestra ciudadanía que se sustenta fundamentalmente en un acto de amor a nuestra ciudad y esto es lo que hemos venido a plasmar ante notario”.