El presidente del comité de empresa de Ingrasa, Pedro Machado, y uno de los trabajadores, Víctor Manuel Sánchez, se han reunido en el Ayuntamiento de Cádiz con el alcalde y su primer teniente de alcalde, José María González ‘Kichi’ y Martín Vila, respectivamente. Han trasladado en primera persona la situación de la plantilla, formada por algo más de 30 personas. De hecho, este mismo jueves ha tenido lugar un encuentro con representantes de la empresa en la que no se ha producido ningún avance ni acercamiento.
El Grupo Joly, propietario de Industrias Gráficas Gaditanas, anunciaba días atrás la decisión de cerrar su planta de impresión en Puerto Real, en la que se imprime Diario de Cádiz –que este 2017 está celebrando su 150 aniversario-, entre otros de sus periódicos, con la idea de subcontratar estas labores a una empresa de impresión en Sevilla, Distasa. Este cierre implicaría el despido de 34 trabajadores y afectaría a unos 30 puestos indirectos.
Esta reunión en Alcaldía viene después de que el equipo de Gobierno presentase en el pleno ordinario de julio una moción de urgencia en el que el Ayuntamiento acordó mostrar por unanimidad su solidaridad con la plantilla de Ingrasa y apoyar sus reivindicaciones, mediando y solicitando al Grupo Joly que reconsidere su postura, manteniendo los puestos de trabajo y la impresión de las cabeceras con la Bahía de Cádiz.
Además, ya tras la celebración de dicho pleno del pasado viernes, los cinco portavoces de los grupos municipales Por Cádiz sí se puede, Ganar Cádiz en Común, PP, PSOE y Ciudadanos, celebraron una reunión con los representantes de los trabajadores para ponerse a su disposición y saber qué podían hacer desde el Consistorio, se recuerda en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
González Santos ha vuelto a mostrar su apoyo a las movilizaciones anunciadas entre el 7 y el 10 de agosto –ya la plantilla trasladó sus protestas esta semana a la presentación del Trofeo Carranza en el salón de plenos, que precisamente ‘pregonaba’ el director de Diario de Cádiz-, y a buscar alternativas para evitar el cierre de este centro que adquirió la familia Joly en 1868 para la impresión del Diario de Cádiz y recuperó su actividad comercial en 1975.
En 1990 la rotativa se trasladaba al polígono industrial El Trocadero, en Puerto Real, en unas modernas y amplias instalaciones que, se asegura, “permiten una producción de 50.000 ejemplares a la hora, y con un grupo de profesionales especializados en la impresión de revistas, folletos, periódicos, libros, memorias y cartelería”. Este negocio dentro del Grupo Joly llegó a contar con alrededor de 90 trabajadores, según la propia web corporativa, convirtiéndose “en uno de los principales centros de impresión de Andalucía”.
CCOO, UGT y Podemos Puerto Real han apoyado en los últimos días públicamente a la plantilla de Ingrasa y han mostrado su indignación y desaprobación por la medida adoptada por Joly.